Un hecho peculiar y conmovedor ha capturado la atención de usuarios en redes sociales, donde un niño, en un gesto de inocencia y necesidad, recurrió al asistente virtual Alexa para solicitar ayuda con su tarea de matemáticas.
El pequeño, acercándose de puntillas al dispositivo Echo y en un tono de voz suave, casi un susurro, pidió asistencia con su ejercicio.
En un intercambio que destacó por su ternura, Alexa respondió de manera similar, en un susurro, cumpliendo con la solicitud del niño. Tras recibir la ayuda necesaria, el menor no dudó en expresar su gratitud al dispositivo con un sincero “gracias”, evidenciando la simplicidad y pureza del momento.
¿Alexa, cuánto es 63-5?
En el tranquilo ambiente de su hogar, un niño de entre 8 a 10 años se enfrentaba a una tarea de matemáticas que le habían sido asignada. El menor estaba concentrado en resolver sumas y restas que, a sus ojos, parecían desafíos insuperables.
En un momento de incertidumbre, decidió buscar ayuda, pero no sin antes asegurarse de que nadie lo observaba. Con cautela, el menor se aproximó sigilosamente al dispositivo Echo de la sala y, en un acto de complicidad, susurró una pregunta al aire: “Alexa, ¿cuánto es 63 menos 8?”.
La respuesta no se hizo esperar, y el asistente virtual, manteniendo el tono bajo y confidencial, le proporcionó la solución que necesitaba.
El niño, aliviado y agradecido, continuó solicitando ayuda de esta manera, registrando meticulosamente cada respuesta en su cuaderno.
Lo más destacable de este intercambio fue la naturalidad con la que se desarrolló la conversación en susurros, creando un momento de inocente ternura. Al concluir, el pequeño no olvidó expresar su gratitud hacia Alexa, sellando así una interacción memorable y llena de sencillez.
Reacción en redes sociales
La escena de un niño recurriendo a Alexa para obtener ayuda con su tarea de matemáticas, capturada en video, no tardó en ganar popularidad en las redes sociales, desencadenando una ola de reacciones diversas entre los internautas.
Por un lado, muchos espectadores encontraron en el video un motivo de diversión y ternura, destacando la ingenuidad y la astucia del menor al interactuar con el asistente virtual en un tono de susurros, demostrando una mezcla singular de dependencia tecnológica e inocencia infantil.
Sin embargo, no todas las reacciones fueron de admiración o empatía. Algunos críticos señalaron su preocupación al considerar que un niño de esa edad debería ser capaz de resolver por sí mismo operaciones matemáticas que catalogaron como “simples”.
Ante esta corriente de opinión, resaltó un comentario que proponía una visión alternativa sobre la capacidad de resolución del menor.
Este apuntaba a que, lejos de mostrar una falta de habilidades, el niño demostró inteligencia y recursividad al identificar y utilizar una herramienta disponible para superar un obstáculo en su aprendizaje, subrayando así una competencia importante en el desarrollo de la resolución de problemas.
Comando educativos de Alexa
Alexa, el asistente virtual desarrollado por Amazon, se destaca por su capacidad para comprender una variedad de comandos educativos, convirtiéndose en un aliado valioso para el aprendizaje y la formación en distintas áreas.
Entre sus múltiples funcionalidades, Alexa puede actuar como lector de audiolibros, brindando acceso a una extensa biblioteca de contenidos que abarcan desde la literatura clásica hasta temas especializados.
También funciona como una calculadora eficiente, capaz de resolver operaciones matemáticas complejas. Para aquellos interesados en idiomas, Alexa se convierte en un traductor en tiempo real, facilitando la comprensión de lenguas extranjeras.
Su desempeño como enciclopedia virtual permite a los usuarios acceder a información verificada sobre prácticamente cualquier tema. Además, Alexa es capaz de enseñar conceptos lingüísticos, contribuyendo al enriquecimiento cultural de quienes interactúan con ella.