En la constante búsqueda por optimizar el consumo de energía en nuestros hogares, es esencial analizar el impacto que tienen nuestros electrodomésticos en la factura eléctrica.
Dos aparatos que han cobrado protagonismo en la cocina moderna, por su uso cotidiano y funcionalidad, son la nevera y la freidora de aire, o air fryer. Si bien ambos son indispensables en la dinámica de preparación y conservación de alimentos, surge una pregunta relevante: ¿Cuál de estos electrodomésticos consume más energía?
Nevera vs. Air fryer
Un estudio divulgado por la Universidad de Costa Rica reveló que las neveras categorizadas en el grupo A tienen un consumo anual de aproximadamente 340 kWh (kilovatios por hora), lo que representa una reducción del 55% en comparación con el promedio.
En contraste, los refrigeradores que se clasifican en el grupo G podrían incrementar su consumo en más de un 125%. Por otro lado, de acuerdo con lo indicado por CHC Energía, una compañía española proveedora de este servicio, el uso de una freidora de aire pequeña llega a los 700 W, mientras que un modelo de mayor tamaño puede alcanzar hasta 2.000 W.
Dados estos datos, es evidente que la nevera requiere de una cantidad significativamente mayor de energía en comparación con la freidora de aire, debido a su necesidad de operar de manera continua para preservar los alimentos, su tamaño y su rol esencial en la cocina.
Consejos para ahorrar energía
Ahorrar energía en el hogar es esencial tanto para reducir la factura eléctrica como para contribuir al cuidado del medio ambiente.
La nevera y la freidora de aire son dos electrodomésticos muy utilizados en la cocina que, si se manejan de manera adecuada, pueden ser más eficientes energéticamente. A continuación, se presentan algunos consejos prácticos para optimizar su uso y ahorrar energía:
Uso eficiente de la nevera:
- Mantener la temperatura óptima: Configurar la nevera entre 3°C y 5°C y el congelador a -18°C. Temperaturas más bajas de lo necesario incrementan el consumo de energía.
- Evitar abrir la puerta frecuentemente: Cada vez que se abre, la nevera pierde frío y debe trabajar más para recuperar la temperatura perdida, lo que aumenta el consumo de energía.
- Descongelar regularmente: El hielo acumulado en el congelador hace que el electrodoméstico trabaje más, incrementando el consumo. Descongelar periódicamente para mantener la eficiencia.
- Posicionamiento: Asegurarse de que la nevera tenga espacio suficiente alrededor para una buena ventilación y no colocarla cerca de fuentes de calor como el horno o la luz solar directa.
- Llena inteligentemente: Una nevera demasiado vacía gasta más; no obstante, hay que evitar sobrecargarla. El aire debe circular libremente entre los alimentos para mantenerlos fríos de manera eficiente.
Uso eficiente de la freidora de aire:
- Pre-calentar con moderación: Aunque algunos alimentos requieren un precalentamiento, hacerlo por tiempo prolongado innecesariamente aumenta el consumo de energía.
- Cocinar en lotes: Si se tienen varios platos para preparar, hacerlo de manera secuencial para aprovechar el calor residual y evitar el consumo extra de energía por repetidos ciclos de precalentamiento.
- Usar recipientes adecuados: Utilizar recipientes y accesorios compatibles con la freidora de aire para asegurar la circulación del aire caliente y cocinar de manera más eficiente.
- Mantener limpia la freidora: Una freidora de aire limpia trabaja de manera más eficiente. Residuos o grasa acumulada pueden obstaculizar la circulación del aire y aumentar el tiempo de cocción.
- Aprovechar la capacidad completa: Si la freidora de aire es grande, se debe aprovechar su capacidad para cocinar más alimentos al mismo tiempo, evitando el uso redundante.
Ambos electrodomésticos, la nevera y la freidora de aire, desempeñan roles importantes en la cotidianidad de la cocina. Implementar prácticas de uso eficiente no solo ayudará a ahorrar energía, sino también a prolongar la vida útil de estos aparatos.