Ante la pregunta sobre si es prudente apagar en ciertos momentos el router de WiFi, expertos en seguridad coinciden en que se debe hacer periódicamente.
Entre las principales causas de esto, es que se mejora el rendimiento del dispositivo luego de volver a funcionar y permite ahorrar energía, junto con otros beneficios que entrega a cada hogar.
A continuación, te presentamos todo lo que debes saber sobre cuándo es oportuno apagar el router, y cómo esto ayuda a mejorar la conectividad de tu hogar.
Mejora el rendimiento del internet
Una de las razones más comunes para apagar y luego volver a encender el router es mejorar la conectividad de los dispositivos conectados. Con el tiempo, los routers pueden experimentar problemas debido a la acumulación de cachés y sobrecarga de procesos.
Reiniciar el dispositivo puede solucionar problemas de que el internet vaya lento, desconexiones frecuentes y otros fallos técnicos frecuentes.
Asimismo, apagar el router puede ser necesario para realizar actualizaciones de firmware. Estos parches son esenciales para el buen funcionamiento del dispositivo y para corregir vulnerabilidades de seguridad.
Seguridad informática
En primer lugar, desactivar el router en momentos en que no se usa, especialmente durante la noche mientras pocos o nadie debería estar conectado, puede reducir la exposición a posibles ataques cibernéticos.
Los hackers suelen buscar redes activas y vulnerables para intentar acceder a información personal o comprometer dispositivos conectados.
Del mismo modo, al apagar el router, se evita que personas ajenas o dispositivos no autorizados se conecten a la red sin permiso. Esto es particularmente importante en áreas con alta densidad de población o en apartamentos donde las señales WiFi se superponen.
Ahorro energético y prolongación de la vida útil del dipositivo
Aunque el consumo de energía de un router es relativamente bajo, apagarlo cuando no se necesita puede contribuir al ahorro energético. En los hogares preocupados por la eficiencia energética, cada pequeño esfuerzo cuenta.
También, como cualquier equipo electrónico, el router tiene una vida útil que puede prolongarse si se utiliza de manera adecuada. Desconectarlo cuando no se necesita puede reducir el desgaste de sus componentes internos.
Consideraciones sobre la salud
Si bien, la mayoría de los estudios científicos sugieren que la radiación electromagnética emitida por los routers no supone un riesgo significativo para la salud, algunas personas prefieren minimizar su exposición, especialmente durante las horas de sueño.
Administración del tiempo y enfoque
En plena sociedad hiperconectada, es fácil caer en la trampa de estar siempre en línea que puede repercutir en adicciones y problemas de salud.
Apagar el router durante ciertos periodos puede ayudar a fomentar hábitos de desconexión y a mejorar el enfoque en actividades sin conexión, como la lectura o el tiempo en familia.
Situaciones específicas como vacaciones y afectaciones del clima
Si la casa estará desocupada por un período prolongado, como durante las vacaciones, apagar el router es una medida preventiva inteligente. No solo reducirá el riesgo de exposición a ataques cibernéticos, sino que también evitará el consumo innecesario de energía.
Además, durante tormentas eléctricas o eventos climáticos severos, es recomendable apagar y desconectar el router. Los picos de corriente o los cortes de energía pueden dañar el equipo. Además, si hay un riesgo de inundación, mantener el equipo desconectado y en una ubicación elevada puede evitar daños permanentes.
Cómo cuidar el router de WiFi
Es esencial ubicarlo en un lugar bien ventilado y alejado de fuentes de calor y humedad para evitar el sobrecalentamiento y los daños por condensación. Además, mantenerlo limpio de polvo y residuos ayuda a prolongar su vida útil. Realizar actualizaciones regulares del firmware mejora su rendimiento y seguridad.
Es recomendable reiniciar de vez en cuando el dispositivo para solucionar problemas de conectividad y reducir la sobrecarga de procesos.
Junto a esto, apagar el router cuando no se necesite, como durante la noche o en ausencias prolongadas, puede contribuir al ahorro energético y a la protección contra posibles fallos eléctricos.