Breadcrumbing: la manipulación emocional en redes y apps de citas que genera soledad

Cuando una persona ofrece muestras esporádicas de afecto sin intención de avanzar en una relación significativa, puede afectar emocionalmente a sus víctimas

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Breadcrumbing: Un comportamiento tóxico que se expande en redes sociales y aplicaciones de citas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Breadcrumbing: Un comportamiento tóxico que se expande en redes sociales y aplicaciones de citas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El breadcrumbing o entrega de migajas emocionales se ha convertido en una forma de manipulación que afecta a numerosos usuarios de redes sociales y aplicaciones de citas.

Tal práctica ha sido identificada y estudiada por expertos que definen el fenómeno como un patrón de comportamiento en el que una persona muestra interés de manera intermitente, pero no se compromete sentimentalmente o formalmente, a pesar de mantener una presencia constante en la vida digital de la otra persona.

El patrón de comportamiento intermitente se caracteriza por comunicaciones erráticas e incompletas, evitando el compromiso e introduciendo constantemente excusas para no concretar encuentros personales.

De hecho, cada tanto dejan un saludo virtual o hacen un comentario en redes para decir “aquí estoy”, pero no del todo.

El breadcrumbing y el principio del refuerzo intermitente

Expertos definen el breadcrumbing como interés intermitente sin compromiso emocional real en el mundo digital. (EFE)
Expertos definen el breadcrumbing como interés intermitente sin compromiso emocional real en el mundo digital. (EFE)

Las investigaciones comparan esta conducta con la lógica de refuerzo intermitente, un efecto psicológico comparado con las recompensas aleatorias de una máquina tragamonedas, el cual hace que víctima se mantenga a la expectativa de señales positivas que rara vez se materializan en algo más significativo.

La prevalencia de este fenómeno se ve reforzada por el uso de tecnologías actuales, que facilitan su ejecución en el ciberespacio sin necesidad de contacto directo.

Lo cierto es que este tipo de manipulación se termina ejerciendo para mantener la atención y la esperanza en la otra persona sin ofrecer una verdadera reciprocidad.

Especialistas en salud mental señalan que el perfil de quien ejerce el Breadcrumbing podría estar asociado con trastornos de personalidad narcisista y con un estilo de apego evitativo o ansioso, características que encajan con la necesidad de atención y validación sin establecer conexiones emocionales profundas.

También podría relacionarse con el apego ansioso, que ocurre cuando alguien establece un vínculo de dependencia emocional con otra persona, pero teme fracasar en una relación o que les abandonen.

Mientras que algunos estudios indican que las personas con apego evitativo son más proclives a realizar breadcrumbing, debido a que se caracterizan por necesitar la validación y el refuerzo de los otros, pero tienen dificultades para realizar conexiones emocionales.

Además, las personas que vigilan la actividad online de otras aumentan las posibilidades de ser víctimas o perpetradores de estos patrones de comportamiento.

Al igual que aquellas personas que pueden no estar seguras de lo que buscan, o que se sienten incómodas con la intimidad por traumas o educación.

Las consecuencias del Breadcrumbing

La práctica manipulativa del breadcrumbing resulta en una disminución de autoestima y perpetúa relaciones fallidas. (EFE/Yander Zamora)
La práctica manipulativa del breadcrumbing resulta en una disminución de autoestima y perpetúa relaciones fallidas. (EFE/Yander Zamora)

Los expertos indican que el impacto de este comportamiento puede ser prolongado y perjudicial, generando insatisfacción, soledad y un estado de indefensión que puede perpetuar el ciclo de relaciones fallidas

Esta confusión y angustia genera sentimientos negativos y disminuye la autoestima de la persona que la padece. Además, el breadcrumbing lleva a la víctima a conformarse con menos de lo que merece.

Además, es clave añadir que cualquiera podría ser una víctima y experimentar consecuencias emocionales por esta práctica.

Para superar el breadcrumbing se recomienda reconocer la situación y enfrentar al responsable si la relación es importante, dándole la oportunidad de cambiar su actitud.

En caso contrario, es crucial alejarse, entender la raíz del problema y trabajar en la autoestima con ayuda profesional.

Es clave aprovechar la relevancia del soporte social y la intervención terapéutica para mitigar el daño psicológico que esta práctica conlleva, enfocándose en la resiliencia no como un rasgo individual, sino como resultado del apoyo de quienes rodean a la persona afectada

Los terapeutas pueden proveer un modelo de lo que es una relación sana, enseñando a reconocer el respeto genuino y la reciprocidad emocional. El breacrumbing ya es acuñado por expertos en la conducta de países tan distintos como España, India y Estados Unidos.

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