Bitcoin, la criptomoneda más popular del mercado digital, perdió impulso en las últimas horas después de alcanzar máximos no vistos en los últimos dos años. La divisa digital que sostenía un movimiento alcista tuvo una ruptura y está cerca de bajar de la barrera de los 51.000 dólares por unidad.
Los especialistas apuntan que la criptodivisa está sosteniendo un actitud de resistencia en el mercado, pues a pesar de la caída en su valor el volumen de operaciones se mantiene 25.070 millones de dólares.
Algunos de los entusiastes de BTC prevén que la moneda tenga un efecto rebote acompañado de los esfuerzos de un grupo de alcistas y en el mejor de los casos pueden elevar del valor de los 61.000 dólares por unidad en corto plazo.
Cotización de la criptomoneda bitcoin
El costo de la criptomoneda bitcoin para este día a las 09:00 horas (UTC) es de 51287.11 dólares. Esto quiere decir que el activo digital tuvo un cambio de -0.92% en el último día, así como un movimiento de 0.13% en la última hora.
Por su nivel de capitalización, esta moneda digital ocupa la posición #1 entre las más populares.
El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al mundo de las criptomonedas después de declarar en una entrevista para Fox News que está tratando de adoptar Bitcoin en sus finanzas y quiere realizar pagos con esta divisa, sin embargo, dejó claro que mantiene una clara preferencia por el dólar estadounidense, “la moneda única”.
Todo sobre las criptomonedas
Las criptomonedas están dejando de ser elementos extraños y han comenzado a meterse en el lenguaje del día a día, despertando el interés de aquellos a quienes les preocupan las finanzas o hasta llegar al grado de ser legalizadas en algunas regiones del globo terráqueo.
Como su nombre lo indica, las criptodivisas utilizan métodos criptográficos o de cifrado para realizar transacciones en un sistema descentralizado y, la mayoría de ellas, por medio de cadenas de bloques (blockchain), lo que lo aleja de los modelos tradicionales en donde los bancos funcionan como intermediarios.
Su innovación ha ocasionado que muchas personas estén interesadas en invertir en las monedas digitales, pues su valor ha aumentado considerablemente en los últimos años siendo bitcoin, ethereum y dogecoin las más populares y las que mayor capitalización cuentan en el mercado.
Cada una de estas unidades son creadas a través de un proceso llamado “minado” y los usuarios las pueden adquirir a través de diversos agentes o bolsas de monedas virtuales, para luego almacenarlas en “monederos criptográficos” o hacer diversas transacciones con ellas por medio de claves únicas.
Pese a que fue en el 2009 cuando el bitcoin entró al mercado como la primera criptodivisa en el mundo, lo cierto es que éstas apenas están experimentando un auge en el ámbito financiero, por lo que se espera que su uso sea mayor en un futuro no tan lejano.
Los riesgos
Las criptomonedas tienen diversos factores que las hacen únicas: el no estar reguladas por ninguna institución; no requerir de terceros en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean alteradas.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el hackear esta seguridad es posible pero difícil , pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.
Quien invierte en este tipo de monedas digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos únicamente guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.