Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, ha sido nombrado CEO del año 2023 por la revista Time en su tradicional listado anual de personalidades destacadas. La distinción llega tras el éxito sin precedentes de ChatGPT, una herramienta de inteligencia artificial que alcanzó más de 10 millones de usuarios diarios en menos de 40 días tras su lanzamiento en noviembre del 2022.
OpenAI, la compañía bajo el liderazgo de Altman, revolucionó el campo tecnológico con la introducción de ChatGPT y GPT-4, sistemas avanzados de procesamiento de lenguaje natural. Este desarrollo ha sido considerado “transformador para la empresa y el mundo”, según la revista mencionada.
Resaltan que es “el producto tecnológico más rápidamente adoptado hasta la fecha”, significando un hito para la inteligencia artificial y su aplicación en la vida cotidiana.
“Altman, de 38 años, ha sido miembro de la realeza de Silicon Valley durante una década, un fundador superestrella con vibraciones inmaculadas”, así lo describieron en el artículo.
Bajo su dirección, OpenAI, la empresa dedicada al desarrollo de inteligencia artificial, ha alcanzado una valoración de 80.000 millones de dólares. Sin embargo, el 17 de noviembre, la junta directiva de la organización tomó la decisión de despedir a Altman repentinamente.
En el epicentro de este suceso se encontró un giro inesperado cuando Microsoft, el gran inversor de OpenAI, intervino en el asunto, dando pie a que Altman volviera a ocupar su cargo tras solo cinco días de su destitución.
Un portavoz de OpenAI le dijo al medio que la compañía no podía comentar sobre los acontecimientos que rodearon el despido de Altman.
“No podemos revelar detalles específicos hasta que se complete la revisión independiente de la junta. Esperamos con interés los resultados de la revisión y seguiremos apoyando a Sam”, dijo el portavoz.
“Nuestro enfoque principal sigue siendo desarrollar y lanzar IA útil y segura, y apoyar a la nueva junta mientras trabajan para realizar mejoras en nuestra estructura de gobierno”, agregaron en su declaración.
Altman iniciará su segundo período como director ejecutivo de OpenAI en un momento crítico para la empresa, sin que esté claro si dispondrá de mayor o menor autoridad en su cargo.
La compañía ha alcanzado una posición de liderazgo en la industria de la inteligencia artificial tras el éxito de ChatGPT, y planea el lanzamiento de nuevos modelos más avanzados para el próximo año.
No obstante, la permanencia de OpenAI en la cima de la innovación tecnológica no está asegurada. El sector experimenta una inversión masiva, con miles de millones de dólares siendo destinados a la investigación de punta en IA. Esta infusión de capital estimula una competitividad intensa dentro de un mercado en expansión con múltiples actores buscando su cuota de liderazgo.
Cuando el medio citado le preguntó durante un paseo por la sede de OpenAI si tiene una visión del futuro que le ayude a dar sentido a sus diversas inversiones e intereses, Altman respondió: “Abundancia. Eso es todo.”
“Si conseguimos abundante inteligencia y abundante energía”, explicó, “eso ayudará más a la gente que cualquier otra cosa que se me ocurra”.
La posible razón del despedido
La revista The New Yorker informó sobre un incidente en el que se vio involucrado Altman por tener actitudes consideradas “manipuladoras y conspirativas”.
Altman habría intentado influir en la junta directiva para que destituyera a uno de sus miembros, Helen Toner.
Toner, directora de estrategia y becas de investigación en el Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de la Universidad de Georgetown, habría generado tensiones al coautorizar un estudio que sugería que las compañías pueden demostrar su compromiso con la seguridad de los usuarios tomando decisiones que puedan percibirse como “costosas”, como el retraso en el lanzamiento de una inteligencia artificial hasta que se cuente con un producto similar en cuanto a capacidades.
Dicho anuncio contrastaba con la estrategia comercial de OpenAI. Pese a que Toner se disculpó ante la junta por su participación en dicho artículo, se reportó que Altman buscó influir en los altos miembros individualmente, creando discordia al tergiversar las posturas y opiniones de los involucrados.
En particular, el director de operaciones de la compañía, Brad Lightcap, se refirió al despido como una “falla en la comunicación entre Sam y la junta directiva”.
OpenAI y Altman
OpenAI fue fundada en diciembre de 2015 como una organización de investigación en inteligencia artificial con una visión altruista y de seguridad en el avance de la IA. Altman asumió inicialmente como co-presidente, y posteriormente, en marzo de 2018, se convirtió en el CEO de la compañía.
Bajo su dirección, OpenAI ha alcanzado logros significativos en el campo de la IA, incluida la creación de tecnologías disruptivas como GPT-3. Altman ha sido un líder clave en la transición de OpenAI de un modelo de investigación de IA de acceso abierto a una estructura de empresa con fines de lucro.