El icónico trío de djs, Swedish House Mafia, llegó a Latinoamérica con una puesta en escena que combina juegos de luces únicos y fuegos artificiales que se alinean a las melodías que producen Steve Angello, Axwell y Sebastian Ingrosso.
La tecnología que acompaña los conciertos de electrónica se ha vuelto una aliada en la experiencia e inmersión de los espectadores.
Las producciones audiovisuales han alcanzado un nivel cinematográfico gracias a la implementacón de filtros en vivo para la transmisión en pantallas grandes y a las impresionantes escenografías nunca antes vistas que se rematan con una estimulante combinación de luces de colores.
En el caso del grupo sueco, los juegos de luces no solo se originan desde el escenario ya que los mismos asistentes interactúan con los colores del show cuando sus pulseras se activan en ciertos puntos del concierto.
Por ejemplo, en la canción ‘Redlight’ estas se iluminan automáticamente con el color rojo para ir a la par de los proyectores dispuestos en la tarima.
Colores vibrantes y beats que vibran
Swedish House Mafia es reconocido a nivel mundial por los grandes éxitos que produjo en la década del 2010.
‘Don’t You Worry Child’ acompañó la adolescencia y juventud de muchas personas, cuestión que se siente cuando los djs la tocan en vivo para su audiencia.
La alegría y nostalgia con la que los asistentes cantan al unísono “Don’t you worry, don’t you worry, child, see heaven’s got a plan for you”, se mezcla con luces blancas que apuntan al techo del recinto, casi como si se tratara de una experiencia religiosa.
Esto sucede mientras que Steve Angello, Axwell y Sebastian Ingrosso alzan sus brazos para alentar al público a cantar con toda la fuerza de sus pulmones.
Lograr que las luces se combinen a la perfección con el ritmo de la musical supone un gran reto de diseño e ingeniería.
Normalmente, las ideas de un diseñador de iluminación están detrás de esas grandes apuestas de escena.
El proceso inicia cuando un diseñador de iluminación crea un diseño que se adapte a la música y establece la atmósfera deseada, eligiendo tipos de luces, colores y efectos.
Dichas luces se controlan a través de una consola de iluminación donde se programan secuencias que coincidan con diferentes partes de la música, como cambios de color y movimientos.
La sincronización es esencial y se logra mediante el uso de un código de tiempo o comunicación en tiempo real con el director musical.
Los ensayos perfeccionan la coordinación y durante el concierto un operador de iluminación ajusta las luces para mantener la sincronización y realzar la experiencia visual del público.
Otro elemento que permite que los asistents vivan una experiencias única son las pulseras luminosas, estas se tiñen de azul, por ejemplo, cuando ‘Moth to a Flame’ suena en las grandes bocinas del espectáculo.
Las pulseras luminosas utilizadas en conciertos funcionan gracias a una combinación de tecnologías como RFID (identificación por radiofrecuencia) o LED.
Antes del concierto, se entregan a los asistentes en estado inactivo. Luego, un operador del evento o un sistema de control las activa mediante señales de radiofrecuencia, lo que las prepara para funcionar en sincronización con la música y las luces del concierto.
Coliseo Medplus fue el recinto donde se llevó a cabo la presentación de Swedish House Mafia en Bogotá, Colombia, el viernes 27 de octubre.
SHM tendrá cinco paradas en la región: el público de São Paulo y Bogotá ya disfrutó de sus mezclas en vivo y en cuestión de unos días, será el turno de la Ciudad de México, Lima y nuevamente de dicha ciudad brasilera.