Un grupo de marines ubicados en Twentynine Palms, California, mostraron cómo es el entrenamiento de un nuevo robot al cual le llaman “cabra robótica”. A esta le ataron un lanzacohetes a su parte trasera como parte de un ejercicio de entrenamiento táctico.
Popularmente, estos dispositivos se conocen como “perros robot”, debido a que son robots cuadrúpedos del tamaño de esos animales de compañía, sin embargo, los marines decidieron denominarlo como “cabra”.
Los equipos de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos que se encargaron del ensayo estuvo fueron el Grupo de Control de Ejercicios y Entrenamiento Táctico, el Comando de Entrenamiento de la Fuerza de Tarea Aire-Tierra de la Marina y científicos de la Oficina de Investigación Naval. Además se realizó en el centro de dicho Comando, que es la base más grande de la Infantería de Marina del país norteamericano.
Cómo funciona
En un video publicado por los marines se muestra que la “cabra robótica” se acomoda de forma segura en un campo de tiro dentro de un pequeño refugio con sacos de arena a su alrededor. Luego, se le autoriza para que dispare para que la granada propulsada por cohete sea lanzada desde el lomo de robot.
El lanzagranadas propulsado por cohete utilizado fue un arma antitanque ligera M72 (o LEY), que también es estándar de la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Periodistas especializados en el tema del portal Popular Science señalan que el arma es liviana ya que cuenta con un peso de sólo 5,5 libras, “lo suficientemente barata como para descartarla después de disparar”.
Para instalar el M72 en la cabra robot, primero se coloca una caja de metal en la parte trasera del robot que contiene los controles de disparo e interruptores de seguridad. Después de efectuar el disparo, se puede abrir la caja, desechar el lanzador utilizado y el robot estará preparado para llevar a cabo un nuevo disparo o ronda de disparos.
Los sensores ubicados en los laterales del robot le ayudan a detectar y evitar posibles obstáculos. Una vez que el robot esté en posición, podría lanzar el cohete y, si el robot sobrevive al encuentro, permitiría que el marine sea testigo de la destrucción antes de continuar avanzando.
Los proyectiles lanzados desde tienen un alcance de hasta 3280 pies, pero su eficacia máxima se logra cuando se opera a una distancia de 650 pies. Esta distancia se considera peligrosamente cercana al tanque, ya que expone a quien esta encargado de la funcionabilidad del artefacto.
“En lugar de que un infante de marina maneje el sistema de armas y manipule los dispositivos de seguridad, podríamos colocarle un mecanismo de disparo remoto que permitiera que todo se hiciera de forma remota”, dijo Aaron Safadi oficial a cargo de la sección de integración de tecnología emergente del grupo de Entrenamiento Táctico y Control de Ejercicios.
“El infante de marina podría estar a cubierto y oculto, el sistema de armas podría avanzar y el infante de marina podría manipular los dispositivos de seguridad desde un lugar seguro mientras permite que el sistema de armas (la cabra robótica) se acerque a su objetivo”.
Perros robot
La Universidad de Stanford y el Instituto Shanghai Qi Zhi han colaborado para desarrollar una nueva generación de perros robóticos. Estos no son meros juguetes, sino robots autónomos equipados con algoritmos avanzados que les permiten llevar a cabo tareas complicadas.
Según la universidad estadounidense, el robot perro es capaz de saltar, trepar, gatear y atravesar barreras físicas como nunca antes. El propósito de esta invención es que en un futuro funcionen como perros rescatistas. “Los cuadrúpedos que funcionan con baterías usarían la visión por computadora para evaluar los obstáculos y emplearían habilidades de agilidad propias de los perros para superarlos”, explicó Standford.
Con ese objetivo, los investigadores de inteligencia artificial de ambas instituciones han desarrollado un nuevo algoritmo basado en la visión que ayuda a los perros robot a escalar objetos altos, saltar a través de huecos, arrastrarse por debajo de umbrales y pasar por grietas, y luego salir corriendo. Básicamente, el algoritmo representa el cerebro del perro robot.
“La autonomía y la variedad de habilidades complejas que nuestro robot cuadrúpedo aprendió es bastante impresionante”, dijo Chelsea Finn, profesora asistente de ciencias de la computación y autora principal del artículo Aprendizaje de Parkour con robots. “Y lo hemos creado utilizando robots de bajo costo y disponibles en el mercado”, añadió.