Bill Gates: el juego que no conocías que creó en una noche el fundador de Microsoft

En el apogeo de la revolución tecnológica de los años 80, dos gigantes chocaban en la arena digital: IBM y Microsoft. Era el año 1981 cuando un joven Bill Gates, al frente de Microsoft, se embarcó en una de las propuestas en ese entonces más ambiciosas de la compañía: desarrollar software para IBM.

En ese momento, ambos titanes compartían el escenario, aunque hoy en día resulte difícil imaginar a Microsoft igual a IBM en términos de influencia y poder.

Sin embargo, en aquel entonces, hace más de cuatro décadas, estaban en una competencia feroz por dominar el mercado emergente de la informática personal.

El fruto de esta colaboración histórica entre IBM y Microsoft incluyó diversos proyectos, pero uno de ellos, en específico, se ha convertido en una anécdota memorable en la historia de la tecnología: el infame videojuego conocido como Donkey.

Como lo señala una reciente publicación del portal alemán Mein-MMO, Bill Gates estuvo involucrado en el desarrollo de este juego que, aunque pasó desapercibido en su época, ha quedado grabado en los precedentes de la industria por razones bastante peculiares.

Donkey fue concebido en una sola noche por Gates y Neil Konzen, ingeniero y programador de Microsoft. Como parte del acuerdo entre IBM y Microsoft, que no solo incluía la provisión de un sistema operativo, sino también de un juego, surgió este título que consistía en esquivar burros mientras se conducía un automóvil virtual.

No obstante, a pesar del trabajo de estos dos expertos de Microsoft, la simplicidad de su mecánica no salvó a Donkey de las críticas.

Uno de los más destacados críticos del juego fue Andy Hertzfeld, un antiguo empleado de Apple, quien lo calificó como “el juego más vergonzoso de todos los tiempos”.

Su evaluación no fue indulgente: Donkey presentaba una mecánica rudimentaria en la que el jugador simplemente debía cambiar de carril para evitar los obstáculos, una premisa que carecía de profundidad y desafío.

La ironía no pasó desapercibida, debido a que este juego, desarrollado por el cofundador de una de las compañías más influyentes de la historia, era considerado un desastre absoluto en el mundo de los videojuegos.

Pero, es cierto que detrás de esta aparente ridiculez se esconde un aspecto crucial de la colaboración entre IBM y Microsoft: la apuesta por el lenguaje de programación BASIC.

Según revela el portal alemán, parte del acuerdo entre las dos empresas incluía la implementación del lenguaje de programación BASIC en los ordenadores de IBM. En este contexto, Donkey adquiere un significado histórico más allá de su calidad como juego.

Fue concebido como un prototipo para demostrar las capacidades del lenguaje BASIC y, en ese sentido, cumplió su propósito, aunque de una manera que pocos podrían haber anticipado.

En última instancia, Donkey puede haber sido un fracaso como videojuego, según algunos expertos, pero su legado trasciende su calidad.

Es un recordatorio de los primeros días de la informática personal, de las colaboraciones inusuales que dieron forma al mundo digital que se conocen en la actualidad. Y aunque Bill Gates pueda haber tenido éxito en muchas empresas, incluso los titanes tienen sus tropezones, y Donkey es uno de los más memorables.

El fundador de Microsoft es reconocido por su capacidad para manejar eficazmente las emociones tanto propias como ajenas, un aspecto vital descrito como inteligencia emocional.

Esta cualidad le ha permitido sobrellevar situaciones de alta presión con serenidad, construir relaciones sólidas y dirigir equipos hacia el éxito de manera destacada, cualidades que lo posicionan no solo como un líder empresarial exitoso, sino también como una figura empática y comprensiva en diferentes esferas de su vida.