Comprar un nuevo televisor implica una inversión considerable, pero esta es solo una parte del trato y de hecho, algunos usuarios olvidan que además de la adquisición de un dispositivo con tecnología de punta, es vital realizar una correcta instalación del mismo.
Este factor, que tal vez podría pasarse por alto, resulta siendo determinante para poder disfrutar al máximo de juegos, películas, series y contenido.
De hecho, es muy probable que aquellos que no tienen en cuenta el montaje del TV puedan encontrar algunas limitaciones en su experiencia e incluso en las funciones de su tele.
Es por ello que para evitar errores que puedan impactar la calidad de la imagen, el sonido o la durabilidad del dispositivo, es muy importante seguir las siguientes cinco recomendaciones para evitar las equivocaciones más frecuentes al momento de realizar su instalación.
1. No se debe instalar demasiado lejos
Poner el televisor muy lejos o muy cerca puede afectar la calidad de la experiencia visual, y es por esta razón que existen medidas recomendadas que se basan en consideraciones ergonómicas, así como del tamaño del hogar.
Según las pautas generales, las distancias a la que se debe poner el TV son:
- 32 pulgadas: Distancia entre 1.5 y 2.5 metros.
- 55 pulgadas: Distancia entre 2.5 y 3.5 metros.
- 65 y 75 pulgadas: Distancia de 3 a 4 metros.
2. Asegurarse de comprar los soportes correctos
Un aspecto importante a la hora de montar un televisor en la pared es elegir los soportes adecuados que resistan el peso del mismo y que no se vean una vez se termine con la instalación.
Para evitar este error estético, es necesario asegurarse que los soportes sean del tamaño correcto para el TV y se oculten perfectamente detrás.
También es fundamental tener presente que para este tipo de trabajo se suelen necesitar herramientas para hacer los agujeros en la pared y asegurar los agarres del soporte.
3. No se debe hacer la instalación solo
Los televisores modernos son dispositivos sofisticados que requieren de una instalación adecuada para garantizar su funcionamiento y durabilidad.
Y aunque adquirirlos es costoso y ahorrar un dinero puede ser tentador para motivarnos a asumir el montaje por cuenta propia, lo cierto es que estos equipos son frágiles y los modelos más grandes pueden resultar difíciles de manejar de forma segura.
Esto puede provocar accidentes, daños al televisor o a la pared; o también una mala colocación que afecte a la calidad de la imagen o el sonido.
Por eso, lo más recomendable es buscar ayuda, ya sea de amigos, familiares o profesionales. De esta forma, se evitan riesgos innecesarios y se asegura de contar con la asistencia necesaria para una instalación segura, rápida y eficiente.
4. No poner el televisor demasiado alto
Colocar el televisor demasiado alto es un error que puede provocar que se tenga que forzar la vista o el cuello para ver la pantalla correctamente. Lo ideal es que el centro del panel esté alineado a la altura de los ojos cuando se está sentado en el sofá.
Siempre se debe evitar ponerlo sobre chimeneas o en rincones altos que dificulten la visión y que además obliguen a inclinarlo hacia abajo para verlo mejor.
Esto último puede perjudicar la calidad de la imagen y la experiencia al ver contenido, sobre todo películas o transmisiones en vivo.
Siempre se recomienda ajustar la altura de montaje para que se pueda ver la pantalla de manera directa, cómoda y sin necesidad de inclinar la pantalla.
5. No dejar los cables a la vista
Los cables descuidados pueden afectar negativamente al aspecto de los espacios de entretenimiento y dificultar el acceso a otros dispositivos.
Para solucionar este problema existen diferentes métodos como los ocultadores de cables que se adhieren a la pared o las canalizaciones que se instalan en el suelo o el techo.
Estos accesorios te permiten mantener los cables ordenados y fuera de la vista. Aunque también se debe asegurarse que todos estén bien sujetos y no se enreden entre sí.