Recientes informes sugieren que Apple tuvo que ajustar las expectativas de distribución de su nueva apuesta gran tecnológica, las gafas de realidad mixta Vision Pro, debido a una demanda del mercado que sería inferior a la esperada debido a varios factores críticos, como la falta de aplicaciones clave, su precio elevado y cuestiones de comodidad de los visores.
Apple cataloga a este producto como un revolucionario computador espacial que fusiona el contenido digital con el mundo físico a la perfección y permite a los usuarios mantenerse presentes y en contacto con otras personas.
Se debe destacar que el dispositivo cuenta con un sistema de ultra alta definición con 23 millones de píxeles distribuidos en dos pantallas e incorpora visionOS, el primer sistema operativo que permite a los usuarios interactuar con elementos virtuales como si realmente existieran.
Cuál fue el ajuste de producción realizado por Apple
Según, Ming-Chi Kuo, un reconocido analista ligado a los productos de Apple, señalo que la empresa con sede en Cupertino ya ha ajustado sus órdenes de fabricación de las Vision Pro, anticipando menores ventas globales. De hecho, se estima que las ventas de los visores no superarán las 450.000 unidades para el próximo año, un descenso notable desde las proyecciones iniciales de entre 700.000 y 800.000 unidades.
“Apple recortó pedidos antes de lanzar Vision Pro en mercados no estadounidenses, lo que significa que la demanda en el mercado estadounidense ha caído bruscamente más allá de las expectativas” aseguro el filtrador. Mientras que la agencia Bloomberg informó que algunas tiendas minoristas de la manzana mordida venden solo un puñado de estas gafas en una semana entera.
Kuo dice que la empresa dirigida por Tim Cook está revisando y ajustando su “hoja de ruta de producto” alrededor de este dispositivo, y dice que podría no haber una nueva versión hasta después de 2025, desviándose de las expectativas previas que proyectaban un lanzamiento en la segunda mitad de próximo año.
Por qué el precio de las Vision Pro es un factor que pesa
El interés en las Vision Pro de Apple, inicialmente alto tras su presentación, parece haberse moderado en un momento en el que la mayoría de personas parecen tener pocas razones para comprar unos auriculares de 3.500 dólares.
Mientras que la reacción tibia del mercado ante un dispositivo identificado por muchos como el sucesor del iPhone, plantea interrogantes sobre el impacto que este rendimiento podría tener en el futuro de la industria de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR).
Por su parte, Kuo sugiere que la menor demanda de componentes críticos, como las pantallas Micro OLED específicas para estos dispositivos, podría influir en la velocidad a la que otras tecnologías emergentes alcanzan la producción en masa y se integrar en el mercado más amplio.
Qué controversias han enfrentado las Vision Pro
Desde su debut en el mercado, las Vision Pro han suscitado diversas controversias entre los consumidores por distintos problemas técnicos y de diseño.
Informes preliminares indican que ciertos usuarios han experimentado molestias oculares, dolores de cabeza y mareos directamente con el uso prolongado de estas gafas de realidad aumentada.
Además, se reveló una complicación para aquellos que olvidaban su código de desbloqueo, quienes se veían obligados a visitar tiendas oficiales para su restablecimiento o recurrir al servicio AppleCare. La situación se complicó aún más cuando empezaron a aparecer reportes de unidades de Vision Pro presentando grietas en el centro de la pantalla, fenómeno extendido en internet bajo la etiqueta ‘#Crackgate’.
No obstante, Apple no ha cesado en el desarrollo de nuevas funcionalidades para el mencionado producto, innovando con la tecnología Spacial Persona para videollamadas, lo que promete brindar una experiencia de comunicación más realista y agradable.
Asimismo, la compañía ha estado experimentando con la integración de un lápiz óptico compatible, diseñado para enriquecer aplicaciones de dibujo como Freeform y Pixelmator, lo que sugiere un enfoque hacia la creatividad y la productividad.