Jeff Bezos y la inteligencia artificial: “Los grandes modelos de lenguaje no son inventos, son descubrimientos”

Jeff Bezos, fundador de Amazon y Blue Origin, compartió en una entrevista con Lex Fridman su visión optimista sobre el futuro de la humanidad y la inteligencia artificial. El empresario reflexionó sobre los desafíos y oportunidades que presenta la IA, destacando su potencial para mejorar la vida cotidiana.

En el trasfondo de la entrevista, el ex CEO de Amazon abordó su trayectoria personal, desde sus humildes inicios hasta convertirse en un líder empresarial de renombre. Reveló cómo sus experiencias de vida han influido en su enfoque hacia la innovación y el emprendimiento.

El creador de Amazon también profundizó en su pasión por la exploración espacial, destacando los proyectos y misiones de Blue Origin. Manifestó su convicción de que el futuro de la humanidad se encuentra en el espacio, donde ve oportunidades ilimitadas para el crecimiento y la supervivencia a largo plazo.

Desde sus veranos en un rancho texano durante su infancia, pasando por anécdotas de los primeros días de Amazon, hasta detalles técnicos de los próximos cohetes de Blue Origin y sus ambiciosos sueños de convertir al ser humano en una especie multiplanetaria.

Bezos recordó con cariño cómo entre los 4 y 16 años pasaba todos los veranos con su abuelo en su rancho en Texas. Allí realizaba todo tipo de trabajos propios de un rancho, desde arreglar molinos de viento y cercas hasta vacunar animales.

“Fue una influencia enorme en mi vida. Aprendí sobre resolver problemas con persistencia e ingenio”, destacó.

También contó una insólita anécdota que retrata bien la humilde vida en el rancho: cada día, luego del mediodía, él y su abuelo veían juntos la telenovela “Days of Our Lives” tirados en el piso.

Según el líder tecnológico, esos años fueron claves en desarrollar su mentalidad resolutiva y la capacidad de encontrar soluciones poco convencionales. Un rasgo que luego plasmaría tanto en Amazon como en Blue Origin.

Ya centrado en el presente, Bezos reveló varios detalles técnicos sobre los próximos cohetes de Blue Origin, la compañía aeroespacial que fundó para impulsar sus sueños de exploración espacial.

En concreto se refirió al New Glenn, el cohete insignia de la empresa, y al New Shepard, la nave suborbital ya operativa que se utiliza para vuelos cortos de prueba y turismo espacial.

Sobre el New Glenn, que está previsto realice su primer lanzamiento en 2024, el magnate estadounidense explicó que tendrá una capacidad de carga de 45 toneladas a órbita baja terrestre, impulsado por 7 potentes motores BE-4 para darle casi 3,9 millones de libras de empuje en el despegue.

“Es un vehículo muy grande, de elevada capacidad de carga”, describió.

En cuanto al New Shepard, aprovechó para contar su experiencia a bordo del primer vuelo tripulado en 2021, cuando él mismo viajó junto a su hermano y otros pasajeros.

Afirmó que a diferencia de su familia, él no sintió temor durante la travesía suborbital porque confiaba plenamente en la tecnología desarrollada.

“Sabía que el vehículo y el sistema de escape funcionarían bien”, aseguró. “Cada lanzamiento al que voy estoy nervioso. Pero ese día estaba muy tranquilo”.

No obstante, admitió que el momento previo al despegue fue emotivo, cuando su familia se reunió antes del amanecer para despedirlos, temiendo quizás no volverlos a ver.

Más allá de los aspectos técnicos puntuales, Bezos dedicó gran parte de la entrevista a esbozar su gran visión sobre la exploración espacial y la necesidad de que la humanidad se expanda más allá de la Tierra.

Justificó esta necesidad en la limitada capacidad del planeta para sostener una civilización en constante crecimiento y desarrollo tecnológico. Pero también en la perspectiva de preservar la Tierra y su entorno.

“Tenemos que ir al espacio para preservar la Tierra”, sentenció.

Explicó que actividades industriales y manufactureras deberían, en la medida de lo posible, trasladarse al espacio exterior, de modo que la Tierra pueda reservarse para la vida humana y silvestre.

Así, vislumbra un futuro lejano donde miles de millones de personas podrían habitar colonias espaciales y grandes estaciones orbitales construidas con recursos extraídos de la Luna y asteroides.

Incluso fantaseó con la posibilidad de tener “un billón de humanos viviendo en el sistema solar”. Pero aclaró que no lo verá en vida, sino que trabaja para sentar las bases de la infraestructura necesaria para ese futuro.

“Quiero usar mis ganancias de Amazon para construir la pesada infraestructura necesaria para que las próximas generaciones puedan ser verdaderos emprendedores espaciales”, aseguró.

Descendiendo a metas más concretas, Bezos también abundó sobre los proyectos de Blue Origin en torno a la Luna, desde módulos de aterrizaje hasta iniciativas para aprovechar los recursos lunares.

Respecto a establecer presencia humana permanente en la Luna, el empresario dijo que esta vez la idea es quedarse y no repetir lo que ocurrió luego del programa Apollo de las misiones estadounidenses entre 1969 y 1972.

“El punto es volver a la Luna para quedarse”, subrayó, para luego detallar ideas sobre cómo producir agua, oxígeno y hasta paneles solares in situ en la Luna.

Asimismo, aprovechó para referirse a la problemática del cambio climático, señalando que los humanos ahora tienen el poder de dañar significativamente el planeta, por lo que extender la visión a décadas y siglos es vital para solucionarlo.

“Debemos entrenarnos para pensar en horizontes más largos. El pensamiento a largo plazo es una palanca gigantesca para resolver problemas”, manifestó.

También presentó su proyecto del Reloj de 10.000 años, diseñado para funcionar por milenios como símbolo de esa perspectiva a futuro que se requiere adoptar.

Otro tema que Bezos abordó con cierto detenimiento fue la acelerada evolución de la inteligencia artificial y su creciente influencia en nuestras vidas.

Se refirió específicamente a los modelos de lenguaje generativos a gran escala como DALL-E 2 o ChatGPT, que son capaces de mantener conversaciones similares a las humanas y generar contenidos de forma automática.

Admitió sentirse optimista sobre su impacto positivo a largo plazo, dado su enorme potencial para ayudar al ser humano en ámbitos como la medicina. No obstante, advirtió no subestimar sus capacidades presentes y futuras.

“Son tecnologías increíblemente poderosas. Pensar lo contrario es enterrar la cabeza en la arena”, opinó. “Pronto serán aún más poderosas”, vaticinó.

Destacó que estos sistemas no son tanto invenciones humanas, sino más bien descubrimientos sobre las posibilidades de la informática actual, por lo que sus límites y alcances aún están por explorarse a fondo.

“Las sorpresas constantes sobre sus capacidades demuestran que no son objetos diseñados por ingeniería, sino más bien descubrimientos”, ejemplificó.

Pese a ello, el visionario empresario se mostró esperanzado en que la humanidad encontrará la manera de beneficiarse de estos avances de forma segura, así como ocurrió con la energía atómica. (N. del E.)

“Creo que es más probable que estas poderosas herramientas nos ayuden y salven antes que desequilibrarnos y destruirnos”, vaticinó.

Incluso especuló que los sistemas de IA podrían contribuir a evitar que los humanos se autodestruyan, dados los numerosos desafíos globales actuales como el cambio climático o las armas de destrucción masiva.

Finalmente, se mostró entusiasmado por liderar parte de la investigación en IA desde Amazon y su subsidiaria de computación en la nube AWS.

Si bien gran parte del extenso diálogo orbitó sobre los proyectos espaciales de Blue Origin, Bezos también se dio tiempo para recordar anécdotas de cuando en 1994 fundaba Amazon, hoy convertida en una de las mayores empresas del mundo.

Por ejemplo, contó entre risas aquella vez durante una reunión en que él mismo tuvo que llamar al servicio de atención al cliente de la compañía para comprobar las quejas de los usuarios sobre extensos tiempos de espera.

“Fue dramático y sirvió para resaltar que algo andaba mal con nuestros datos”, comentó.

Jeff Bezos explicó que por las mañanas prefiere tomarse las cosas con calma: leer el periódico, conversar y disfrutar su primer café. No se considera una persona madrugadora hiperactiva. Luego hace ejercicio casi todos los días, aunque algunas veces le cuesta motivarse.

Sobre su motivación para entrenar en esos días difíciles, Bezos mencionó dos factores:

1) Saber que se sentirá con más energía después y 2) Pensar en los beneficios a largo plazo de mantener la salud a los 80 años.

En ese sentido, también destacó la importancia de tener un buen entrenador que lo impulse a dar ese paso extra.

En cuanto a su rutina deportiva, Bezos dijo hacer 30 minutos de cardio y 45 de entrenamiento de pesas, rotando distintos grupos musculares en días alternos. Contó que su trainer siempre lo motiva a aumentar el peso, lo cual agradece mucho para superarse.

Tras dejar su puesto como CEO de Amazon hace un par de años, Bezos confesó sentir que trabaja más duro que nunca. Ahora dedica la mayor parte de su tiempo a Blue Origin, muy involucrado en los aspectos técnicos y de gestión. Si bien disfruta los temas tecnológicos, admitió que construir organizaciones es su parte menos agradable.

Sobre cómo hace para concentrarse en resolver problemas, Jeff Bezos mencionó que programa pequeños retiros de reflexión. Dijo ser muy hábil enfocándose y no se ciñe a horarios estrictos. Le gustan las reuniones dinámicas tras una presentación escrita impecable, para luego debatir sin respuestas preconcebidas.

También explicó su famoso método de reuniones ejecutivas con elaborados memorandos de seis páginas que todos los participantes deben leer en silencio al inicio, antes de discutirlos. Según el fundador de Amazon, esto fuerza un pensamiento más claro en quien escribe el memo, evita divagaciones durante la reunión, garantiza que todos estén sincronizados y permite tener debates de mejor calidad.

Con poco más de dos horas de duración, la entrevista disponible en el canal de YouTube de Lex Fridman, brindó una mirada profunda y humana a la vida y pensamiento de uno de los emprendedores más visionarios e influyentes de las últimas décadas.

Quien tras revolucionar para siempre el mundo del comercio electrónico con Amazon, ahora fija sus ambiciones en utilizar su fortuna para contribuir a expandir la civilización humana más allá de los confines terrestres, hacia la Luna, Marte y quizás aún más lejos en el futuro.