La magia de las ondas de radio ha vuelto a sorprender al mundo. Desde el tranquilo rincón de su hogar, Doug, un apasionado radioaficionado, logró lo impensable: una comunicación directa con la Estación Espacial Internacional (EEI).
Armado con una antena fabricada por él mismo, Doug estableció un contacto que traspasó la frontera final, entablando una conversación con un astronauta que, desde el vacío del espacio, lo recibió con un cálido “bienvenido a bordo”.
La EEI conocida por sus siglas en inglés como ISS (International Space Station), es un proyecto de colaboración multilateral.
Su construcción y operación están a cargo de cinco agencias espaciales principales: la NASA (Estados Unidos), Roscosmos (Rusia), ESA (Agencia Espacial Europea), JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón) y CSA (Agencia Espacial Canadiense).
Una asombrosa coincidencia
Doug descubrió que la Estación Espacial Internacional orbitaría sobre su residencia. Motivado por esta información, decidió utilizar su propia antena, que tenía gran parecido con las comunes antenas de televisión que suelen verse en los techos de las viviendas, y se propuso establecer comunicación con los astronautas que se encontraban circundando el planeta.
Tras un rato de búsqueda, Doug consigue contactar con un astronauta de dicha estación con el que intercambia algunas palabras.
La Estación Espacial Internacional se encuentra orbitando a una altitud superior a los 400 kilómetros y viaja a una velocidad impresionante de casi 28.000 kilómetros por hora.
A pesar de esta gran distancia y velocidad, alcanzarla con señales de radio desde casa no es tan complejo como podría parecer. Las ondas de radio son aún más veloces y tienen la capacidad de viajar distancias mucho mayores.
Para lograr una comunicación exitosa, es crucial contar con una antena que pueda enviar señales al menos a los 400 kilómetros de altura donde se encuentra la estación y que entre esta y el emisor de radio no haya obstrucciones como edificios o montañas.
Así, el contacto solo es posible cuando la Estación Espacial se desplaza por el cielo sobre la ubicación de uno y el camino entre el emisor y la EEI está libre de barreras.
Establecer contacto con los astronautas no es una tarea técnica complicada, el verdadero desafío radica en coincidir con un momento en el que estén disponibles para atender la llamada.
Los miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional participan en el ARISS (Amateur Radio on the International Space Station), un programa que periódicamente organiza interacciones entre astronautas y estudiantes, permitiendo a los jóvenes conversar directamente con ellos desde sus escuelas.
Sin embargo, fuera de estos eventos programados, la posibilidad de comunicación se vuelve más compleja. Varios astronautas son también entusiastas de la radio y cuentan con equipamiento propio en la estación.
Durante sus momentos libres, a veces establecen contacto al azar con radioaficionados en la Tierra. Pero para que una comunicación casera tenga éxito, se necesita no solo tener una línea visual despejada con la estación, sino también que un astronauta esté usando la radio y dispuesto a responder.
Doug fue afortunado en este sentido, ya que logró sincronizar un momento en que un astronauta estaba empleando su radio y dispuesto a entablar comunicación.
Nuevo robot humanoide de la NASA
Para entender la dimensión del humanoide de la Nasa debemos pensar en Iron Man, pero hecho de metal y electrónica y construido para una versatilidad de funciones que imitan mejor las capacidades humanas sin ninguno de ellos dentro.
‘Houston, we have a podcast’ es el podcast de la Nasa donde explican que el nombre del robot (Valkyrie) fue inspirado en la mitología nórdica y su fin es trabajar en medio de “entornos degradados o dañados, diseñados por humanos”, como áreas afectadas por desastres naturales.
Su apariencia es impotente debido a su metro con 88 centímetros de altura y 136 kilogramos de peso.
El subdirector del equipo para robots diestros del Centro Espacial Johnson de la Nasa, Evan Laske, relató en el podcast que Valkyrie “salió del DARPA Robotics Challenge, que entonces, fue una respuesta al desastre de Fukushima causado por el tsunami en Japón”.