Ilya Sutskever, científico jefe de OpenAI, ha manifestado su “profundo arrepentimiento” por su participación en la destitución de Sam Altman como CEO de la compañía. La decisión, que se alinea con una rebelión interna de la junta directiva liderada por Sutskever, ha provocado que más de 500 empleados amenacen con renunciar y unirse a una nueva unidad de investigación de inteligencia artificial en Microsoft. Estos eventos han sacudido la industria tecnológica y pusieron en juego la estabilidad de OpenAI, creadora del reconocido ChatGPT.
“Nunca fue mi intención perjudicar a OpenAI. Me encanta todo lo que hemos construido juntos y haré todo lo que pueda para reunir a la empresa”, escribió Sutskever en un mensaje en X.
La controversia surgió tras el despido sorpresivo de Altman el viernes pasado, lo que ha llevado a un cambio radical en la empresa, con la contratación de Altman y el expresidente de OpenAI, Greg Brockman, por parte de Microsoft.
Además, la empresa enfrenta ahora su tercer CEO en tres días con la incorporación de Emmett Shear, cofundador de Twitch, como CEO interino. Estos eventos subrayan el estado volátil de la dirección de una de las compañías de inteligencia artificial más emblemáticas. La participación de Microsoft como el principal inversor de OpenAI, y el trasfondo de un conflicto cultural interno sobre el ritmo de desarrollo de la IA, añaden dinamismo al panorama de poder sobre la tecnología de inteligencia artificial.
En detalle según reportó Axios, Sutskever, reconocido investigador de IA, expresó preocupación por los peligros del avance agresivo en el despliegue y la comercialización de la IA, una posición que influyó en la junta para apartar a Altman. OpenAI alegó falta de transparencia por parte de Altman, mientras que Microsoft ha recibido a Altman y Brockman para liderar un nuevo equipo de investigación de IA avanzada. La movida estratégica sugiere un enfoque acelerado en la innovación y comercialización de tecnologías de IA por parte de Microsoft.
Los detalles exactos que llevaron al despido de Altman siguen siendo inciertos, apuntando a una tensión entre la visión aceleracionista de Altman y una junta directiva inclinada hacia un enfoque más cauteloso.
La llegada de Shear como CEO interino de OpenAI viene acompañada de un compromiso de investigar independientemente las circunstancias que condujeron al cese de Altman. Shear ha admitido que el manejo del despido dañó gravemente la reputación de la empresa y ha anticipado cambios significativos en el horizonte.
Este episodio refleja la compleja dinámica en la cúspide de una compañía que lidera una de las nuevas tecnologías más importantes: la inteligencia artificial. La prospectiva colaboración entre OpenAI y Microsoft permite entrever una inevitable reconfiguración de estrategias en el campo de la IA.