Google ha tomado una decisión drástica con su política de seguridad, instaurando restricciones más rigurosas que prohíben la descarga de aplicaciones de terceros que no se encuentren en la Google Play Store. Este cambio simboliza un esfuerzo por parte de la compañía de Mountain View para hacer frente al creciente número de aplicaciones fraudulentas que utilizan los permisos de Android para actos delictivos, y así proteger a los usuarios de estafas frecuentes como el phishing.
Estas acciones colocan a Google en un punto de desequilibrio especialmente cuando su principal competidor, Apple, informó recientemente que se iba a abrir a una flexibilización para la instalación de software de terceros fuera de la App Store, que es algo que Android había tenido en sus funciones hasta el momento.
La empresa tecnológica ha trabajado en colaboración con la Agencia de Seguridad Cibernética de Singapur (CSA) para desarrollar una herramienta que se integra en su sistema de seguridad Play Protect, extendiendo su capacidad de acción más allá de la vigilancia de aplicaciones dentro de la Google Play para incluir el bloqueo de aquellas descargas que no cumplan con los estándares de seguridad establecidos por la Google.
Por qué surge está medida de varias restricciones para usuarios de Android
La medida tiene como principal referencia la alta preocupación por las diversas aplicaciones que obtienen permisos abusivos para acceder a códigos de seguridad enviados vía SMS o notificaciones, siendo la oportunidad para que actores fraudulentos puedan registrar sus scams.
En principio, Google optaba decantarse por advertir a los usuarios acerca de los posibles riesgos al descargar aplicaciones de fuentes no oficiales, pero, en un cambio considerable de estrategia, ahora ha decidido proceder con un bloqueo activo y duradero de estas instalaciones, reforzando así las medidas de ciberseguridad de su ecosistema.
Según TechCrunch, un vocero de Google “más del 95 % de las aplicaciones instaladas que explotan estos permisos provienen de fuentes externas a la Google Play”, destacando el riesgo significativo que representa para la comunidad en general y los dispositivos móviles.
¿Ya se está comenzando a ver bloqueos en Android?
La iniciativa fue probada en Singapur, pero se encuentra en planes de próximamente ser expandida en todo el mundo, que refleja de cierta manera la preocupación de Google de minimizar los riesgos de seguridad de sus usuarios, tratando de proteger sus datos personales y financieros en una sociedad que cada vez más está más inmersa en lo digital.
También, es importante resaltar que esta nueva política restrictiva no solo afecta a los millones de usuarios que durante mucho tiempo han gozado de la libertad de instalar o eliminar aplicaciones de distintas fuentes, sino que además propone grandes desafíos para los desarrolladores de aplicaciones independientes cuyas apps no están presentes en la Google Play Store.
Lo que puede pasar es que estos desarrolladores deberán ahora pasar por los procesos de verificación exhaustivos y cumplir con las políticas de Google si desean que sus productos sean accesibles para los usuarios de Android.
Esta la implementación son una de las restricciones más severas por parte de Google, que pretende un balance entre la libertad de sus usuarios, con la importancia de proteger sus datos privados de amenazas persistentes que inundan la red.
La medida, aunque pueda ser vista como restrictiva por algunos, es precedente de la responsabilidad que deben tener de las grandes tecnológicas en la creación de un ecosistema digital seguro y que se pueda entender sobre cómo abordar los desafíos de la ciberseguridad en la distribución de aplicaciones móviles.
En este sentido, se puede concluir que Google sigue aumentando las medidas de protección para los usuarios que tienen móviles con su sistema operativo Android.