En la era digital en la que vivimos, donde las pantallas y los teclados dominan gran parte de nuestras actividades diarias, el arte casi olvidado de escribir a mano está perdiendo terreno rápidamente. Los científicos advierten que este cambio podría tener consecuencias profundas para nuestro cerebro y nuestra capacidad de memoria.
Desde el auge de las computadoras personales en la década de 1980 hasta la popularización de los teléfonos inteligentes en el siglo XXI, la forma en que interactuamos con la escritura ha experimentado una transformación radical.
Dejando la escritura a mano para casos muy puntuales, porque incluso en los colegios los menores también usan computadores en sus clases y en los entornos laborales gran parte de las actividades son digitales. Lo que no sabemos es que eso tendrá un fuerte impacto en nuestro futuro biológico.
El riego de olvidar escribir a mano
Según estudios científicos, la relación entre escribir a mano, el aprendizaje y la memoria es innegable. Investigaciones realizadas por la Asociación Estadounidense de Psicología han demostrado que los niños retienen mejor las palabras cuando las escriben a mano en lugar de utilizar un teclado de computadora, el de un celular o el de una tablet.
La respuesta radica en la compleja interacción entre el acto físico de escribir y los procesos cognitivos del cerebro. Al escribir a mano, el cerebro se ve obligado a realizar un esfuerzo de concentración y destreza mucho mayor que cuando simplemente se teclea en un teclado o se desliza el dedo sobre una pantalla táctil. Este proceso activa diversas regiones cerebrales que trabajan en conjunto para procesar la información y formar recuerdos.
Un estudio publicado en la revista científica Neuroscience reveló que las regiones cerebrales muestran una mayor actividad cuando se escribe a mano en comparación con la escritura digital. Además, se encontró que las ondas cerebrales asociadas con la formación de recuerdos son más intensas durante la escritura manual.
Según los expertos, el impacto en el cerebro podría ser significativo. Al igual que cualquier otro músculo, el cerebro necesita ejercicio para mantenerse en forma. La falta de estimulación adecuada, como la escritura a mano, podría llevar a una disminución en la agudeza mental y la capacidad de retención de información.
Desde el ámbito educativo hasta el ámbito laboral, la escritura a mano sigue siendo una habilidad fundamental. En las aulas, se ha observado que los estudiantes que toman notas a mano tienden a recordar y comprender mejor la información que aquellos que utilizan dispositivos digitales.
Esta diferencia se debe en parte al proceso más activo y deliberado requerido para escribir a mano, que fomenta una mayor atención y compromiso mental, al combinar un ejercicio físico con uno mental.
Sin embargo, la tendencia hacia la digitalización completa de las aulas ha planteado preocupaciones sobre el futuro de la escritura a mano. En algunos países, como los escandinavos, se ha intentado implementar sistemas educativos totalmente digitalizados, solo para revertirlos más tarde debido a la falta de beneficios evidentes para los estudiantes.
Cómo evitar la extensión de la escritura en un mundo digital
En primer lugar, es importante reconocer y valorar los beneficios únicos de la escritura a mano para el cerebro y la memoria. Fomentar su práctica tanto en entornos educativos como en la vida cotidiana puede ser crucial para mantener la salud cognitiva a largo plazo.
Además, los padres, educadores y responsables de políticas deben considerar la integración de la escritura a mano en los currículos escolares y las prácticas pedagógicas. Proporcionar tiempo y recursos para que los estudiantes practiquen y desarrollen esta habilidad puede ser fundamental para su éxito académico y desarrollo cognitivo.