Revolución con los influenciadores, ahora se tratarán como medios de comunicación

La Autoridad para la garantía en las comunicaciones de Italia (Agcom) decidió establecer nuevas normas para controlar lo que los influencers comparten en internet, especialmente en redes sociales.

Esto ocurrió debido a un problema que se presentó con una influencer muy conocida en Italia, Chiara Ferragni, quien promocionó un pan dulce especial de Navidad, llamado Pandoro, que llevaba su apellido y era de la marca Balocco, además, se le decía a los consumidores que cada venta supondría una donación para el hospital Regina Margherita de Turín.

Pero, lejos de la realidad, se ha acabado desvelando que la empresa simplemente hizo una donación previa de 50.000 euros, una cifra que no depende de las ventas y que está muy lejos de los beneficios que tanto Balocco como las empresas de Ferragni han obtenido por esta campaña.

Por hacer esto, la acusaron de “práctica comercial desleal”, lo cual significa que no fue transparente o se portó de una forma que podría engañar a las personas que la siguen.

La agencia del gobierno encargada de este tema lanzó un comunicado donde dice que el contenido de los influencers debería seguir unas reglas parecidas a las que tienen los programas de televisión o los periódicos.

La idea es evitar que los influencers hagan publicidad sin que quede claro que lo es, asegurándose de que sean honestos y claros con sus seguidores.

“En caso de contenidos con la inclusión de productos, los influencers están obligados a mostrar un texto que destaque la naturaleza publicitaria del contenido de manera pronta e inmediatamente reconocible”, dijo Agcom.

La Autoridad italiana también señaló que se adoptaría un código de conducta que defina las medidas a las que los influencers deberán adherirse. El código se redactará respetando los principios de transparencia y reconocibilidad de los influencers, quienes deberán ser claramente identificables y contactables.

El documento describe, específicamente, que los creadores de contenido que tendrán que atender las nuevas normas son aquellos que:

“Que operan en Italia y que alcanzan, entre otras cosas, al menos un millón de seguidores en varias plataformas o redes sociales en las que trabajan y han superado en al menos una plataforma o red social un valor de tasa de interacción media igual o superior al 2% (es decir, han provocado reacciones de usuarios, a través de comentarios o likes, en al menos el 2% de los contenidos publicados)”.

En la Mesa técnica que creará el código participarán también sujetos que normalmente no entran en el ámbito normativo y regulador de la Autoridad, como aquellos involucrados en el mundo del marketing de influencers, no solo creadores de contenido, sino también sujetos que actúan como intermediarios entre estos y las empresas.

“Esto permitirá incorporar las demandas de estos sujetos y guiar su acción”, dijo Agcom.

Este proyecto regulatorio está en línea con otras iniciativas nacionales adoptadas por otros Estados miembros de la Unión Europea y con los análisis y soluciones propuestas en relación con las actividades de los influencers por el Grupo de Reguladores Europeos del Audiovisual.

La destacada figura italiana, reconocida tanto dentro de su nación como a nivel global, ha sabido cultivar una sólida base de admiradores, alcanzando más de 29 millones de seguidores en Instagram.

Su influencia trasciende las redes sociales, siendo también cabeza de una red empresarial y participando junto a su esposo, el cantante Fedez, y sus hijos en la docuserie de Amazon Prime, The Ferragnez.

El impacto de la reciente controversia se vio reflejado en una disminución del 0,3% de su audiencia en la mencionada plataforma, lo que se traduce en unos 90.000 seguidores menos.

El pasado 18 de diciembre abordó la situación a través de un video en Instagram, en el que expresó: “He cometido un error de comunicación. Un error que atesoraré en el futuro, separando completamente cualquier actividad benéfica, que siempre he hecho y seguiré haciendo, de actividades comerciales”.