Venta de leche materna en internet: la historia de un fetiche viral

La venta de lecha materna en línea no está prohibida, por lo que se encuentra en un limbo entre la legalidad e ilegalidad, ya que hay plataformas que permiten que las madres vendan su exceso de leche a personas que las necesitan por diferentes motivos. Aunque eso abrió una ventana para que hombres adultos las contacten y pidan contenido privado.

Dentro de todo este contexto hay varios fetiches en juego. Por un lado, los hombres le escriben a las madres por la atención que genera las fotos que ella comparte, y por otro, el hecho de ver a una mujer amamantando también está creando un mercado que va más allá del hecho de vender el exceso de leche.

La venta de este producto no es muy diferente a la de cualquier otro artículo en línea. Las mujeres publican fotos de ellas, del producto y acompañan el contenido de una descripción de su estado de salud, ubicación y el motivo de venta.

Para esto existen plataformas como Only The Breast, donde hay más de 10.000 anuncios y donde hace un tiempo había una categoría específica para la venta a hombres, visitado por un amplio número de usuarios específicamente por las fotos en las que hay mujeres con escotes.

En una investigación publicada por Vice, una mujer contó que probó suerte en la plataforma publicando una oferta que tenía una foto de una botella de leche y nada más, sin datos personales o imágenes de ella.

Al poco tiempo recibió ofertas de hombres con sugerencias sexuales, en las que le pedían videos en los que estuviera tocándose frente a la cámara e incluso algunos le ofrecieron encuentros privados para que los amamantaran en hoteles.

Pero este tipo de venta funciona de maneras diferentes, ya que hay grupos en redes sociales donde se ofrecen litros de leche o encuentros con mamás que están en lactancia. Una de esas plataformas es Amamanta.me, que concretamente le ofrece a las madres la oportunidad de vender su leche o amamantar a las personas que se hagan socias.

La página sirve de enlace entre los dos puntos, dando a los interesados el acceso a un catálogo de mamás que están dispuestas a vender su leche y, del otro lado, brindar las garantías suficientes para que las mujeres puedan encontrarse y recibir sus ganancias.

En un reportaje de Wellcome Collection, Karen Pollock, una psicoterapeuta, asegura que hay tres motivos por lo que se está presentando este fenómeno. Uno, los hombres interesados en mujeres lactantes o en embarazo. Dos, “bebés adultos”, que son personas que buscan satisfacer la necesidad de volver a su infancia. Y tres, aquellos hombres que sienten atracción por un fenómeno llamado “vacas humanas”, que es un contenido pornográfico animado que mezcla mujeres con estos animales.

Dentro de las investigaciones también han encontrado que los hombres interesados no solo buscan satisfacer fetiches, sino que también hay deportistas y fisicoculturistas atraídos por los beneficios nutricionales de la leche materna.

Este es un mercado relativamente nuevo, por lo que la mayoría de países no tienen una regulación frente esta comercialización, que se hace de manera pública, incluso en redes como Facebook, Instagram o plataformas como Wallapop o milanuncios.com, además de las páginas especializadas.

Un panorama que genera varios riesgos. Por un lado, las madres no tienen las garantías suficientes para que el proceso de venta se haga sin que corran riesgos, especialmente cuando se realizan encuentros o se comparten contenidos.

Pero también surge un problema de salud pública importante. Según El Periódico de España, diferentes investigaciones han encontrado en la leche materna muestras de sustancias químicas peligrosas como nicotina, DDT, PCBs, tricoloretileno, percloratos, dibenzofuranos mercurio, plomo, benceno y hasta arsénico.

Todos estos componentes ponen en riesgo la salud de quienes toman la leche comprada, ya que durante el proceso de venta y conservación se pueden romper las cadenas de frío y al ser un alimento su composición puede verse afectada negativamente.

Además, quienes la toman creyendo que tiene beneficios como el aumento de la masa muscular, no tienen garantizado este efecto, porque los médicos nunca han confirmado este atributo de la leche materna, que tiene menos proteína y más hidratos que la de vaca. Todo un panorama con más aspectos confusos y riesgos para ambas partes.