Verdad o mentira: un televisor muy grande consume más energía en el hogar

Otro aspecto importante es la tecnología que usa el TV, porque los LED gastan más electricidad que los OLED

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Se estima que en promedio un TV de 43 pulgadas consume 43 kWh al año. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Se estima que en promedio un TV de 43 pulgadas consume 43 kWh al año. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El ahorro de energía en casa es un tema que tiene diferentes aspectos a tener en cuenta. No hay una sola tarea que solucione toda la situación, sino que es la suma de varios factores. Uno de ellos es el tamaño del televisor, que afecta directamente el gasto a final de mes.

Aunque muchos usuarios sueñan con tener una pantalla gigante en casa, esta es una opción que no solo se debe tomar por gusto o por comodidad, ya que no todos los tamaños se adaptan a los diferentes espacios, sino que la cantidad de pulgadas va a afectar directamente el consumo de energía en el hogar.

El impacto del tamaño del televisor

Sí, un televisor más grande consume más energía. Se estima que una pantalla estándar de 43 pulgadas puede consumir alrededor de 43 kWh al año, mientras que un modelo de 55 pulgadas puede gastar hasta los 99 kWh. Una cifra que pueden duplicar o triplicar las pantallas de 85 pulgadas, que alcanzan entre 282 y 438 Watts.

Esto se da principalmente porque al tener un panel más grande se necesitarán más recursos para encender las luces que dan vida a la imagen. Además, estos dispositivos cuentan con sistemas de audio más grandes y por ende el consumo es más elevado.

Se estima que en promedio un TV de 43 pulgadas consume 43 kWh al año. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Se estima que en promedio un TV de 43 pulgadas consume 43 kWh al año. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Más allá del tamaño

Aunque el tamaño importa al momento de elegir un televisor que consuma menos energía, la tecnología que tiene detrás también. No es lo mismo un panel LED a uno OLED. Más alá de sus diferencias técnicas en la calidad de la imagen, el gasto de electricidad es diferente y los sistemas más recientes están pensados para reducir esos valores.

Las pantallas LED, con su sistema de retroiluminación de LEDs, son considerablemente más eficientes en términos energéticos que las pantallas de LCD, que dependen de una fuente de luz. Mientras que los paneles OLED se han destacado como los más eficientes, llegando a consumir hasta la mitad de la energía que utilizan las tecnologías anteriores.

Otro factor es la clasificación energética que se le da a un dispositivo según su gasto de electricidad. Esta es una política que está en algunos países y le ayuda a los usuarios a determinar de mejor manera cuál electrodoméstico es más eficiente.

Por ejemplo, optar por televisores con tecnología LED y una clasificación energética de tipo A puede parecer una inversión inicial más costosa, pero a largo plazo, se traduce en ahorros significativos en la factura de la luz.

Se estima que en promedio un TV de 43 pulgadas consume 43 kWh al año. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Se estima que en promedio un TV de 43 pulgadas consume 43 kWh al año. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo ahorrar energía al usar el televisor

  • Optar por un tamaño adecuado: considerar las necesidades reales y el espacio disponible al elegir el tamaño del televisor. Un modelo más pequeño y con una mejor tecnología, cono la OELD, puede proporcionar una mejor experiencia visual con un menor impacto en el consumo de energía.
  • No usar el modo Stand by: esta opción puede representar más del 10% del consumo eléctrico. En ese caso, hay que desenchufar el televisor cuando no lo estemos utilizando o sabemos que no vamos a estar casa durante un largo periodo de tiempo.
  • Configurra la imagen de manera eficiente: ajustar el brillo y el contraste del televisor según la iluminación ambiental. Reducir el brillo durante la noche y ajustarlo según las condiciones de luz puede contribuir significativamente al ahorro energético.
  • Solo funciones necesarias: muchos televisores ofrecen funciones adicionales como sensores de movimiento, control por voz o aplicaciones preinstaladas que, si no se usan regularmente, es preferible desactivarlas para ahorrar energía.

Adicionalmente, la mayoría de los televisores cuentan con un modo de ahorro de energía incorporado que, una vez activado, ajusta automáticamente el brillo y otras configuraciones para minimizar el consumo de energía.

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