La salida de Sam Altman de OpenAI tomó por sorpresa a Microsoft

La expulsión del ‘padre’ de ChatGPT ha sorprendido al gigante del software, quien desempeñó un papel crucial en la financiación de la compañía de inteligencia artificial, según informes de diversos medios

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Renuncia de Sam Altman como CEO de OpenAI y su inmediata repercusión. REUTERS/Toby Melville/Pool
Renuncia de Sam Altman como CEO de OpenAI y su inmediata repercusión. REUTERS/Toby Melville/Pool

Sam Altman dejó su posición al frente de OpenAI y, en una decisión que tomó por sorpresa a Microsoft, se anunció el cambio de liderazgo justo un minuto antes de la notificación oficial, según reportó AxiosMira Murati asumió como CEO interina tras la renuncia de Altman, que recientemente había sido voz de la compañía en la APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation conference) en San Francisco. Esta transición es significativa debido a los profundos lazos que unen a Microsoft con la entidad detrás de ChatGPT, con una relación de financiamiento y colaboración en servicios de nube.

Pese a la salida de Altman, Satya Nadella, CEO de Microsoft,reiteró el compromiso a largo plazo, enfatizando el acceso a los recursos necesarios para su agenda de innovación y desarrollo de productos. Nadella subrayó su apoyo a la dirección interina y al equipo de OpenAI, reforzando su propósito de llevar los beneficios de la IA a escala global.

El compromiso de Microsoft con OpenAI tras los cambios de liderazgo (Foto AP /Barbara Ortutay)
El compromiso de Microsoft con OpenAI tras los cambios de liderazgo (Foto AP /Barbara Ortutay)

En un acontecimiento inesperado, Greg Brockman, expresidente de OpenIA, renunció a la empresa esa misma jornada, manifestando su orgullo por los logros colectivos pero indicando su partida a raíz de los recientes sucesos. Aunque había anticipado su retiro como presidente del consejo, permaneciendo solo como presidente de la compañía, la situación evolucionó rápidamente.

La marcha de Altman, de acuerdo con CNN, podría deberse a roces internos y visiones contrapuestas sobre el progreso de la IA. Se sugiere que Altman, partidario de un avanzado desarrollo tecnológico, entró en conflicto con miembros del consejo que abogaban por una estrategia más prudente.

Bajo una secuencia de eventos que desembocaron en una precipitada junta y una repentina notificación de su destitución, la junta criticó a Altman por no ser “suficientemente franco”, lo que habría repercutido en su desempeño.

Ascenso de Mira Murati a CEO interina y el futuro de OpenAI tras la renuncia de Altman (AP)
Ascenso de Mira Murati a CEO interina y el futuro de OpenAI tras la renuncia de Altman (AP)

La determinación de la junta causó asombro entre colaboradores principales como Microsoft, que había realizado inversiones millonarias y había integrado la tecnología de OpenAI en Bing. Tanto el conglomerado tecnológico como los trabajadores de OpenAI estuvieron al margen hasta que la noticia se difundió, según Bloomberg

Altman expresó su gratitud hacia sus colegas a través de X y anticipó compartir sus futuros planes próximamente. Brockman sugirió que tanto él como Altman tienen la vista puesta en nuevos proyectos.

En el fondo de la turbulencia está el debate sobre la velocidad de desarrollo de la IA, sus posibilidades de monetización y las estrategias para atenuar riesgos inherentes. Tales tensiones no son novedosas en OpenAI, recordando momentos de división anteriores, como la salida de Elon Musk en 2018 y la creación de Anthropic por antiguos empleados en 2020.

La resistencia interna a las iniciativas de Altman, como recaudar fondos para una empresa de chips de IA con posibles inversores como SoftBank y Masayoshi Son, pone en evidencia la preocupación por mantener una gobernanza coherente.

La salida de Altman ha suscitado reacciones mixtas, desde el estupor hasta la conjetura en redes sociales. Su influencia en el ámbito tecnológico y su representación del AI lo han posicionado como una figura prominente, y su ausencia podría afectar la confianza en esta tecnología.

La partida de Altman aviva el debate sobre la IA y su dualidad como posible amenaza y herramienta de prevención de riesgos existenciales para la humanidad. La seguridad en IA resurge como un tema central en un contexto de avance tecnológico rápido.

La gesta de Altman subraya la necesidad de un compromiso entre innovación y gobernanza para un futuro seguro de la IA. La prospectiva de que sistemas inteligentes rebasen barreras éticas o tengan efectos dañinos accidentales resalta la urgencia de regulaciones y protocolos rigurosos.

A pesar de su potencial de transformación y ventajas, como el mejoramiento en la detección de enfermedades y el impulso a la investigación científica, la implementación de la IA demanda un análisis detallado de escenarios adversos y estrategias de contención para asegurar un impacto positivo para la sociedad.

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