Twitch recientemente actualizó sus políticas sobre contenido sexual, buscando que las reglas sean más comprensibles para los streamers y asegurar que los espectadores tengan la experiencia que esperan en la popular plataforma.
Además, busca eliminar las confusiones previas debido a que las antiguas y estrictas normas, generaron algunas inconsistencias en la gestión de contenido sexual y afectaron las cuentas de algunos reconocidos creadores.
De hecho, la directora de confianza del cliente de la app, Angela Hession, explicó que la anterior política era confusa y resultaba en penalizaciones desproporcionadas. Por lo que ahora se combinan las directrices para contenido sugerente y explícito en una sola categoría con unas pautas definidas.
Cinco puntos clave de la nueva política
La plataforma de transmisión en vivo ha introducido una etiqueta de clasificación de contenido (CCL) que permite ciertos materiales previamente prohibidos, entre los que están:
- Los senos, nalgas o región pélvica deliberadamente resaltados.
- La escritura corporal en senos y/o nalgas de presentación femenina sin importar el género
- Bailes eróticos que implican gestos de desnudarse o desnudarse.
- Los bailes populares, como el twerking, el grinding y el pole dance, ahora están permitidos sin etiqueta.
- Mientras que la pornografía, la violencia sexual y los juegos sexuales permanecen estrictamente prohibidos.
Y a pesar de los cambios, las normas de vestimenta en Twitch no se ven afectadas y se continúa prohibiendo la desnudez parcial o total, la visibilidad de genitales y la presencia de menores en estos contenidos.
Mientras que los streams con contenidos de drogas, violencia explícita, juegos de azar y temas sexuales, ya no figurarán en los estantes de recomendaciones de la página de inicio, aunque seguirán siendo accesibles mediante búsqueda directa o en las categorías apropiadas.
Twitch reversa su política de desnudez artística
Las Mujeres ficticias (dibujadas, animadas o esculpidas) completamente expuestas que presentan senos y/o genitales o nalgas independientemente del género, habían sido incluidas entre los contenidos que Twitch iba a permitir con la etiqueta de clasificación de contenido (CCL).
Sin embargo, desde la plataforma cambiaron su decisión pocos días después y aclararon que no se permitirán representaciones de desnudez real o ficticia en Twitch, “independientemente del medio”.
Aunque los juegos clasificados para adultos no se verán afectados por la reversión y estarán sujetos a la nueva política.
El retiro de la desnudez artística apunta a los riesgos que supone la inteligencia artificial para crear imágenes hiperrealistas que podrían confundirse con fotografías reales, además de las posibles interpretaciones de “deepfakes” por parte de los creadores.
“Gran parte del contenido creado ha generado preocupación por parte de la comunidad”, indicó el comunicado publicado por Twitch, advirtiendo que “estas son preocupaciones que compartimos.
“Tras reflexionar, hemos decidido que fuimos demasiado lejos con este cambio. Las representaciones digitales de desnudez presentan un desafío único: la IA se puede utilizar para crear imágenes realistas y puede resultar difícil distinguir entre arte digital y fotografía”, concluyó la plataforma.
Nuevas normas generan algunas preocupaciones
Twitch, que previamente había sido acusado de ser demasiado punitivo con su comunidad artística, enfrentó críticas por abrir la puerta a abusos con el uso de avatares desnudos y la transmisión de desnudos dibujados.
Y aunque cambió su decisión, las otras nuevas políticas se mantienen, y hay gran expectativa en la comunidad ante la posibilidad de que estas puedan promover la creación de más contenido sugestivo y sexualizado dentro de la plataforma.
Algo que preocupa debido a que Twitch cuenta con una base de usuarios, donde alrededor del 41% son jóvenes entre 16 y 24 años.
La aplicación ha garantizado que tales contenidos no serán destacados en partes prominentes de la plataforma, como la página de inicio y que valorará el contexto para establecer la aceptabilidad del contenido, especialmente el que se transmita desde lugares de entretenimiento para adultos.