El 68% de los consumidores mexicanos cree que las compras en línea están perdiendo atractivo

El comercio electrónico ha experimentado un auge en los últimos años, especialmente después de la pandemia; pero junto con su crecimiento, los métodos utilizados para cometer estafas en transacciones en línea también han proliferado, especialmente en territorio mexicano.

Nación en la que un 26% de los consumidores ha experimentado fraudes en pagos en el último año, según el Reporte de Retail 2023, presentado por Adyen, una plataforma tecnológica holandesa que permite que empresas acepten pagos por e-commerce, dispositivos móviles y puntos de venta.

La compañía presentó su informe en el marco del Mes de la Concientización sobre la Ciberseguridad, buscando llamar la atención por la creciente sofisticación entre aquellos que cometen fraudes en línea.

Esto en un momento en el que las cifras son preocupantes, cuando el 39% de los comerciantes minoristas mexicanos han experimentado un aumento en los intentos de fraude en los pagos durante el último año. De estos, un 34% ha sufrido ciberataques o filtraciones de datos.

Además, se segmentan las tácticas preferidas por los ciberdelincuentes, las cuales incluyen la creación de réplicas de sitios web (33%) y el fraude de afiliación (29%).

Estas acciones no solo minan la confianza de los consumidores en las compras en línea, sino que también tienen un impacto económico significativo. De hecho, el importe promedio perdido por los mexicanos debido a estos fraudes supera los 187 dólares.

El reporte también revela que los compradores están tomando medidas para protegerse. Por ejemplo, el 41% de los consumidores mexicanos verifica cuidadosamente la URL del sitio web para asegurarse de su legitimidad, mientras que el 48% opta por no permitir que un dispositivo recuerde los detalles de sus tarjetas de crédito o débito.

Fabricio Moreno, Country Manager de Adyen en México, enfatiza que “el temor a ser víctima de un defraudador ha llevado a que un 68% de los consumidores crea que las compras en línea están perdiendo atractivo”.

Y en este sentido, la ciberseguridad se convierte en un factor crucial para mantener la confianza de los consumidores en el mercado en línea.

En México, un 65% de los consumidores considera que los minoristas deberían hacer más para proteger a sus clientes contra los fraudes en pagos electrónicos, sin embargo, muchos de estos comerciantes no han fortalecido lo suficiente sus estrategias de ciberseguridad.

Algo contradictorio cuando un 46% de esta población reconoce que las transacciones fraudulentas y los contracargos representan un costo significativo para sus negocios, y un 25% ve un aumento de los ataques fraudulentos como una de las principales barreras para su crecimiento.

Sin embargo, el panorama no es totalmente desalentador debido a que un 49% de los minoristas encuestados planea aumentar sus equipos de recursos humanos en un 100% para abordar estos desafíos, y un 25% busca invertir en sistemas de gestión de riesgo para pagos y fraudes.

Respeto a las empresas, el informe revela que un 36% de las organizaciones cree que los intentos de fraude en pagos han aumentado en el último año. Además, un 51% de las compañías ya utilizan la Inteligencia Artificial en la prevención del fraude, lo que representa un aumento del 13% respecto a 2022.

Los fraudes en pagos, también conocidos como fraudes financieros o fraudes de transacciones, son actividades ilegales o engañosas que involucran el uso indebido o no autorizado de información financiera o de pago para obtener beneficios económicos de manera ilegal.

Estos pueden ocurrir en una variedad de formas y entornos, pero generalmente involucran la manipulación o el robo de datos de tarjetas de crédito, débito o cuentas bancarias para realizar compras no autorizadas o transacciones fraudulentas.

Estas son algunas formas comunes de fraudes en pagos:

- Robo de identidad: En este tipo de fraude, un delincuente obtiene información personal de un individuo, como su nombre, número de seguro social y datos financieros, y la utiliza para abrir cuentas fraudulentas o realizar transacciones en su nombre.

- Tarjetas de crédito robadas o clonadas: Los delincuentes pueden robar tarjetas de crédito físicas o utilizar dispositivos para copiar la información de una tarjeta y luego realizar compras no autorizadas con ella.

- Phishing: Los estafadores utilizan correos electrónicos, mensajes de texto u otros métodos de comunicación para engañar a las personas y hacer que revelen información financiera sensible, como números de tarjeta de crédito o contraseñas.

- Fraudes en línea: Esto puede incluir la compra de productos en línea con tarjetas de crédito robadas o la creación de sitios web falsos para engañar a los consumidores y obtener información de pago.

- Fraudes en comercio electrónico: Los fraudes en pagos en línea pueden involucrar la compra de productos con tarjetas de crédito robadas, la devolución de productos falsos o dañados para obtener reembolsos fraudulentos, y otros métodos para engañar a las plataformas de comercio electrónico.

- Fraudes en puntos de venta: Esto puede incluir el robo de información de tarjetas de crédito o débito en tiendas físicas o restaurantes a través de dispositivos de skimming o la colaboración de empleados deshonestos.

- Fraudes de transferencia de dinero: Los delincuentes pueden engañar a las personas para que envíen dinero a través de servicios de transferencia de dinero como Western Union o PayPal con promesas falsas, como premios de lotería o herencias inexistentes.