Crear contraseñas no es un proceso complicado, pero sí repetitivo y por eso muchos usuarios optan por salidas fáciles que termina siendo la peor solución porque el único mecanismo de seguridad con el que cuentan es totalmente vulnerable. Algo que en Latinoamérica no cambia y un estudio lo puso en evidencia.
Según un estudio de Preply, las contraseñas más comunes en países hispanohablantes, como España, México, Chile y Colombia, revelan prácticas preocupantes. La lista está encabezada por secuencias numéricas simples como “123456″ y “123456789″, que son las mismas contraseñas más hackeadas a nivel global.
Sorprendentemente, la contraseña no numérica más vulnerable en Latinoamérica es “admin”, con un número de incidencias de 276.638 casos de brechas de datos. A pesar de ser una contraseña por defecto que generalmente se cambia por una más segura, muchos usuarios continúan utilizando “admin”, lo que los deja expuestos a riesgos innecesarios.
Otras contraseñas que figuran en la lista de las más vulnerables son nombres usuales como “Benjamin”, “Antonio” y “Santiago”. La tendencia de usar nombres personales como contraseñas suele estar relacionada por tener una mayor recordación por ser le nombre de los hijos, mascotas o familiares, información que los delincuentes pueden obtener con facilidad.
Además, hay otra opción repetida que consiste en usar combinaciones poco seguras como “*************” y nombres de ciudades, como “barcelona”. Estas elecciones facilitan el trabajo a los piratas informáticos y demuestran la necesidad urgente de educar a los usuarios sobre la importancia de contraseñas robustas.
Listado de claves más vulnerables en Latinoamérica
A continuación les dejamos el listado de las 20 contraseñas más hackeadas en nuestra región, según la investigación de Preply y el tiempo que le toma a los delincuentes para adivinarla:
- 123456
- 123456789: Menos de 1 segundo
- 12345678: Menos de 1 segundo
- 111111: Menos de 1 segundo
- 1234567: Menos de 1 segundo
- 1234567890: Menos de 1 segundo
- 123123: Menos de 1 segundo
- 12345: Menos de 1 segundo
- q1w2e3r4: Menos de 1 segundo
- 12345678910: Menos de 1 segundo
- admin: Menos de 1 segundo
- *************: Menos de 1 segundo
- 0: Menos de 1 segundo
- benjamin: 3 horas
- barcelona: Menos de 1 segundo
- antonio: 8 segundos
- user: Menos de 1 segundo
- 1a2b3c4d: Menos de 1 segundo
- santiago: 3 horas
- Admin123: 21 segundos
Las malas prácticas de los usuarios en Latinoamérica
Aunque continuamente los servicios en línea nos piden crear contraseñas o cambiarlas periódicamente, lo mejor es evitar las siguientes malas prácticas, si lo que queremos es cuidar nuestra información, dinero, privacidad y seguridad:
- Utilizar contraseñas simples: el uso de secuencias numéricas como “123456″ que sean fáciles de recordar, son muy fáciles de adivinar para los hackers.
- No cambiar contraseñas por defecto: la persistencia de contraseñas como “admin”, que suelen ser predeterminadas y menos seguras, revela una falta de conciencia sobre la importancia de cambiar estas contraseñas por opciones más robustas.
- Usar nombres personales: la elección de contraseñas basadas en nombres propios, como “benjamin”, no son seguras, porque normalmente estos nombres son de familiares y esa información la pueden ver los atacantes en redes sociales.
- Falta de diversidad en las contraseñas: la reutilización de contraseñas en múltiples cuentas aumenta el riesgo de una violación de seguridad masiva, porque una vez una clave se adivina será fácil entrar a otros perfiles.
- Contraseñas cortas: el 97 % de las contraseñas más hackeadas tienen menos de 12 caracteres, eso quiere decir que además de usar combinaciones simples, los usuarios prefieren opciones cortas. Según Preply, lo idea es crear claves con un mínimo de 12 caracteres, aunque lo ideal es que tenga entre 16 a 20, combinando letras, números y caracteres especiales.