Qué es la sombra digital y por qué pone en riesgo mis datos confidenciales

La sombra digital se refiere a la huella de información que una persona deja en internet y otras plataformas, la cual no solo está compuesta por los datos que los usuarios comparten conscientemente en las redes sociales o en otros sitios web, sino también por la información recolectada por diversas aplicaciones a través de las actividades online de los usuarios.

Esto incluye datos de ubicación, historial de navegación, preferencias de compra, y patrones de uso de aplicaciones. Y a medida que la tecnología avanza y la presencia en línea se hace más profunda, la cantidad de datos que conforman esta sombra digital se expande exponencialmente.

No tener una buena gestión de los datos que deje una huella digital puede representar un gran riesgo, debido a que:

• Primero, la vasta cantidad de información personal disponible en internet puede ser utilizada por actores malintencionados para perpetrar delitos como el fraude, el robo de identidad, y el phishing.
• Segundo, muchas veces los usuarios no son plenamente conscientes de la extensión de la información que comparten en línea o que las aplicaciones recolectan sobre ellos, lo que reduce su capacidad para controlar su propia privacidad y seguridad.
• Además, las brechas de seguridad en las plataformas digitales pueden exponer grandes cantidades de datos personales.

Otro aspecto preocupante es la recolección y uso de datos personales por parte de las empresas para fines comerciales. La profilaxis de usuarios basada en su sombra digital permite a las empresas dirigir publicidad altamente personalizada, a menudo sin el conocimiento explícito o consentimiento de los individuos.

Aunque esto puede parecer benigno, la línea entre la publicidad dirigida y la manipulación puede volverse borrosa, especialmente cuando se trata de información particularmente sensible.

Los datos que podrían estar expuestos por nuestra huella digital abarcan un amplio espectro, cómo:

• Información personal básica: Esto incluye nombres, apellidos, fechas de nacimiento, fotografías, y dirección de correo electrónico. A menudo, esta es la información más visible y fácilmente accesible en la web.
• Datos de contacto: Números de teléfono, direcciones de correo electrónico adicionales, y direcciones postales pueden ser parte de la huella digital, especialmente si se han compartido en perfiles públicos o en registros en línea.
• Información de redes sociales: Las publicaciones, comentarios, me gusta, grupos, y relaciones en plataformas sociales revelan preferencias personales, opiniones, y la red de contactos de un individuo.
• Historial de navegación y búsquedas: Las páginas web visitadas, los términos de búsqueda utilizados, y la frecuencia de acceso a ciertos sitios web aportan datos sobre intereses, comportamiento y rutinas.
• Información financiera: Detalles sobre transacciones, compras en línea, servicios de suscripción, e incluso hábitos de consumo pueden ser rastreados y almacenados.

• Datos de localización: Muchas aplicaciones y servicios digitales recolectan y almacenan información sobre la ubicación de los dispositivos, los cuales pueden detallar movimientos y hábitos de desplazamiento de los usuarios.
• Información sobre el uso de aplicaciones y dispositivos: Los patrones de uso de aplicaciones específicas, el tiempo dedicado en ellas, y las configuraciones de los dispositivos ofrecen información sobre las preferencias tecnológicas y de consumo de contenido.
• Información de salud: A través de aplicaciones de seguimiento de la salud y fitness, así como registros médicos electrónicos accesibles en línea, se pueden recopilar datos sensibles sobre el estado de salud, enfermedades, rutinas de ejercicio, y más.
• Contenido generado por el usuario: Reseñas, comentarios en foros, artículos publicados, y cualquier otro contenido creado y compartido en línea forman parte de la huella digital y reflejan las opiniones y conocimientos del usuario.
• Metadatos: Incluso la información aparentemente trivial, como la hora y fecha de publicaciones o fotos, los dispositivos utilizados para acceder a servicios en línea, y las direcciones IP, constituyen metadatos que pueden revelar patrones de comportamiento y rutinas.

Para proteger la sombra digital y los datos confidenciales que esta contiene, los usuarios deben adoptar varias medidas de precaución. Es crucial estar consciente de la información que se comparte en línea y configurar adecuadamente la privacidad en las redes sociales y otras plataformas digitales.

Utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada servicio, habilitar la autenticación de dos factores donde sea posible, y mantener actualizado el software de dispositivos son prácticas recomendadas para aumentar la seguridad.

Además, es importante revisar periódicamente los permisos otorgados a las aplicaciones y sitios web respecto al acceso y uso de datos personales. Es esencial que los usuarios tomen medidas activas para proteger su información personal en el entorno digital.