Los diez secretos de Elon Musk para generar riqueza y tener éxito

El multimillonario, Elon Musk, tiene algunos secretos que considera fundamentales para alcanzar el éxito empresarial y generar riqueza. Al menos así lo ha revelado en algunas de sus declaraciones públicas en las que ha dejado en evidencia de su filosofía de vida.

De hecho, su rigurosa forma de trabajo lo ha llevado a posicionarse como uno de los líderes tecnológicos con más influencia a nivel mundial.

Musk es el actual propietario de revolucionarias compañías como lo son Tesla y SpaceX, asimismo, adquirió la red social X (antes Twitter) y fue reconocido por la revista Forbes como la persona más rica del mundo en 2023. Importantes logros que posiblemente no hubiese alcanzado sin temprana proactividad.

De hecho, el magnate se caracteriza por ser muy riguroso consigo mismo y sus proyectos; su propia rutina laboral llega a las 120 horas semanales o 17 horas diarias, y se convierte en un testimonio de su compromiso personal.

De la misma manera, Musk valora y confía en sus empleados, reconociendo sus necesidades y contribuyendo al crecimiento de sus empresas.

Así lo evidencio el correo electrónico que envío a sus empleados de Tesla para felicitarlos por los logros alcanzados en la producción del Model 3.

Este enfoque distintivo de Musk, se ha traducido en 10 consejos para ser rico y exitoso

Para Musk, el dinero no constituye la fuerza motriz detrás de sus decisiones empresariales, pese a ser una de las personas más ricas del mundo.

El magnate ha reconocido que su interés no radica en la acumulación de riquezas y que está dispuesto a arriesgar su patrimonio en proyectos ambiciosos como la creación de una base en Marte.

Incluso aseguró que no se sorprendería si su proyecto marciano requiriese de la totalidad de su patrimonio, lo que ilustra su compromiso con la visión a largo plazo, más allá del beneficio económico inmediato.

Musk también expresó que ve con buenos ojos la consecución de riqueza siempre que esta se persiga de manera ética.

La visión de Musk contrasta con la de muchos CEOs de grandes corporaciones, quienes optan por mejoras moderadas para evitar riesgos y posibles fracasos.

El multimillonario prefiere plantearse desafíos significativos con impacto a largo plazo, enfocándose en “cosas que van a importar”.

Esta mentalidad innovadora y de alto riesgo es parte de lo que ha llevado a Musk a ocupar un lugar destacado como uno de los empresarios más influyentes de nuestro tiempo, impulsando proyectos que podrían cambiar significativamente varios aspectos de la vida y la tecnología en el futuro.

Como es el cado de la transformación de la industria automotriz con Tesla o la fusión de inteligencia artificial y cerebro humano a través de Neuralink.

La capacidad de integrar conocimientos y competencias de distintas disciplinas como la ingeniería, filosofía, y el márketing se ha convertido en una habilidad fundamental para el desempeño profesional eficaz.

Más allá de la acumulación de saberes, la interconexión de habilidades emerge como el nuevo reto para lograr la excelencia en diversos campos laborales.

Según Musk, para que una empresa funcione, la comunicación debe ser fluida y es por ello que recomienda que se utilice un lenguaje sencillo y cotidiano para que la información sea fácil de interpretar para ambos interlocutores y evitar confusiones.

En ese sentido, recomienda renunciar a siglas, acrónimos y al lenguaje técnico, debido a que la comunicación debe llevarse a cabo sin intermediarios, sin importar los rangos dentro de la empresa.

Otra de las situaciones que determinan la vida de una empresa, o de cualquier equipo, son las reuniones de trabajo.

Y Musk tiene una visión particular al respecto al considerar que son una plaga que en muchos casos sirven más para dispersar que para optimizar.

Por lo tanto, proponen que sean en su cantidad razonable y que siempre sean enteramente breves y eficientes.

A lo largo de su carrera, Musk ha comedido algunos errores, pero destaca que lo importante es asimilarlos y aprender de ellos.

De hecho, cuando lanzó el primer cohete SpaceX Blooper Reel en septiembre de 2017, el magnate decidió grabar el lanzamiento para después observarlo las veces necesarias para detectar posibles errores y mejorarlos.

De esa forma, logró que dos de sus Falcon 9 aterrizaran en vertical en febrero de 2019.

Musk suele enviar comunicaciones a sus empleados para realizar una tarea clave, que es prevenirlos ante una posible crisis futura. Según explica, de esa manera logra evitar el factor sorpresa de cualquier mala noticia que pudiera impactar en los trabajadores.

El multimillonario asegura que aprendió que puede haber errores y críticas, pero que el miedo nunca debe ser un obstáculo para sus objetivos.

Este consejo Musk lo aplica en su vida porque trabaja con plazos que respeta de manera estricta. Así determina plazos para sus metas y también para su descanso.

Asimismo, lo impone en sus empresas, donde fija una fecha límite para finalizar cierta tarea y una vez que esa termina, ya pone la fecha para la siguiente y esta siempre es inquebrantable.

Elon Musk ha tomado más riesgos que la mayoría, al menos eso se evidenció cuando invirtió la mitad de su fortuna en sus negocios.

“Podría quedarme con el dinero, y entonces las empresas van a morir definitivamente, o invertir lo que me queda y quizás haya una oportunidad”, explicaba Musk.

El deseo de Musk de llevar a un ser humano a Marte y establecer bases en la Luna refleja un enfoque en la expansión de la humanidad más allá de la Tierra.

Y de hecho, detrás de SpaceX, la empresa de transporte aeroespacial fundada por el magnate, existe una historia de tenacidad y autosuperación.

La iniciativa surgió cuando Musk, descontento con la falta de avances del programa espacial estadounidense, decidió tomar cartas en el asunto.

Sin fondos suficientes para adquirir cohetes existentes, él optó por construir los suyos propios. Este camino lo llevó a educarse intensamente en el campo de la aeronáutica, recurriendo al préstamo de libros de un amigo experto en el sector.

La filosofía de Musk de perseguir sus pasiones, incluso ante obstáculos financieros, se traduce en sacrificios personales significativos.