Qué confesó el primer comprador de las Apple Vision Pro tras un mes de uso

El pasado 2 de febrero marcó un hito para los aficionados de la tecnología y seguidores de Apple, cuando el Dr. Aarish Syed Ishaqi, conocido por su devoción hacia la marca y su participación como accionista, hizo historia al ser el primero en adquirir las gafas Apple Vision Pro.

Desde las primeras horas de la mañana, Ishaqi estuvo presente en la emblemática tienda de Apple situada en la Quinta Avenida de Nueva York, Estados Unidos, con el fin de asegurar su lugar al frente de la cola.

Con una inversión de 3.500 dólares, no solo buscaba expandir su colección de productos de la manzana, sino también, experimentar de primera mano las capacidades de estas gafas de realidad mixta. Tras un tiempo de uso, el entusiasmo sigue en pie.

Ishaqi describió la experiencia como “bastante surrealista”, al tener la oportunidad de encontrarse con el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, durante la apertura en Nueva York. Este fue su tercer encuentro con el líder de la compañía en el transcurso del último año.

Cook ha calificado a Vision Pro como un “dispositivo revolucionario” dentro del portafolio de Apple. Aunque desde la empresa se han establecido expectativas prudentes para esta versión inicial del dispositivo, dirigido principalmente a entusiastas y desarrolladores, Apple aspira a que el Vision Pro inaugure una categoría de producto inédita para la compañía, al igual que ocurrió con el iPhone.

Fortune encontró a quien posiblemente sea el usuario más distinguido del Vision Pro: Ishaqi, el primero en Nueva York en obtener el dispositivo y convertirse en el rostro no oficial del Apple Vision Pro.

Después de algunas semanas, compartió su punto de vista acerca de la compra. Habló sobre la frecuencia con la que utiliza el dispositivo, si consideró devolverlo, y si este ha tenido un impacto en su vida o en su percepción de la realidad.

Residente de Nueva Jersey, Ishaqi compartió el dispositivo con su familia para que experimentaran su uso. Mencionó que la caja del producto era “bastante pesada”.

Tanto su hermana como sus padres probaron el dispositivo; específicamente, su madre y su hermana mencionaron haber sentido cierta tensión en el cuello al utilizarlo. Ishaqi coincidió en que el dispositivo es “algo pesado”.

“El peso recae mayormente en la parte frontal del rostro, lo que causa un desequilibrio”, explicó, aunque para él, esto no representó una gran incomodidad.

Ishaqi ha encontrado en Vision Pro una herramienta principalmente de ocio, utilizándolo para visualizar películas y disfrutar de videojuegos, entre ellos el juego de inmersión total Synth Riders disponible en Apple Arcade.

Describió la experiencia con el dispositivo como tener un “cine privado”, destacando la calidad de imagen excepcional, aunque señaló que la batería tiene una duración restringida, aguantando entre tres y cuatro horas antes de necesitar recarga, y manifestó su esperanza de que este aspecto mejore. Otro inconveniente que ha enfrentado es el reflejo en las lentes durante escenas oscuras en películas.

“Aunque estas son las limitaciones que he notado”, menciona, consciente de que son detalles esperables en la primera versión de cualquier producto y confía en que Apple hará ajustes en futuras actualizaciones.

Como médico especializado en investigación oncológica y con una carrera en medicina, Ishaqi se muestra entusiasmado con el futuro de ciertas aplicaciones médicas como Insight Heart y Surgical AR Vision, las cuales ofrecen animaciones médicas en 3D.

“Es la primera versión, por lo que tiene sus peculiaridades, pero el potencial es impresionante... Representa un salto significativo, en mi opinión”, afirma.

Cuando se consultó a Ishaqi sobre si la inversión en el Vision Pro valía la pena, su respuesta fue “para alguien como yo, sí”, afirmó.

Sin embargo, expresó dudas sobre la necesidad universal del dispositivo, comentando: “No creo que alguien realmente lo necesite. Como mencioné, ofrece una gran experiencia pero gastar $4,000 solo para ver películas me parece excesivo”.

Ishaqi sostiene que el producto ganará mayor atractivo para el consumidor promedio a medida que su precio disminuya y su diseño se aligere con el paso del tiempo. Además, anticipa un futuro donde el desarrollo de más aplicaciones enriquezca aún más su valor.

“Si la tecnología se abarata y se hace más ligera, y a medida que se introduzcan más aplicaciones, entonces tendrá más sentido para el consumidor medio y eventualmente ‘todo el mundo tendrá esto’”, concluye.