Hace unos años, los internautas descubrían a los influencers, personas que se dedicaban a documentar sus vidas en redes sociales y que monetizaban su contenido. Ahora, llegan los influencers o modelos impulsados por inteligencia artificial, que básicamente hacen lo mismo que los humanos pero sin serlo.
De acuerdo con TrendsLab, “son personajes virtuales que han sido creados por humanos y, a veces, con la ayuda de inteligencias artificiales que pueden representarse en cualquier situación, lugar o junto a cualquier producto”.
Las agencias y marcas pensaron que los humanos virtuales representarían mucho mejor los valores y aspiraciones de cada campaña que busque posicionar algún servicio o producto, explicó el laboratorio de tendencias mexicano.
De hecho, una reciente investigación realizada por la Universidad de Ciencia y Tecnología de Abbottabad en Pakistán presentó que la probabilidad de que los consumidores adquieran productos promocionados en línea por influencers o modelos generados por inteligencia artificial es tan alta como si lo hubiera hecho un ser humano.
Igualmente se descubrió que los modelos hechos por inteligencia artificial habilitan una forma innovadora de marketing altamente focalizado, que disminuye la dependencia de la mano de obra humana, a pesar de que el mundo de los influencers es un mercado muy reciente.
La investigación presentada en la conferencia de la British Academy of Management, se basó en la comparación de publicidades hechas por modelos hechos por IA y creadores de contenidos humanos.
Descubrieron que el 78% de los comentarios dejados en Instagram debajo de los anuncios de influencers de IA eran positivos, el 17% neutrales y el 5% negativos. Para los anuncios humanos las cifras fueron 75%, 19% y 6%.
Los casos más exitosos
A pesar de ser un fenómeno muy reciente, ya existen varios influencers o modelos impulsados por IA que son bastantes populares.
Lil Miquela
Se define como una “robot viviente” según su propia descripción en Instagram, tiene una audiencia de 2,6 millones de seguidores. Reside en la ciudad de Los Ángeles (como muchas influencers) y posee raíces que se extienden tanto a Brasil como a España.
En su carrera, ha trabajado junto a empresas renombradas como Spotify y Samsung, y en la plataforma Roblox comercializando artículos digitales. Además, ha incursionado en el mundo de los NFT y ha compartido pantalla con la modelo Bella Hadid en una campaña publicitaria de Calvin Klein.
Shudu
Con una comunidad de 241 mil seguidores en Instagram, ella se autodenomina “La primera supermodelo digital del mundo”. Aunque no cuenta con una historia tan extensa como la de Miquela, ha colaborado con la marca de cosméticos Fenty Beauty de Rihanna, TheDiigitals.com y la casa de moda Balmain.
Emily Pelligrini
Es una modelo virtual centrada en contenido para adultos y creada a través de inteligencia artificial. Ha conseguido reunir una audiencia de más de 80 mil seguidores en su cuenta de Instagram. En tan solo seis semanas, logró ingresos aproximados de 10.000 dólares estadounidenses mediante Fanvue, una plataforma de suscripción a contenido exclusivo que compite en el mercado con OnlyFans.
Qué dice ChatGPT
Si bien este chatbot no tiene opiniones ni creencias propias, es posible preguntarle qué información aloja sobre los influencers virtuales o impulsados por inteligencia artificial.
ChatGPT limita su definición de estos personajes virtuales a “no son personas reales”. Asimismo, señala que este fenómeno refleja como los últimos avances tecnológicos están a la orden del entretenimiento y ocio humano.
“La popularidad de influencers virtuales como Lil Miquela y Shudu destaca la creciente intersección entre tecnología y entretenimiento. Estos personajes digitales son creados para interactuar con audiencias en plataformas de redes sociales y pueden ser utilizados para promocionar marcas, música u otros contenidos”, dijo.
“Esta tendencia plantea preguntas interesantes sobre la autenticidad en las interacciones en línea y cómo la inteligencia artificial puede influir en la cultura de las redes sociales”, concluyó.