La criptomoneda bitcoin ha experimentado un fuerte aumento en su valor en los últimos días, por primera vez en dos años logró superar la barrera de los 52.000 dólares y se ha posicionado como una de las divisas digitales más saludables de la actualidad.
El bitcoin, la primera criptomoneda lanzada al mercado, fue creado por Satoshi Nakamoto (pseudónimo) en 2008 tras la crisis financiera que afectó al mundo; esta divisa digital tenía como base un ideal libertario y buscaba poner en jaque a las instituciones monetarias y financieras tradicionales.
Conocido en el mundo de los mercados bajo las siglas BTC, el bitcoin utiliza la criptografía para garantizar que su gestión sea descentralizada, es decir, que no pueda ser regulado por ninguna institución u organismo bancario, lo que a su vez hace que las criptomonedas sean volátiles.
Pese al avance y alcance que ha tenido el Bitcoin y otros activos digitales de gran talla como Ethereum, organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aún se muestran dudosos sobre los beneficios de este tipo de criptomonedas.
Pese al escepticismo, hay quienes han apostado por el bitcoin: El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar esta criptodivisa como moneda legal el 9 de junio de 2021 y Honduras Próspera, una zona especial autónoma centroamericana, también ha hecho lo propio.
Cotización de la criptomoneda bitcoin
El valor de la criptomoneda bitcoin para hoy a las 09:00 horas (UTC) es de 52053.95 dólares. Esto quiere decir que la moneda digital tuvo un cambio de 4.72% en las últimas 24 horas, así como un movimiento de 0.16% en la última hora.
En las últimas 24 horas la criptomoneda se ha mantenido en los mismo rivales e incluso llegó a un pico de 52.510 USD por unidad. A pesar de que el valor de la criptomoneda se ha mantenido estable, los expertos en el mercado de criptomonedas han señalado que hay dos eventos de liquidación que amenazan su buen paso.
Por su nivel de capitalización, esta moneda digital ocupa la posición #1 entre las más populares.
Cómo funcionan las criptomonedas
Las criptomonedas están dejando de ser elementos ajenos y han comenzado a meterse en el lenguaje cotidiano, despertando el interés de aquellos a quienes les preocupan las finanzas o hasta llegar al grado de ser legalizadas en algunas regiones del globo terráqueo.
Como su nombre lo indica, las divisas digitales utilizan métodos criptográficos o de cifrado para realizar transacciones en un sistema descentralizado y, la mayoría de ellas, por medio de cadenas de bloques (blockchain), lo que lo aleja de los modelos tradicionales en donde los bancos funcionan como intermediarios.
Su innovación ha ocasionado que muchas personas estén interesadas en invertir en las monedas digitales, pues su valor ha crecido considerablemente en los últimos años siendo bitcoin, ethereum y dogecoin las más populares y las que mayor capitalización cuentan en el mercado.
Cada una de estas unidades son fundadas a través de un proceso llamado “minado” y los usuarios las pueden adquirir a través de diversos agentes o bolsas de monedas virtuales, para luego almacenarlas en “monederos criptográficos” o hacer diversas transacciones con ellas por medio de claves únicas.
Pese a que fue en el 2009 cuando el bitcoin entró al mercado como la primera criptodivisa en el mundo, lo cierto es que éstas apenas están experimentando un auge en el ámbito financiero, por lo que se espera que su uso vaya en aumento en un futuro cercano.
Entre riesgos
Las criptomonedas tienen diversos factores que las hacen únicas: el no estar controladas por ninguna institución; no requerir de intermediarios en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el hackear esta seguridad es posible pero difícil , pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.
Quien invierte en este tipo de monedas digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos sólo guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.