IBM habría suspendido toda la publicidad en X (antes Twitter), propiedad de Elon Musk, después de que un informe de la organización sin fines de lucro, Media Matters, descubrió que sus anuncios estaban junto a contenidos que promocionaban a Adolf Hitler y el Partido Nazi.
La tecnológica multinacional estadounidense lo confirmó en un comunicado revelado inicialmente por el diario británico Financial Times, en el que advirtió que “IBM tiene tolerancia cero con el discurso de odio y la discriminación e inmediatamente hemos suspendido toda la publicidad en X mientras investigamos esta situación completamente inaceptable”.
IBM fue una de las cinco marcas señaladas en la investigación del grupo de vigilancia que asegura que los anuncios de grandes empresas, como Apple y Oracle, también presentan este tipo de problema. Aunque ninguna ha realizado un comentario oficial al respecto. Mientras las otras dos son Bravo de NBCUniversal y Xfinity de Comcast.
X asegura que su sistema no coloca intencionalmente marcas “junto a este tipo de contenido”, y advirtió que Media Matters ya no podría generar ingresos con sus publicaciones.
De hecho, la noticia se produce justo después de que la directora ejecutiva de X, Linda Yaccarino, busca generar un clima de seguridad para las marcas e incluso ha advertido que están “protegidas del riesgo de estar al lado” de publicaciones tóxicas en la plataforma.
Yaccarino ha estado intentando que los anunciantes vuelvan a la plataforma afirmando se ha “demostrando su compromiso absoluto para combatir el antisemitismo en la plataforma”.
Aunque Elon Musk, su jefe, parece no ponerle la tarea nada fácil. E incluso algunas empresas han mostrado su preocupación por las publicaciones que el magnate realiza en su red social.
Publicaciones que respaldan temas de conversación de extrema derecha
Recientemente, Musk publicó en X que “todo el mundo puede estar orgulloso de su raza, excepto los blancos, porque nos han lavado el cerebro para hacernos creer que nuestra historia fue de alguna manera “peor” que la de otras razas”.
El multimillonario también dijo que “¡es hora de que termine esta tontería y avergüence a CUALQUIERA que perpetúe estas mentiras!”.
El apoyo al orgullo blanco se produjo un día después de que Musk coincidiera con una publicación antisemita que afirmaba que las comunidades judías habían avivado el “odio contra los blancos”.
El magnate le dijo a otro usuario “has dicho la verdad real” después de que escribiera que están “profundamente desinteresados en que les importe una mierda ahora las poblaciones judías occidentales” que enfrentan “hordas de minorías que apoyan la inundación de su país”.
El presentador de CNN, Jake Tapper, publicó una captura de pantalla del intercambio con el comentario: “Elon Musk impulsa el antisemitismo sin adornos en un momento de creciente antisemitismo y violencia contra los judíos”.
Mientras The Atlantic escribió que los tuits de Musk hacían eco a la “teoría de la conspiración antisemita más mortífera en la historia reciente de Estados Unidos” al impulsar la idea de que existe una “agenda judía unificada”.
Más tarde, Musk se centró en la Liga Antidifamación (ADL), una organización sin fines de lucro centrada en la lucha contra el antisemitismo, y dijo que el grupo “ataca injustamente a la mayoría de Occidente” (una categoría que no definió) porque no puede “criticar a los grupos minoritarios que son su principal amenaza”.
El magnate amenazó previamente con demandar a la ADL debido a las críticas de la organización a las prácticas laxas de moderación en X que permitieron que se extendiera el antisemitismo.
Caída de anunciantes
Musk ha respondido agresivamente a las críticas sobre el manejo del contenido antisemita por parte de X, mientras el negocio publicitario de la compañía se encuentra a la baja.
Yaccarino, ha dicho que la mayoría de los anunciantes más importantes de la plataforma han regresado después de abandonar el sitio debido a sus cambios de moderación, pero Media Matters asegura que están gastando mucho menos que antes.
Mientras que grupos de derechos civiles sostienen que los anunciantes han abandonado el sitio desde que Musk lo compró y redujeron la moderación del contenido, lo que resultó en un aumento dramático del discurso de odio.
La agencia Reuters informó en octubre pasado que los ingresos publicitarios mensuales de X en EE. UU. han disminuido al menos un 55%, desde que Musk adquirió la compañía en 2022.