Steve Jobs es considerado por muchos como una de las mentes más brillantes de los últimos años. Cofundó Apple y lideró los equipos que crearon famosos dispositivos como el iPhone, iPad, iPod, entre otros. Además, su ejemplo de vida como emprendedor y empresario, ha servido de ejemplo a varias generaciones.
El empresario también es conocido porque a lo largo de sus últimos años de vida, cuando un cáncer de páncreas lo aquejaba, compartió algunas reflexiones personal.
Desde que fue diagnosticado con dicha enfermedad, en 2004, su salud fue un tópico regular en la prensa. De acuerdo con Walter Isaacson, periodista y autor de su libro biográfico, Jobs rechazó someterse a una operación para tratar el cáncer de páncreas que padecía, decisión de la cual después se arrepintió.
“Intentó tratarlo con una dieta. Acudió a terapias espirituales. Intentó varias formas de hacerlo mediante macrobióticos para no ser operado”, señaló el autor según reseñó la agencia de noticias Reuters.
“Yo creo que él sentía que si uno ignora una cosa, si uno no quiere que algo exista, uno puede tener pensamiento mágico”, señaló el biógrafo.
“Pronto todo el mundo le estaba diciendo: ‘deja de intentar combatirlo con todas estas raíces y vegetales, simplemente opérate”, dijo el escritor. “Pero lo hizo nueve meses después”.
El biógrafo señaló que los médicos le habían dicho a Jobs que la enfermedad que padecía “pertenecía al 5% de los cánceres de páncreas que pueden ser curados”. “Pero Steve no fue operado de inmediato” y el cáncer se extendió, dijo. Falleció el 5 de octubre de 2011.
En medio de todo este vía crucis de dietas, tratamientos alternativos y operaciones, Jobs se planteaba las siguientes preguntas para determinar qué tan conforme estaba con su vida.
Las tres preguntas de Jobs
1. ¿Estoy viviendo la vida que quiero y haciendo el trabajo que quiero hacer?
Entre 2004 y 2011, Apple lanzó varios productos clave, algunos de los cuales redefinieron categorías enteras de la industria tecnológica. Steve Jobs, como CEO de la compañía, desempeñó un papel fundamental en la visión, diseño y promoción de estos productos.
Sus presentaciones en eventos especiales, conocidos como keynotes, eran esperadas por su habilidad para conectar con el público y su carisma al introducir nuevas tecnologías.
A pesar de su enfermedad, Jobs parecía estar haciendo lo que le gustaba. No obstante, su apariencia en las últimas keynotes que lideró fue objeto de seguimiento en la prensa internacional.
Se rehusó a responder los rumores que desencadenó su presentación en la World Wide Developers Conference, en 2008, cuando se le vio bastante demacrado”, señaló Maggie Shiels, corresponsal de la BBC en Silicon Valley.
2. Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?
La reflexión de Jobs sobre si haría lo que estaba a punto de hacer si fuera el último día de su vida es una cita famosa de su discurso de graduación en la Universidad de Stanford en 2005. No obstante, este pensamiento podría haber estado presente en diversos momentos de su vida, especialmente después de su diagnóstico de cáncer en 2003.
3. ¿Estoy haciendo lo que me gusta?
Durante sus últimos años de vida, Steve Jobs continuó involucrándose profundamente en el trabajo que le apasionaba a pesar de su salud en declive.
Jobs participó activamente en el desarrollo del iPhone y otros productos revolucionarios. Es muy probable que durante las etapas de diseño y lanzamiento de estos dispositivos, Jobs se sintiera motivado y satisfecho con su trabajo.
Según Jobs, al hallar respuestas a estas tres preguntas esenciales y corrigiendo el rumbo cuando este no concuerde, una persona podría encontrarse en un trayecto ineludible hacia la felicidad.