La atención que existe actualmente en los hogares por reducir la tarifa de energía, incita a pensar sobre cómo se puede mitigar ese consumo y de otros recursos finitos, en donde por ejemplo, las lavadoras, electrodomésticos que están en gran cantidad de hogares en el mundo, son un punto fundamental para la eficiencia energética.
Su uso frecuente convierte a este elemento doméstico en un objetivo prioritario para implementar estrategias que reduzcan el consumo energético en las casas. A raíz de esta preocupación, en la actualidad se han venido dando innovaciones incluidas por los fabricantes en modelos recientes que demuestran que es posible combinar eficacia con ahorro energético, a través de programas y configuraciones optimizadas.
Los diseñadores tecnológicos de lavadoras con el pasar de los años buscan no solo mejorar la experiencia de uso, sino también contribuir al cuidado del medio ambiente y a la economía de las casas. Funciones como ajustes automáticos de carga, optimización de ciclos y uso de sensores para medir la suciedad están diseñadas para utilizar solo la cantidad de agua y energía necesarias, previniendo desperdicios y sobreconsumo.
¿Cuál es el botón secreto que reduce el precio de energía en su factura ?
Expertos en eficiencia energética enfatizan que acciones que parecen simples como bajar la temperatura del agua durante los lavados pueden reducir el consumo eléctrico de manera notable. Lavados con agua fría, según estudios, pueden significar un ahorro de hasta un 90 % en comparación con ciclos de agua caliente. Esta información cobra especial relevancia en hogares donde la lavadora es usada frecuentemente.
A su vez, optar por programas de centrifugado en vez de secadoras incorporadas presenta otra vía de ahorro. Tener secadora y lavadora puede aumentar considerablemente la factura de energía y por ello se debe preferir el centrifugado, debido a que elimina eficientemente el exceso de agua, reduciendo los tiempos y el consumo energético en el posterior proceso de secado, sin importar que sea natural o mecánico.
También, para ahorrar energía y agua al usar la lavadora se debe tener en cuenta el tipo de detergente que se usa, esto con el fin de tener un lavado óptimo en el menor tiempo posible. Es recomendable preferir un jabón que elimine la suciedad de manera radical y no optar por varias lavadas.
¿Qué otros electrodomésticos pueden disminuir el consumo de energía?
Si bien las lavadoras juegan un papel fundamental en mitigar el impacto en la factura de servicios públicos, la búsqueda de eficiencia energética abarca a todos los electrodomésticos del hogar. La implementación de dispositivos que priorizan el ahorro es crucial, entre los que están aparatos como lavavajillas, secadoras, aires acondicionados, y refrigeradores entre los de mayor impacto en el consumo energético doméstico.
En particular, las neveras requieren una mención especial debido a su funcionamiento continuo. Una adecuada ventilación y un mantenimiento regular pueden asegurar un funcionamiento óptimo, evitando consumos innecesarios de energía.
Además, hay unas estrategias sencillas que disminuyen el impacto energético entre las que se mencionan por ejemplo, cerrar la nevera ayuda a conservar la temperatura interna, lo cual beneficia que los alimentos se mantengan en condiciones óptimas por más tiempo; reduce el consumo de energía, ya que el electrodoméstico no tiene que funcionar más de lo necesario y previene el desgaste prematuro del aparato, prolongando su vida útil.
La eficiencia energética en el hogar no es solo una cuestión de tecnología o funciones incorporadas en los electrodomésticos, sino también de hábitos y conciencia sobre el uso de estos. El caso de las lavadoras ejemplifica cómo la aplicación de ciertas medidas y la selección de equipos adecuados pueden marcar una diferencia significativa en el consumo energético y en el impacto ambiental.