En qué consiste el método POSEC y cómo aplicarlo para gestionar el tiempo de manera eficiente

Una administración ordenada de este recurso puede ser fundamental para mantener la motivación y evitar el agotamiento

Este enfoque no solamente busca la eficiencia en la gestión del tiempo, sino que también sugiere que la efectividad personal puede conducir al éxito en otros ámbitos de la vida. (Imagen ilustrativa Infobae)

El método POSEC se presenta como una herramienta significativa para las personas interesadas en mejorar su gestión del tiempo, destacando la importancia de autorrealización como un elemento clave para contribuir significativamente al desarrollo de la sociedad a la que pertenecen.

Este enfoque no solamente busca la eficiencia, sino que también se alinea con la jerarquía de necesidades de Maslow, sugiriendo que la efectividad personal puede conducir al éxito en otros ámbitos de la vida.

A diferencia de otras estrategias, esta ofrece un marco general en lugar de instrucciones detalladas paso a paso, enfocándose en la priorización de tareas y objetivos para equilibrar la vida personal y profesional. De hecho, busca maximizar las 24 horas del día para que también se pueda dedicar tiempo a las actividades que produzcan satisfacción.

Cuáles son las 5 fases del método<b> </b>POSEC

El método POSEC ofrece un marco general en lugar de instrucciones detalladas paso a paso, enfocándose en la priorización de tareas y objetivos para equilibrar la vida personal y profesional. (Weebly)

Este método, que se presenta como una alternativa para enfrentar los desafíos cotidianos, promete un equilibrio entre la productividad y el bienestar a través de sus cinco fases: Priorizar, Organizar, Simplificar, Economizar y Contribuir.

  • Priorizar:

Esta primera fase implica fijar y enfocarse en objetivos claros, dedicando tiempo de manera efectiva para su realización y haciendo una evaluación minuciosa de las tareas urgentes y prioritarias mediante herramientas como la matriz de Eisenhower.

Este principio se aplica sin importar que se esté hablando de priorización a largo o corto plazo, de hecho, se pueden tener metas de vida o simplemente tareas para el día siguiente. Lo importante es establecer que se quiere lograr y priorizar todo lo que sea necesario para que se haga exactamente eso.

  • Organizar:
La organización implica tomar esta lista priorizada y estructurarla de manera que pueda abordarse de forma realista durante el día o la semana. (Imagen ilustrativa Infobae)

La organización cobra importancia al estructurar actividades que no solo están directamente relacionadas con estos objetivos, sino también aquellas que los impactan indirectamente, como las responsabilidades familiares y financieras.

Es muy relevante tener en cuenta que, en su conjunto, también están contribuyendo a la consecución de las metas. De hecho, lo más probable es sin un ambiente familiar agradable, ni la estabilidad de las finanzas o seguridad del entorno en el que vivimos, muy difícilmente se podrían alcanzar.

Al igual que el primer nivel, se puede aplicar tanto a planes a largo plazo como a las actividades que se tiene que hacer a diario.

  • Simplificar:
Simplificar implica reconsiderar tareas no esenciales y evaluar si pueden ser delegadas. (Imagen ilustrativa Infobae)

La tercera fase, Simplificar, enfatiza en la optimización, delegación y eliminación de tareas no esenciales. En este caso se trata de aquellas actividades sencillas y rutinarias que consumen mucho tiempo. Una solución muy útil es encontrar de alguna manera la posibilidad de automatizarlos para hacer más eficiente todo el proceso.

  • Economizar:
Economizar implica crear un cronograma que incorpore todas las tareas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Economizar sugiere la implementación de la técnica del timeboxing para asignar bloques de tiempo específicos a cada actividad, incluido el descanso. Asimismo, incentiva la agilización de tareas rutinarias y la gestión del tiempo dedicado a pasatiempos, asegurando que todas estas actividades contribuyan, de una forma u otra, al logro de los objetivos personales.

Solo se trata de tener más cuidado con la cantidad de tiempo que dedicamos a estos hobbies que nunca son urgentes. Por lo tanto, si vamos a respetar la Priorización propuesta en el Nivel 1, estas actividades solo pueden realizarse después de haber resuelto las tareas directamente relacionadas con nuestras metas.

  • Contribuir:
Contribuir añade una dimensión de generosidad a la rutina. (Imagen ilustrativa Infobae)

Finalmente, la contribución social, que aparece como el último nivel de este marco, enfatiza la importancia de retribuir a la comunidad una vez que se han alcanzado los niveles anteriores de autorrealización y eficiencia. Este aspecto incorpora desde acciones simples hasta compromisos más significativos, siempre con el objetivo de compartir valor y mejorar el entorno comunitario.

Contribuir añade un elemento de generosidad y propósito, incitando a la inclusión de tareas que benefician a otros.