La plataforma de transmisión en vivo Twitch realizó una actualización al su manejo del contenido sexual, permitiendo ahora ciertos materiales que antes estaban prohibidos bajo la condición de que lleven una etiqueta de clasificación de contenido (CCL).
Esto sucede tras haber enfrentado críticas por un manejo inconsistente de este tipo de contenido, citando casos variados que involucran a streamers como Indiefoxx y Pokimane.
Este último fue suspendido por mostrar accidentalmente una página de Pornhub durante una trasmisión.
También está la polémica que llegó de la mano de la streamer, cosplayer y modelo Morgpie, que se hizo viral por varios directos en los que parece que está completamente desnuda frente a la cámara.
Y aunque realmente no lo estaba, aparentar que estaba transmitiendo en topless le costó una penalización de Twitch.
Respuesta a la confusión y feedback de los creadores
Las modificaciones surgen como respuesta a la retroalimentación ofrecida por parte de los creadores, quienes señalaban la confusión y dificultades para entender cómo se interpretaría su contenido.
Según Angela Hession, directora de confianza del cliente de Twitch, la antigua política sobre contenido sexualmente sugerente “no estaba en línea con los estándares de la industria y resultó en que las transmisoras que presentaban presentaciones fueran penalizadas desproporcionadamente”.
Ahora, las políticas para contenido sexualmente sugerente y explícito se han fusionado en una sola, bajo las Pautas de la comunidad de Twitch.
Nuevas directrices y restricciones clarificadas
Con la nueva política, la plataforma permitirá la visualización de senos, nalgas o regiones pélvicas destacados deliberadamente, así como representaciones de estos elementos en formatos dibujados, animados o esculpidos, siempre y cuando la transmisión indique la etiqueta correspondiente.
De igual forma, bailes eróticos como el striptease no serán objeto de sanción si cuentan con la CCL. Por otro lado, prácticas como twerking, grinding y pole dance ya no requerirán dicha etiqueta.
A pesar de estos cambios, actividades como juegos sexuales, violencia sexual o pornografía siguen estando “completamente prohibidos”.
De hecho, aunque las nuevas políticas de Twitch son más relajadas, estas no afectan a las actuales normas de vestimenta, que siguen prohibiendo la desnudez parcial o total, la visibilidad de genitales y la participación de menores en estos contenidos, independientemente del contexto.
Twitch maneja de manera particular los juegos clasificados para adultos, aplicando de forma automática la etiqueta pertinente.
Impacto de la actualización en usuarios y creadores
Si bien estas medidas podrían alentar una mayor generación de contenidos sugestivos y sexualizados en una plataforma donde el 41% de los usuarios tiene entre 16 y 24 años, Twitch asegura de que los usuarios no verán contenido para adultos en lugares prominentes como la página de inicio.
La plataforma ha reiterado que se llevará a cabo una valoración del contexto para determinar si el contenido es aceptable o no, especialmente en lo que se refiere a transmisiones que pudieran tener lugar en establecimientos de entretenimiento para adultos.
Mientras que transmisiones con etiquetas de drogas, intoxicación, tabaco, violencia y temas sexuales no serán recomendadas en la plataforma.
Twitch abandona uno de los países más importantes en eSports
Twitch cerrará operaciones en Corea del Sur el próximo 27 de febrero debido a los altos costos de operación en el país, según ha indicado el director ejecutivo de la compañía, Dan Clancy.
Esto se produce en una respuesta a las tarifas de internet de ese país, que pueden llegar a tener un incremento de hasta 10 veces más que en otros territorios.
Este precio llevó a la aplicación de Amazon, a tomar una decisión que describe como “muy difícil” representando un evento sin precedentes en la trayectoria de la plataforma.
La decisión se da luego de haber realizado esfuerzos para reducir costos, como la implementación de una disminución de la calidad de transmisión a 720p, menor a la de 1080 a la que cualquier usuario está acostumbrado.