Los celulares ofrecen una gran variedad de funciones, pero muchos usuarios quieren ir más allá de lo que permiten los fabricantes y buscan personalizar los dispositivos. Una opción que da cierta liberta, pero que también es un riesgo para nuestra información. Esta práctica se llama jailbreak.
Este un tipo de modificación que se le hace al teléfono para tener mayor control sobre él, pero al mismo tiempo implica riesgos de seguridad y la perdida de garantía frente al fabricante. Así que a continuación contamos todo sobre esta práctica para entenderla bien y saber si conviene hacerla y bajo qué condiciones.
Qué es Jailbreak y cómo afecta
El jailbreak, término que significa “desbloqueo” o “liberación”, es un proceso que permite a los usuarios de dispositivos móviles, como iPhone o iPad, eliminar las restricciones impuestas por el sistema operativo y el fabricante.
Esta práctica otorga un mayor control sobre el dispositivo, permitiendo la personalización, la instalación de aplicaciones no autorizadas y el acceso a funciones avanzadas que normalmente estarían fuera de su alcance.
El jailbreak ofrece beneficios atractivos para aquellos que buscan una experiencia más libre en sus dispositivos. Sin embargo, esta condición viene acompañada de riesgos significativos. Uno de los principales peligros es la vulnerabilidad a ataques cibernéticos. Al eliminar las restricciones de seguridad, los celulares se vuelven más susceptibles al malware, el robo de datos y demás.
Además, los dispositivos pueden experimentar inestabilidad, lo que se traduce en bloqueos de aplicaciones, pérdida de datos y problemas de rendimiento. La duración de la batería también se ve afectada negativamente, ya que el software modificado puede agotarla más rápidamente. Las llamadas telefónicas y otras funciones básicas pueden interrumpirse, lo que socava la confiabilidad del dispositivo.
Si bien el término jailbreak se asocia principalmente con dispositivos iOS, el concepto de rootear está relacionado con celulares y tabletas de Android. Ambos términos se refieren esencialmente al proceso de eliminar restricciones para obtener un mayor control sobre el dispositivo.
Además, en el caso del root, los usuarios tienen mayores privilegios y caso de arrepentirse, el proceso para revertirlo es más sencillo.
Apple busca evitar esta práctica
A lo largo de los años, Apple ha intensificado sus esfuerzos para prevenir el jailbreak en sus dispositivos iOS. A medida que la compañía lanzaba nuevas actualizaciones del sistema operativo, los desarrolladores de herramientas se veían obligados a encontrar y explotar vulnerabilidades en el sistema para mantener viva la práctica.
Uno de los casos más famosos fue el “evasi0n7″, lanzado en 2013. Desarrollado por el equipo de hackers conocido como “evad3rs”. Este jailbreak liberó dispositivos que ejecutaban iOS 7, incluyendo el iPhone 5s y el iPad Air. El equipo trabajó en secreto para encontrar y desarrollar los parámetros necesarios, creando una herramienta de fácil uso que permitía a los usuarios liberar sus dispositivos con solo unos pocos clics.
Sin embargo, este episodio no estuvo exento de controversia. La herramienta incluía software no autorizado que permitía a los usuarios descargar una tienda de aplicaciones no oficial llamada “TaiG”. Esto provocó un debate sobre la ética del jailbreak y si los hackers deberían incluir software adicional no aprobado por Apple en sus herramientas.
En la actualidad, Apple ha reforzado sus medidas de seguridad para evitar esta práctica se pueda hacer en sus productos. Con cada nueva actualización de iOS, la compañía implementa funciones centradas en la privacidad que restringen el acceso de las aplicaciones a los datos personales de los usuarios.
A pesar de estos esfuerzos, todavía existen algunos métodos y herramientas que permiten a los usuarios realizar el jailbreak en las versiones más recientes de iOS. Sin embargo, estos métodos pueden ser menos comunes y requieren conocimientos técnicos avanzados.