Recientes informes han destacado una preocupante realidad en el ámbito de la ciberseguridad en España: las contraseñas más utilizadas por los usuarios continúan siendo fácilmente vulnerables a ataques de hackers.
Este hecho no solo pone de manifiesto la falta de conciencia sobre la importancia de una contraseña robusta, sino que también subraya los riesgos a los que se exponen las cuentas personales y la información privada en el espacio digital.
Contraseñas en España
Un reciente estudio llevado a cabo por Preply, una plataforma digital de formación en idiomas, ha arrojado luz sobre una cuestión crucial: las contraseñas más usadas a nivel internacional, son consecuentemente, las más susceptibles a ser hackeadas.
Además, el estudio señaló que España figura entre los países con mayor uso de estas contraseñas vulnerables.
En España, las contraseñas consideradas más vulnerables reflejan una tendencia preocupante hacia la elección de opciones de seguridad débiles.
Al tope de esta lista, se encuentran ocho secuencias numéricas simples, destacándose “123456″ y “123456789″ por su coincidencia con las contraseñas más comprometidas a nivel global.
Dentro de las contraseñas no numéricas, “admin” sobresale como la más susceptible a ataques en el ámbito hispanohablante, registrando 276.638 incidentes de vulneración.
Esta opción, comúnmente preestablecida, muchas veces no es modificada por una más segura, pese a su evidente debilidad. En casos similares, el singular “0″ se posiciona como una de las contraseñas menos seguras, con 274.678 registros de hackeo.
El nombre “benjamín” se encuentra entre las vulnerabilidades más frecuentes, con 252.880 casos, resaltando la facilidad con que los nombres propios -tales como “Antonio” y “Santiago”, también muy hackeados- pueden ser explotados por ciberdelincuentes sin necesitar conocimientos avanzados de la lengua española.
Contraseñas como “*************” (276.638 incidentes), “barcelona” (244,768) y “usuario”, por la palabra “user” en inglés, con 195.768 casos, también se encuentran entre las más comprometidas en la comunidad hispanoparlante.
Además, se nota un patrón similar en otros países de habla hispana como México, Chile y Colombia en el uso de estas contraseñas fácilmente hackeables, lo que subraya un problema común en la región respecto a la seguridad digital.
Panorama mundial
La secuencia numérica “123456″ encabeza la lista de las contraseñas más comprometidas a nivel mundial, con 37.615.252 incidencias registradas en brechas de datos.
Esta alarmante cifra no ha disuadido a los usuarios de seguir optando por ella, convirtiéndola en la contraseña más habitual globalmente, con más de 4.5 millones de apariciones.
Siguiéndole en vulnerabilidad se encuentra la secuencia “123456789″, que ha sido parte de 16.7 millones de incidentes de seguridad, demostrando que la adición de tres dígitos adicionales no representa una mejora en términos de seguridad.
Un examen más detallado de las 50 contraseñas más hackeadas revela una predominancia de secuencias numéricas sencillas.
La mitad de las entradas en esta lista corresponden a combinaciones de números fácilmente predecibles, tal como “111111″, implicada en 4.9 millones de incidentes; “123123″, con 3.6 millones; “666666″, que figura en 1.5 millones; y “112233″, con 893,511 casos de vulneraciones de datos.
No obstante, en el conjunto de las contraseñas más comprometidas globalmente, algunas no incorporan cifras.
Liderando esta categoría se encuentra “qwerty”, correspondiente a las primeras seis letras encontradas en la fila superior de un teclado de ordenador, que ha sido identificada en 10.6 millones de incidentes de brechas de datos a nivel mundial.
Dentro del grupo de contraseñas constituidas por letras o combinaciones de palabras, destaca la expresión “iloveyou”.
A pesar de su mensaje afectuoso, esta contraseña ha sido parte de 2.3 millones de casos de vulneraciones, evidenciando su baja seguridad.
Otras contraseñas basadas en secuencias de letras incluyen “zxcvbnm”, que replica la fila inferior del teclado; “asdfghjkl”, emulando la fila media; y “aaaaaa”, cuya simplicidad habla por sí misma.
Recomendaciones para una buena contraseña
Es esencial destacar que el 97% de las contraseñas que han sido más comprometidas contienen menos de doce caracteres, marcando así un umbral importante a superar. La inclusión de códigos alfanuméricos, combinando letras y números, es una práctica recomendada. Pero este es tan solo el comienzo.
Resulta crucial enriquecer este código alfanumérico con la adición de símbolos y al menos una letra mayúscula, incrementando la complejidad frente a las herramientas utilizadas por los hackers.