La necesidad de desarrollar un pensamiento crítico para enfrentar los retos que plantea la inteligencia artificial, es un enfoque que promueve Marco Argenti, director de información de Goldman Sachs, quien recientemente manifestó su interés en que su equipo se sumerja en estudios más allá de la ingeniería, específicamente en la filosofía, para mejorar su comprensión y manejo de la IA.
Argenti pone en valor la importancia de esta disciplina académica en el desarrollo de habilidades para resolver problemas complejos, según un artículo publicado en Harvard Business Review.
Para el ejecutivo, el pensamiento filosófico puede jugar un papel determinante en la estructuración de modelos mentales claros necesarios para abordar desafíos tecnológicos. Mientras que su recomendación no solo es para sus trabajadores, sino que también se extiende a su entorno más cercano, incluida su hija.
Cuál es la relevancia del pensamiento crítico frente al avance de la IA
En sus palabras, Argenti enfatiza la relevancia de entender el ‘por qué’ antes del ‘cómo’, una metodología de pensamiento crítico que considera cada vez más indispensable en la era actual, donde la inteligencia artificial cobra cada día mayor protagonismo.
Este enfoque no solo prepara mejor a los individuos para enfrentar los retos tecnológicos, sino que también les permite diseñar soluciones más humanas y menos mecanizadas. La propuesta sugiere una visión integradora de las disciplinas, promoviendo una visión más holística en el desarrollo tecnológico y personal.
De hecho, la insistencia de Argenti en combinar disciplinas aparentemente distantes como la ingeniería y la filosofía para enfrentar los desafíos que representa este avance, propone un cambio en la manera en que se aborda la educación y preparación profesional en este sector.
Asimismo, la incorporación de estudios filosóficos podría no solo enriquecer el conjunto de habilidades técnicas, sino también contribuir a la creación de tecnologías más éticas y centradas en la humanidad. Para al ejecutivo de Goldman Sachs, es clave que desarrollar una IA nos ayude a “ser más humanos, menos computadoras”.
Qué beneficios puede ofrecer una IA con un enfoque más humano
Una inteligencia artificial con un enfoque más humano puede ofrecer diversos beneficios, cómo:
- Comunicación mejorada: Facilitar interacciones más naturales y fluidas entre humanos y máquinas, haciendo uso de lenguaje cotidiano y comprensión de matices emocionales.
- Atención personalizada: Adaptarse a las necesidades y preferencias individuales, ya sea en servicios de atención al cliente, educación o cuidados de salud.
- Apoyo emocional: Sería capaz de reconocer y reaccionar ante emociones humanas, proporcionando respuestas que pueden ofrecer consuelo o comprensión en interacciones más sensibles.
- Mejora en la educación: Proporcionar una experiencia de aprendizaje personalizada, ajustando contenidos y métodos de enseñanza al ritmo y estilo de cada estudiante.
- Avances en la salud: Permitir una comprensión más profunda de los síntomas relatados por pacientes, contribuyendo a diagnósticos más precisos y a un trato más humano en telemedicina.
- Innovación en el sector creativo: Inspira y colabora en la creación de obras artísticas, literarias y musicales, ofreciendo nuevas perspectivas y estímulos creativos.
- Optimización del servicio al cliente: Mejora la satisfacción del cliente mediante interacciones que entienden y gestionan mejor las solicitudes y emociones de los usuarios.
Mientras que algunos de sus riesgos serían:
- Dependencia tecnológica: El uso extensivo de inteligencia artificial con enfoque humano podría aumentar la dependencia de la tecnología en tareas cotidianas y decisiones personales.
- Pérdida de privacidad: La recopilación de datos personales y emocionales necesarios para que esta tecnología funcione podría incrementar el riesgo de violaciones de privacidad si no se manejan adecuadamente.
- Reducción de habilidades sociales: La interacción frecuente con máquinas podría disminuir la capacidad o la disposición de las personas para interactuar entre sí en contextos sociales.
- Sesgos y discriminación: Si la inteligencia artificial aprende de datos sesgados, podría replicar o incluso amplificar estos sesgos en sus interacciones o decisiones, llevando a discriminación.
- Automatización del empleo: Su implementación en diversos sectores podría llevar a la automatización de empleos que anteriormente requerían un enfoque humano.
- Seguridad informática: Aumenta el riesgo de ataques informáticos orientados a manipular el comportamiento de estas tecnologías para fines malintencionados.
- Dilemas éticos y morales: El desarrollo y uso de inteligencia artificial que imita aspectos humanos plantea preguntas éticas sobre la dignidad, autonomía y los derechos de las máquinas.