Pathfinder 1, el dirigible más grande del mundo empieza sus pruebas de vuelo

La enorme nave de casi 120 metros de longitud es propiedad de Sergey Brin, cofundador de Google

El Pathfinder 1 es una impresionante nave de casi 120 metros de longitud que ya obtuvo permiso para iniciar pruebas de vuelo. (LTA Research)

El cielo de California pronto será el hogar de un nuevo gigante, el dirigible Pathfinder 1, una impresionante aeronave que recientemente recibió la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) para iniciar pruebas de vuelo.

Este es el resultado de más de 10 años de investigación y desarrollo por parte de LTA Research, una empresa fundada por Sergey Brin, cofundador de Google, que busca producir una nueva generación de aeróstatos gigantes para proporcionar ayuda humanitaria, llevar alimentos y suministros a las partes más remotas del mundo más rápido que los barcos y contaminando menos que los aviones.

El sueño de volar en dirigibles parecía haber sido abandonado por los entusiastas de la aviación luego del gran desastre del Hidenburg del 6 de mayo de 1937, cuando el zeppelin de pasajeros alemán se incendió y quedó destruido durante un intento de aterrizaje en la Estación de Aire Naval Lakehurst en Manchester Township, New Jersey, Estados Unidos.

Cuáles son las características del Pathfinder 1

Este dirigible de helio, de 124 metros de largo y casi 20 metros de ancho en su punto más amplio, fue diseñado para ser una solución innovadora en casos de desastres y para el transporte de grandes cargas.

Además, es la aeronave más grande en casi un siglo, eclipsando a los actuales dirigibles Goodyear e incluso al enorme avión Stratolaunch diseñado para lanzar cohetes orbitales.

La aeronave utiliza helio estable en lugar de hidrógeno inflamable como gas de elevación, contenido en 13 celdas gigantes de nailon resistente al desgarro y monitoreado continuamente por sistemas láser lidar.

Mientras que su estructura rígida está compuesta por 10.000 tubos reforzados con fibra de carbono y 3.000 uniones de titanio, que forman un esqueleto protector alrededor de las celdas de gas. La cubierta exterior, por su parte, es una ligera piel sintética de Tedlar que es fuerte, no inflamable, resistente a los rayos UV y bloquea la luz visible.

La estructura principal está compuesta por 10.000 tubos de polímero reforzados con fibra de carbono. (LTA Research)

Además, el Pathfinder 1 es diferente a cualquier otro dirigible que haya volado antes debido a que está equipado con 12 motores eléctricos para despegue y aterrizaje vertical (VTOL), que pueden propulsar el enorme aeróstato a 65 nudos (75 mph), aunque sus vuelos iniciales serán a velocidades mucho más bajas.

A lo que se suma que es capaz de soportar vientos de hasta 80 mph y según LTA, este dirigible podría transportar hasta 200 toneladas de carga, casi diez veces la cantidad que puede transportar un Boeing 737. Esa capacidad, junto con el hecho de que no requieren una pista de aterrizaje ni mucha infraestructura, hace que se espere que estas naves jueguen un papel clave en la ayuda en caso de desastres.

“Si las pistas de aterrizaje, las carreteras y los puertos están dañados, los aerostatos de LTA todavía pueden entregar lo que necesitan las comunidades. Si las torres de telefonía celular quedan fuera de servicio, los aerostatos pueden mantenerse en el aire y proporcionar el servicio”, asegura la compañía que fabrica esta aeronave.

Pruebas tras luz verde de la FAA

El Pathfinder 1 ya tiene su Certificado de aeronavegabilidad. (LTA Research)

LTA Research recibió un certificado especial de aeronavegabilidad de la FAA. Esta autorización permite que el dirigible comience las pruebas de vuelo en Moffett Field, un aeropuerto civil-militar de la NASA que actualmente es gestionado por Google

La aprobación también permite volar el Pathfinder 1 dentro de los límites del espacio aéreo del aeropuerto vecino de Palo Alto, a una altura de hasta de 460 metros.

La empresa afirma que “con estas aeronaves de próxima generación, nos esforzamos por mejorar la entrega de ayuda humanitaria y reducir las emisiones de carbono, al tiempo que brindamos oportunidades económicas y nuevos empleos”.

Se prevé que este aeróstato, recorrer una distancia máxima de 4.500 kilómetros, estará listo para volar a finales de este año.