En el futuro la seguridad corporativa podría prescindir de contraseñas y credenciales para adoptar un método más personalizado e infalible: el propio cuerpo del empleado. Avances en inteligencia artificial y tecnología de sensores están llevando a las empresas a contemplar el uso de datos biométricos, desde el reconocimiento facial hasta el análisis de la marcha, para autenticar identidades y proteger sus sistemas.
Esta tendencia hacia una “llave de seguridad corporal” promete, según investigaciones publicadas por The Wall Street Journal, una experiencia sin fisuras para los empleados y una protección robusta contra ciberataques, aunque también plantea preguntas críticas sobre la privacidad y el manejo de información personal sensible.
La biometría está ganando terreno en diversos sectores. En la actualidad, algunas clínicas utilizan scanners de palma para registrar pacientes. De hecho, en escenarios menos complejos y cotidianos, el desbloqueo de smartphones mediante reconocimiento facial o de huellas dactilares es cada vez más común. Incluso en aeropuertos, estadios y recintos de conciertos, se puede observar un aumento en el uso de esta tecnología.
Esto opinan los expertos
Según Mohamed Lazzouni, director tecnológico de Aware, la experiencia para los empleados será extremadamente fluida. “Tan pronto como llegues al estacionamiento, tu geolocalización será transmitida a un sistema a través del teléfono que se te ha proporcionado. Al cruzar la puerta principal, el reconocimiento facial podría abrirla y, del mismo modo, desbloquear tu computadora”, explicó en entrevista con The Wall Street Journal.
No obstante, la adaptación de la biometría en el entorno laboral no está exenta de desafíos, especialmente en lo que respecta a la privacidad y seguridad de los datos. Hayley Tsukayama, directora asociada de activismo legal en la Electronic Frontier Foundation, enfatizó al ser consultada por el mismo medio, en la importancia de que las personas estén plenamente informadas sobre qué datos se recopilan y cómo se utilizan.
“En lo que respecta a la biometría, queremos asegurarnos de que la gente sepa qué se está recopilando, sepa para qué fines se está utilizando y pueda pedir que se detenga si se siente incómoda con ello”, aseguró Tsukayama.
El riesgo de una identificación errónea por parte del software y la irrevocabilidad de los datos biométricos, tales como huellas dactilares o rasgos faciales, son aspectos críticos a considerar. “Nadie puede darme nuevas huellas dactilares. Nadie puede darme una cara nueva. Así que si esa información es hackeada, por ejemplo, y en un formato en el que otras personas puedan utilizarla, ahí se acaba el juego”, alertó.
Por otro lado, según Rhon Daguro, CEO de AuthID, la tecnología biométrica ofrece una protección sin precedentes: “Es fácil copiar la contraseña de un empleado, pero es realmente difícil copiar la cara de un empleado que está en movimiento”.
AuthID eliminó el uso de contraseñas en su entorno de trabajo, confiando plenamente en la tecnología biométrica, una postura que refleja el compromiso de la empresa con la innovación que está desarrollando: “Abrimos el portátil, la cámara se enciende, colocamos nuestra cara en el visor, y de repente estamos conectados”.
Lo cierto es que la biometría podría transformarse en algo incluso más íntimo, con la posibilidad de chips implantados que, más allá de sus funciones de monitoreo de salud, servirían también para la seguridad. Daguro contempla un futuro donde “nadie pondrá un chip en tu cuerpo solo por identidad, pero sí por conocimiento, por salud, o para ayudar a vivir un estilo de vida mejor. Y entonces, la conveniencia será un seguimiento rápido”.
Las grandes tecnológicas como Google, Apple, Amazon y Microsoft, ya están impulsando alternativas a las contraseñas tradicionales. Estas alternativas, conocidas como passkeys, se desbloquean mediante biometría y representan un avance significativo en seguridad digital.
“Imágenes faciales, detección de vida, escáneres de iris, escáneres de venas, ritmo cardíaco, todos tienen pulsos únicos o biorritmos que te marcan como tú, y pueden ser utilizados para propósitos de inicio de sesión”, explicó Andrew Shikiar, director ejecutivo de la FIDO Alliance.