Hace dos décadas, el 24 de octubre de 2003, fue el día en que el icónico avión supersónico Concorde realizó su último vuelo comercial, poniendo fin a una era de alta velocidad y lujo en el transporte aéreo que no se ha vuelto a repetir.
De hecho, la despedida de esta aeronave considerada como una de las grandes maravillas aeronáuticas del siglo XX, sigue generando sentimientos encontrados entre los amantes de la aviación y el público en general.
Especialmente porque su salida del mercado se produjo mayormente por factores económicos y operativos, que se sumaron a las secuelas del trágico vuelo 4590 de Air France, en julio de 2000, y al duro golpe que sufrió la aviación comercial en todo el mundo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El Concorde: Un icono de la aviación
El Concorde, un proyecto conjunto entre el Reino Unido y Francia, entró en servicio en 1976 y rápidamente se convirtió en el símbolo de la elegancia y la velocidad en el cielo.
Además, este avión supersónico podía cruzar el Atlántico en poco más de tres horas, en comparación con las siete u ocho horas que toman las aeronaves comerciales convencionales.
Durante su tiempo en servicio, el Concorde fue la elección de celebridades, líderes mundiales y viajeros de élite que buscaban la comodidad de vuelos ultrarrápidos.
Especificaciones técnicas y capacidades del Concorde
Este legendario avión cautivó al mundo gracias a sus grandes capacidades que hasta ahora no han podido ser equiparadas, ni siquiera aprovechando los enormes avances tecnológicos que se han logrado en los últimos 20 años.
Algunas de sus especificaciones técnicas eran:
- Velocidad Supersónica: El Concorde fue capaz de volar a una velocidad de Mach 2.04, que es más de dos veces la velocidad del sonido. Esto le permitía alcanzar velocidades de hasta 1,354 millas por hora (2,180 km/h).
- Tiempo de Vuelo Reducido: Un vuelo típico de Londres a Nueva York en el Concorde duraba aproximadamente 3 horas y 30 minutos, en comparación con las 7-8 horas de un avión comercial convencional.
- Alcance: Tenía un alcance de aproximadamente 4,000 millas náuticas (7,400 km), lo que le permitía realizar vuelos transatlánticos.
- Capacidad: El Concorde podía acomodar a un máximo de 128 pasajeros en una configuración típica de asientos.
- Altitud de Crucero: Volaba a altitudes de crucero de alrededor de 60,000 pies (18,000 metros), mucho más alto que la mayoría de los aviones comerciales.
- Ruido Supersónico Reducido: Para minimizar el ruido ensordecedor asociado con la barrera del sonido, el Concorde tenía un diseño aerodinámico especial y motores ajustados para reducir la molestia para las personas en tierra.
- Servicio de Lujo: Los pasajeros del Concorde disfrutaban de un servicio de alta calidad, que incluía asientos espaciosos, exquisita gastronomía y atención personalizada.
A 20 años del adiós
British Airways y Air France anunciaron la cancelación de los vuelos del Concorde el 10 de abril de 2003. Si bien ambas aerolíneas estaban experimentando una fuerte caída en la demanda de pasajes para el Concorde, la noticia no dejó de sorprender.
La flota francesa estaba habilitada para volar hasta 2007, mientras que la británica podía hacerlo hasta 2009.
- El adiós de Air France
Air France anunció que dejaría de realizar vuelos con la aeronave a partir del 1 de noviembre de 2003. Sin embargo, señaló que los servicios se suspenderían el 31 de mayo si no se generaba un repunte en la demanda de viajes. Lamentablemente, ese repunte nunca se materializó.
Así, el último vuelo comercial del Concorde bajo los colores de esta compañía se realizó el 30 de mayo de 2003, uniendo París con Nueva York.
Tras su retiro, algunos de los aviones de la empresa fueron enviados a museos en Francia, Alemania y Estados Unidos para que los admiradores pudieran seguir maravillándose con ellos.
- El adiós de British Airways
British Airways mantuvo en operaciones al Concorde por algunos meses más. La firma británica expresó su intención de continuar utilizándolo hasta el otoño de 2003, aunque no proporcionó una fecha precisa para su retiro.
Sin embargo, desde el principio se especuló con que la despedida definitiva se produciría en los últimos días de octubre, coincidiendo con el final del calendario de verano de la aerolínea.
Y así llegó el 24 de octubre de 2003, día en el que el último vuelo comercial del Concorde despegó del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York y aterrizó en el Aeropuerto de Heathrow en Londres unas tres horas y media más tarde.
Dos otros Concorde de British Airways también participaron en el retiro de la flota ese mismo día, uno volando a Edimburgo, Escocia, como parte de la gira de despedida, y otro realizando un vuelo especial sobre el golfo de Vizcaya llevando a bordo a otros pilotos del avión supersónico y personalidades.
Esto permitió a los fanáticos presenciar una imagen espectacular de tres Concorde aterrizando de forma sucesiva, apenas con minutos de diferencia entre sí, en el aeropuerto londinense. El último en tocar tierra fue el procedente de la gran manzana, poniendo un broche de oro a casi 30 años de aviación comercial supersónica.