Los avances en inteligencia artificial están generando temor por el posible impacto en el empleo, ya que muchos trabajos podrían ser reemplazados por máquinas.
Ante esta preocupación, Christopher Pissarides, quien ha recibido el Premio Nobel de Economía, ha brindado su opinión sobre cómo la IA podría cambiar la naturaleza del trabajo en los próximos años.
En una charla reciente con el medio Bloomberg, Pissarides, quien también enseña en London School of Economics, habló sobre cómo la inteligencia artificial podría afectar el trabajo en áreas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, un campo conocido como STEM.
Pissarides, en sus recientes declaraciones, destacó que, aunque la inteligencia artificial está aportando beneficios a la industria, podría llegar a reducir la necesidad de ciertas posiciones en tecnología más adelante.
Curiosamente, estos puestos son clave en el progreso de la IA, pero enfrentan la posibilidad de ser automatizados por las mismas soluciones que contribuyeron a crear.
Durante la entrevista, Pissarides apuntó que las competencias actuales en el manejo de datos y en el desarrollo de nuevas etapas de la IA pueden volverse innecesarias en el futuro. “La IA acabará haciendo ese trabajo”, dijo, sugiriendo un cambio significativo en las habilidades demandadas por el mercado.
“A pesar de que se ve crecimiento, aún no son tan numerosas como se necesitaría para tener trabajos para todos esos graduados en STEM porque eso es lo que quieren hacer. (...) Esta demanda de estas nuevas habilidades en tecnología de la información, contienen sus propias semillas de autodestrucción”, agregó.
Por lo tanto, entre las ocupaciones del campo STEM que más podrían verse afectadas por la inteligencia artificial se incluirían los desarrolladores de software, los analistas de datos, los especialistas en sistemas y redes, los expertos en seguridad informática y los ingenieros de hardware, entre otros profesionales.
El análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) añade perspectiva a este escenario, enfocándose en cómo la inteligencia artificial influirá en el trabajo.
Según la OIT, la inteligencia artificial creará más puestos de trabajo de los que eliminará, ya que su principal rol será automatizar tareas concretas en lugar de reemplazar completamente a los trabajadores.
Esta visión sugiere una tendencia hacia una mayor productividad en lugar de la supresión de empleos, indicando que el destino de estas profesiones todavía está por definirse.
Empleos en el futuro
Adriana Noreña, vicepresidenta de Google Latinoamérica, sostuvo un diálogo con Rebeca Eun Young Hwang, una de las líderes globales según el Foro Económico Mundial, sobre la creciente influencia de la tecnología en diversas industrias y cómo esto moldeará los trabajos del mañana.
“Lo que si es un hecho es la inteligencia artificial va a requerir que muchos empleos se reinventen y va a haber un cambio importante en el mercado laboral”, expresó Noreña. Por eso es “clave” preguntarse cuál va a ser el verdadero impacto.
Young Hwang, quien también es docente de Stanford y Thunderbird, reflexionó sobre la constancia que ha tenido el ser humano a lo largo de la historia sobre la permanencia de los oficios. “Nos preguntamos siempre cuáles son los empleos que van a quedar y cuáles son los que van a desaparecer”, dijo la experta.
No obstante, añadió que le parecía “importante” ver esta pregunta desde otro ángulo con el fin de dar respuestas concretas que puedan traducirse en acciones claras.
“¿Cuál es la proporción de nuestros roles que van a transformarse en el futuro”, reflexionó Young Hwang. Para ella, la inteligencia artificial va a influenciar en todos los trabajos, entonces en qué medida para cada empleo.
En este punto, enfatizó que esas transformaciones traían consigo cambios en cómo los trabajadores debían asumir sus roles. Explicó que gracias a las nuevas tecnologías, los empleados podrían contar con más bloques de tiempo libre, donde la creatividad tendría que jugar un papel clave.
En la era de la automatización y la inteligencia artificial, las capacidades distintivamente humanas, como la creatividad, la empatía y la capacidad de pensamiento crítico, se están convirtiendo en factores clave que diferencian a los profesionales en el mercado laboral.