Air fryer: seis consejos para usar por primera vez la freidora

Estrenar un electrodoméstico siempre es una experiencia llena de expectativas y curiosidad, más aún cuando se trata de una freidora de aire, un artefacto que ha cambiado las reglas del juego en la preparación de alimentos en el hogar.

A continuación, algunos consejos clave dirigidos a principiantes en el uso de la air fryer, en los que se brinda pautas para optimizar las preparaciones y evitar los errores más comunes, garantizando así el éxito en cada receta.

Al abrir el paquete de la freidora de aire, se encontrará que, además del aparato, viene con algunos accesorios necesarios para su uso, como la rejilla, la bandeja o la canasta. Estos complementos pueden variar según la marca o el modelo.

Lo primero que se debe hacer es lavar estos accesorios con cuidado y dejarlos secar. Luego, es momento de sacar la freidora de la caja y colocarla en un lugar adecuado. Este lugar debe ser una superficie plana que tolere el calor y estar a no menos de 20 centímetros de distancia de la pared.

Esto es para asegurar que, al expulsar el aire caliente, haya suficiente espacio para que circule sin sobrecalentar la pared. También es bueno mantener espacio alrededor de la freidora y evitar colocarla muy cerca de otras paredes.

Antes de cocinar, es posible detectar un aroma peculiar, típico de los electrodomésticos nuevos. Aunque este olor a recién adquirido puede no ser del agrado, no constituye un riesgo.

Para deshacerse de este, se sugiere activar la función ‘precalentar’ en la freidora de aire por unos diez minutos, simulando el proceso de cocción. Esto ayuda a eliminar el olor característico del aparato nuevo.

Si la freidora de aire no dispone de una función de precalentamiento específica, se recomienda mantenerla encendida por un periodo de 5 a 10 minutos a una temperatura entre 180/200º C, variando según el modelo especifico que se posea.

1. Se recomienda el uso de un spray de aceite para mejorar el sabor y la textura crujiente de las recetas. Bastará con una o dos aplicaciones. Esta práctica no solo permite un ahorro en cuanto al aceite, sino que también reduce la cantidad de calorías de los platos, contribuyendo a una alimentación más saludable.

2. Es importante colocar siempre la rejilla dentro de la cesta de la freidora de aire. La cesta podría venir con la rejilla incorporada o como un accesorio adicional, pero independientemente de esto, es crucial asegurarse de que la rejilla esté situada sobre la canasta.

Esto permite que el aire circule libremente alrededor de la comida, lo cual es fundamental para cocinar correctamente y aprovechar al máximo la freidora. Adicionalmente, esto evitará que los alimentos se saturen con el poco aceite o los jugos que puedan caer al fondo.

3. Es fundamental precalentar la freidora de aire antes de usarla. Esta práctica asegura que los alimentos queden tan crujientes y apetitosos como se desea. Introducir alimentos fríos en una freidora que no ha sido precalentada puede afectar negativamente el resultado final, perdiendo esa textura crujiente que se busca.

4. Durante el proceso de cocción, es posible abrir y cerrar la freidora de aire para verificar cómo van los alimentos o para moverlos. En este último caso, es importante usar pinzas anchas diseñadas para este fin, con el objetivo de no dañar el recubrimiento antiadherente del aparato.

Estas mismas pinzas se pueden utilizar para extraer los alimentos una vez cocidos. La función principal de la freidora es disminuir hasta un 70% la cantidad de grasas en la comida, al mismo tiempo que reduce la necesidad de aceite en su preparación. Por ello, el uso de estas pinzas anchas es crucial para manejar los alimentos sin afectar su calidad.

5. Es esencial agitar la canasta de la freidora de aire mientras se cocina, ya que esto asegura una cocción uniforme de los alimentos. Esta práctica es crucial para la mayoría de los ingredientes preparados en la freidora.

6. Es recomendable evitar cocinar alimentos con salsa en la freidora de aire, ya que la salsa puede gotear a través de la rejilla hasta el fondo de la canasta y quemarse, lo que arruinaría el plato.