El uso frecuente de planchas de pelo ha generado debate sobre sus efectos en la salud capilar. Para comprender mejor esta cuestión, es fundamental analizar cómo funcionan estos dispositivos, los cuidados necesarios al utilizarlos y ofrecer algunos consejos de uso.
En primer lugar, es necesario recordar que estos dispositivos están diseñados para alisar y modelar el cabello mediante calor. Además, funcionan a través de placas que se calientan a temperaturas elevadas y al cerrarse, transmiten calor directamente a las fibras capilares para modificar su estructura temporalmente.
Esta acción permite alisar o crear ondas, dependiendo de la técnica de uso. Sin embargo, las temperaturas muy altas o un uso incorrecto pueden dañar el pelo al deshidratarlo, volviéndolo frágil y susceptible a la rotura.
Además, el uso frecuente de planchas también puede deteriorar las proteínas del cabello y la cutícula capilar, resultando en un aspecto opaco y con frizz.
Cómo evitar daños al cabello al utilizar una plancha
Para minimizar el daño, es crucial adoptar ciertos cuidados al utilizar planchas de pelo:
- Uso de protectores térmicos: Aplicar un producto protector térmico antes de usar la plancha ayuda a formar una barrera contra el calor, reduciendo el riesgo de daño.
- Seleccionar la temperatura adecuada: No es necesario utilizar la máxima temperatura disponible. El cabello fino o dañado requiere temperaturas más bajas, mientras que el cabello grueso o rizado puede necesitar más calor. Ajustar la plancha a la menor temperatura que logre el efecto deseado es lo más recomendable.
- Evitar el calor sobre cabello húmedo: Planchar el cabello húmedo o mojado aumenta el daño, ya que el calor hace que el agua en el cabello se convierta en vapor, lo que puede causar la ruptura de la fibra capilar.
- Limitar la frecuencia de uso: Es recomendable no utilizar la plancha diariamente. Dar días de descanso al cabello permite recuperar su humedad natural y reducir el riesgo de daños a largo plazo.
- Mantener las planchas limpias: Residuos de productos capilares en las placas pueden no solo dañar el cabello, sino también disminuir la eficacia de la plancha. Limpiar regularmente las placas asegura un deslizamiento suave y una distribución uniforme del calor.
También es recomendable tener presente el material de las placas, que a fin de cuentas son el corazón de la plancha y pueden ser de diferentes materiales, como cerámica, titanio, turmalina o una combinación de estos.
Eso influye en cómo se distribuye el calor y cómo responde el cabello al planchado. Las placas de cerámica, por ejemplo, distribuyen el calor de manera uniforme y ayudan a disminuir el daño por calor, mientras que las de titanio se calientan más rápido y son más duraderas.
La turmalina, un mineral semiprecioso, emite iones negativos que reducen el frizz al cerrar las cutículas del cabello.
Tips para utilizar planchas de pelo
Los siguientes consejos pueden minimizar los riesgos que implica el uso de este tipo de dispositivos:
- Utilizar tratamientos hidratantes: Aplicar mascarillas o aceites hidratantes puede ayudar a mantener el cabello nutrido y reparar el daño causado por el calor.
- Optar por planchas de calidad: Las planchas con placas de cerámica o turmalina distribuyen el calor de manera más uniforme y poseen propiedades iónicas que ayudan a sellar la humedad del cabello.
- Técnica de planchado: No repasar muchas veces la misma sección de cabello. Una o dos pasadas a la temperatura adecuada suelen ser suficientes.
- Peinar antes de planchar: Desenredar el cabello antes de plancharlo ayuda a evitar tirones y daños adicionales.
En conclusión, aunque el uso de planchas de pelo puede ser perjudicial si se realiza de manera inadecuada o excesiva, adoptar prácticas responsables y cuidadosas puede minimizar significativamente el riesgo de daño.
Es esencial que quienes las utilizan estén informados sobre el funcionamiento adecuado de estos dispositivos, así como sobre las estrategias para proteger su cabello, garantizando su salud y belleza a largo plazo.