Los videojuegos pueden ser apasionantes, pero también es esencial hallar un balance. La práctica de estos juegos podría interferir con las actividades cotidianas y responsabilidades, incluyendo el mantenimiento de un patrón de descanso adecuado y el compromiso con los estudios.
A continuación, diez recomendaciones prácticas para que los gamers mantengan un equilibrio saludable entre su dedicación a los juegos y las demás facetas de su vida.
1. Establecer límites
Según Acer, es esencial instaurar una rutina de juego equilibrada para fomentar un balance. Los jugadores deberían establecer un horario en el que alternar momentos de juego con otras actividades necesarias como hacer los deberes, alimentarse sanamente o realizar ejercicio físico.
Delimitar tiempos contribuye a preservar la frescura del entretenimiento digital y provee periodos de descanso entre sesiones de juego, ofreciendo así oportunidad para la recuperación física y mental. Si se permite que el juego invada todos los aspectos de la vida cotidiana sin limitación alguna, se pueden desencadenar sensaciones de pérdida de control y tener un efecto adverso en el bienestar psicológico.
2. Establecer un límite de tiempo
Puede ser sencillo para una persona excederse o sumergirse en mundos de fantasía, persuadiéndose a sí misma de jugar una partida más antes de apartarse del mando. Si se autoimpone una duración específica para las sesiones de juego diarias, se podrá fomentar la organización y mejorar la productividad en otros aspectos de la vida.
Para establecer este límite temporal, los usuarios podrían informarse previamente sobre la duración estimada de una partida o programar una alarma que le avise cuando haya llegado al tope de su tiempo asignado para jugar cada día.
3. Descansos regulares entre juegos
Es fundamental tomar descansos de manera regular para facilitar la recuperación corporal entre sesiones intensas de videojuegos. Del mismo modo que se requiere de pausas durante periodos extensos de estudio antes de exámenes, jugar de forma continua durante largo tiempo puede ser perjudicial para los ojos y los músculos.
La incorporación de interrupciones frecuentes durante las partidas permite que los músculos se relajen y puede derivar en una mejora de las habilidades de juego y en una respuesta más rápida. Asimismo, levantarse, estirarse y moverse entre sesiones incrementa el flujo sanguíneo y la circulación, revitalizando la energía de la persona y la prepara para el próximo desafío en el juego.
4. Limitar el gasto monetario en juegos
Los gastos vinculados a los videojuegos comprenden micropagos por compras dentro del juego que brindan beneficios tales como capacidades mejoradas o vidas extra. Las suscripciones que requieren pagos regulares, mensuales o anuales, también forman parte de esta categoría.
Estos gastos, aunque puedan parecer menores, tienden a acumularse con el tiempo, en especial cuando se suman los costos de accesorios gaming, como mandos adicionales o auriculares especializados.
Para los padres, estos desembolsos representan una oportunidad educativa para enseñar a sus hijos acerca de la gestión presupuestaria y la autodisciplina financiera. En el caso de jugadores adultos, es recomendable que establezcan un presupuesto específico para sus gastos en videojuegos, con el objetivo de prevenir compromisos económicos indeseados en otras áreas de sus finanzas personales.
5. Jugar con otras personas
Los videojuegos no necesariamente son una actividad solitaria; de hecho, pueden funcionar como un punto de encuentro social y ofrecer la posibilidad de entablar relaciones con personas de diversas partes del mundo. Al compartir el interés por el mismo juego, los jugadores encuentran un tema común que facilita la interacción y el inicio de conversaciones. Además, los juegos contribuyen a generar un sentido de comunidad.
6. Amigos por fuera de los videojuegos
Las amistades forjadas fuera del ámbito virtual son igualmente valiosas. Estos vínculos no solo proporcionan soporte emocional y ánimo en momentos de necesidad, sino que también abren puertas a experiencias en el mundo real, como descubrir nuevos entornos.
Las relaciones de amistad desempeñan un papel fundamental en la salud emocional, al disminuir la sensación de soledad, brindar apoyo en situaciones de estrés y contribuir a que las personas asuman mayor responsabilidad en cuanto a sus hábitos y conductas
7. Dormir lo suficiente
Dormir es esencial para la salud; un déficit de sueño puede causar mal humor, ansiedad y enfermedades crónicas. Si siente fatiga o se duerme espontáneamente durante el día, podría necesitar más sueño. Para prevenir estas consecuencias, es recomendable dormir de 7 a 8 horas por noche, lo que beneficia el sistema inmunológico y el desarrollo infantil. Los jugadores deben adoptar prácticas de higiene del sueño para mantener su bienestar y optimizar su rendimiento en los juegos.
8. Tener más pasatiempos
La sobreexposición a cualquier actividad, incluso a aquellas placenteras como los videojuegos, puede llevar al hastío. Por ello, además de integrar periodos de descanso habituales, contar con aficiones distintas a los juegos beneficia la relajación y contribuye a la reducción del estrés. Estos intereses adicionales fomentan la socialización y la oportunidad de entablar nuevas amistades, al tiempo que se disfruta realizando actividades que nos apasionan.
9. Es cuestión de divertirse
Los videojuegos están diseñados para ser disfrutados y ofrecer interacción; si se convierten en una carga o en algo similar a un trabajo tedioso, puede ser indicativo de que es necesario tomar distancia, descansar o buscar una nueva actividad recreativa.
10. Reconocer la adicción a los videojuegos
Contar con un alto grado de autoconsciencia resulta crucial para identificar comportamientos adictivos. Si seres queridos señalan la excesiva dedicación a los videojuegos, o si se opta por jugar en lugar de dormir o interactuar con otras personas, es un momento adecuado para reflexionar sobre si los patrones de juego son beneficiosos o si tal vez es hora de revisar esos hábitos.