El acoso digital, también conocido como ciberacoso, se refiere al hostigamiento que una persona puede sufrir a través de las plataformas digitales, incluidas las redes sociales o los juegos online. Este fenómeno ha cobrado relevancia en los últimos años debido a la penetración masiva del internet en la vida cotidiana de los más jóvenes y para evitarlo, los padres juegan un papel determinante.
Recordemos que según UNICEF, el 70,6% de los jóvenes de 15 a 24 años que están conectados en todo el mundo corren el riesgo de sufrir violencia en línea y acoso digital. Esta última es una práctica que sufrieron por primera vez pequeños entre los 8 y los 9 años, y que afecta en mayor medida a las niñas que a los niños, afirmó la ONG Save the Children.
El anonimato y la distancia que proporciona el mundo digital pueden facilitar conductas de acoso repetitivo y hostil hacia los menores, afectando su bienestar emocional e incluso su rendimiento académico.
Mientras que las repercusiones de estas acciones no solo se limitan al mundo virtual, sino que también pueden tener consecuencias en el ambiente físico, mermando la autoestima del menor, generando ansiedad, depresión o incluso llevando a casos de autolesión y suicidio.
Recomendaciones para prevenir el ciberacoso en menores
Ante esta problemática, es imprescindible que los padres estén informados y preparados para actuar. Y estas son algunas recomendaciones para prevenir y actuar ante el acoso digital:
- Educación y comunicación abierta: Se recomienda fomentar un ambiente en el cual los menores y jóvenes se sientan cómodos compartiendo sus experiencias en línea. Es clave educar sobre el uso responsable de internet, incluyendo la importancia de no compartir información personal y el impacto que pueden tener las palabras y acciones en los demás.
- Establecer reglas claras: Es crucial establecer límites desde el principio sobre el uso de dispositivos electrónicos y actividades en línea. Es muy útil definir horarios para el uso de internet y mantenerse informado sobre las aplicaciones y redes sociales que los menores utilizan.
- Uso de controles parentales: También es posible aprovechar las herramientas de control parental disponibles en muchos dispositivos y plataformas digitales. Estas pueden ayudar a limitar el contenido al que sus menores pueden acceder y ofrecen opciones para supervisar su actividad en línea.
- Reconocer las señales de alarma: Algo vital es estar atento a cambios en el comportamiento que puedan indicar que un menor está siendo víctima de acoso digital. Esto incluye retraimiento social, cambios en el rendimiento académico, cambios de humor bruscos, o resistencia a participar en actividades que antes disfrutaban.
- Actuar frente al acoso: Con solo la sospecha de que un menor está siendo acosado, es vital actuar de manera rápida y eficaz. Se debe mantener la calma y ofrecer apoyo incondicional. Luego recopilar toda la evidencia del acoso, como capturas de pantalla, y de inmediato reportar los abusos a las plataformas correspondientes. Si el acoso continúa, no se debe dudar en buscar asesoría legal y apoyo psicológico para el menor.
- Fomentar actividades fuera de línea: Esto no solo reduce el tiempo frente a la pantalla y la exposición a posibles acosadores, sino que también ayuda a los menores a desarrollar habilidades sociales y a fortalecer las relaciones interpersonales en el mundo real.
Recordemos que la prevalencia de actividades como viajes virtuales, estudios de idiomas con interlocutores internacionales, y juegos online con amigos de todo el mundo destaca la relevancia de adoptar prácticas de ciberseguridad efectivas, para proteger logros personales y datos sensibles de ataques cibernéticos, como la infección por malware.
Acuerdos en familia
Sabemos que no todas las familias tienen la misma educación y cultura así que independientemente de eso, es importante que se creen reglas básicas con ciertos castigos en caso de infringirlas para ayudar a que los menores estén cada vez más protegidos de las redes sociales.