Los inversores de OpenAI están efectuando un intento de última hora para reinstaurar a Sam Altman como CEO de la compañía, poco después de su sorpresiva destitución por parte de la junta directiva, utilizando como palanca a Microsoft y a empleados clave. Altman, quien está en proceso de discutir un nuevo emprendimiento en inteligencia artificial, podría retornar a su antiguo puesto si esta maniobra tiene éxito. A pesar del intento, Microsoft ha declinado hacer declaraciones y no hay respuesta oficial de OpenAI hasta el momento, según publicó Forbes.
Varias fuentes cercanas a la situación indicaron que Altman está manteniendo conversaciones con el consejo de OpenAI, aunque se muestra “ambivalente” sobre su regreso y exigiría cambios significativos en la gobernanza de la empresa, según detalló The Verge.
Estrategias y repercusiones del movimiento inversor
Firmas de capital de riesgo vinculadas con la entidad con fines de lucro de OpenAI habrían considerado coordinar esfuerzos con Microsoft y personal sénior de la empresa para facilitar el regreso de Altman. El plan detallado, dijo una fuente a Forbes, implicaría que la actual dirección de OpenAI, bajo la CEO interina Mira Murati, reconozca que su posición es insostenible, lo que se lograría a través de un levantamiento masivo de los investigadores principales, la suspensión de créditos de computación en la nube por parte de Microsoft, y una posible demanda legal de los inversores.
Tal situación forzaría a la dirección actual a considerar la vuelta de Altman, lo que probablemente causaría la salida de aquellos miembros que promovieron su remoción, incluyendo al cofundador Ilya Sutskever y al director de la junta Adam D’Angelo, CEO de Quora.
Alternativas para Altman y el papel de Microsoft
Si las negociaciones no prosperan a tiempo, Sam Altman y el expresidente de OpenAI, Greg Brockman, se preparan para recaudar capital para un nuevo emprendimiento. Este movimiento estratégico sugiere que las alternativas de Altman no se limitan a su regreso a OpenAI, sino que también considera la iniciativa de una nueva empresa de startups como plan B.
Microsoft, un colaborador clave que ha invertido una promesa de 10 mil millones de dólares en OpenAI, es un actor fundamental en este escenario de incertidumbre, buscando estabilidad en su socio clave. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, habría reaccionado con sorpresa y “furia” ante el despido de Altman, según Bloomberg, aunque la compañía solo ha desembolsado una fracción del monto prometido a OpenAI.
Los movimientos en la cúpula de OpenAI y las posteriores dimisiones subrayan la importancia de la figura de Altman en la organización. Su salida y posible retorno están rodeados de incertidumbre y expectativas sobre el futuro de la empresa en el ámbito de la inteligencia artificial. La organización, reconocida por su desarrollo en tecnologías de IA, podría estar enfrentando momentos decisivos en su estructura y dirección.