Es habitual que en gran parte de los hogares la mayoría de las personas tengan un televisor en la habitación, sin embargo, tener este dispositivo tecnológico en el cuarto puede que no resulte ser del todo beneficioso para el bienestar y buenos hábitos de los usuarios.
Según el Feng Shui, una antigua filosofía china centrada en promover el bienestar y la armonía en los espacios habitacionales, se desaconseja firmemente la presencia de un TV en un cuarto debido a su impacto negativo.
Además, los expertos señalan que ver televisión en horas de la noche es poco sano debido a que aumentan la actividad del cerebro en un momento que debería ser de reposo.
Qué dice el Feng Shui sobre tener un TV en la habitación
Para esta práctica, los aparatos electrónicos como celulares y computadoras, además del propio televisor, absorben la energía de la persona y obstaculizan un descanso adecuado, impactando negativamente en su estado anímico y calidad de vida.
La disciplina del Feng Shui propone que para facilitar un ambiente óptimo para el descanso y la recuperación, los dispositivos tecnológicos deberían ser ubicados fuera de los dormitorios. Sugiere que el lugar ideal para estos aparatos es un espacio amplio y bien ventilado, preferiblemente cercano a una ventana, lo cual contribuiría a la eliminación de las energías negativas y a la atracción de la fortuna y buena suerte.
Esta corriente filosófica no solamente enfoca sus prácticas en la ubicación de los muebles y la tecnología en el hogar, sino que también promueve el uso de materiales y colores específicos para transformar cualquier ambiente en un lugar más positivo. Se basa en la creencia de que un entorno armonioso es fundamental para el bienestar físico y emocional de las personas.
Qué dicen los expertos sobre tener un televisor en el cuarto
Para el Instituto Europeo del Sueño, no es recomendable ver televisión antes de acostarse y aunque no hay ningún peligro en tener el aparato en la habitación, el tenerlo allí incentiva a que se realice esta actividad, especialmente en aquellos momentos en los que el usuario solo quiere relajarse.
Ver TV a oscuras hace que las pupilas se dilaten dejando que entre más luz y esto genera que el cerebro responda con más inquietud antes de irse a dormir. De hecho, resplandor de la pantalla y el ruido proveniente del televisor aumentan la actividad neuronal en un momento que debería ser de reposo.
Según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos se altera el ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un periodo de 24 horas. A causa de los estímulos, el cerebro no percibe correctamente cuándo es de día o de noche.
Desventajas de tener el televisor en el dormitorio
Entre los problemas asociados a tener un televisor en el cuarto, se encuentra el impacto negativo en los patrones de sueño, algo que tiene un impacto directo en el diario vivir al generar irritabilidad, depresión, ansiedad, y otras consecuencias a nivel interpersonal y de salud mental.
Pero prolongar las horas frente a la pantalla hasta altas horas de la noche no solamente retrasa el momento de irse a dormir, sino que también se puede caer en el hábito de quedarse dormido con el televisor encendido, lo que interfiere con un sueño reparador debido al ruido de fondo.
Además, el acto de ver TV antes de dormir frecuentemente viene acompañado del consumo de comestibles poco saludables, lo que puede tener repercusiones negativas en la salud a largo plazo.
Otro aspecto relevante es la manera en que la presencia de un televisor en el dormitorio afecta las relaciones personales y familiares. La atención se centra en la programación televisiva en detrimento de la comunicación y la interacción con los seres queridos, reduciendo no solo la calidad sino también la cantidad de dichas interacciones.
En el caso de las parejas, el uso del televisor puede limitar los momentos de intimidad, afectando la dinámica y fortaleza de la relación.
Finalmente, desde el punto de vista económico y ambiental, el uso inadecuado del televisor, como dejarlo encendido durante toda la noche, conlleva un aumento innecesario en el consumo eléctrico, lo que se traduce en facturas de energía más elevadas y un mayor impacto ambiental debido al desperdicio de recursos.