Cómo reparar un mando del PlayStation 4 que no carga

El polvo, un error de configuración o incluso una batería en mal estado pueden evitar que el control vuelva a encenderse

Control PlayStation 4 Dualshock. (Genbeta)

Los controles del PlayStation 4 fueron lanzados oficialmente al mercado durante el año 2013 y para aquellos usuarios que han podido mantenerlos desde ese entonces hasta la actualidad, diez años después, es muy probable que estos se hayan deteriorado y, por lo tanto, presenten algunos problemas en su funcionamiento.

Uno de ellos, por ejemplo, tiene que ver con la capacidad que tienen estos dispositivos para cargarse y mantenerse en funcionamiento ya sea conectados a la consola o de forma inalámbrica. Sin embargo, es posible reparar este inconveniente de varias formas dependiendo de cuál sea el origen del mal funcionamiento.

Mala conexión entre el cable y el control

Estos casos pueden ser muy comunes, sobre todo en dispositivos que tienen cierta cantidad de años en funcionamiento. Ya que los controles DualShock 4 usan un cable micro USB para cargar, estos dependen mucho de un sistema interno de clips para asegurar que están en la posición adecuada. Estos son precisamente los que suelen deteriorarse primero a causa del uso constante.

Si los usuarios detectan que el cable no se conecta correctamente, sella mal la conección de carga o simplemente se desconecta por su cuenta, es posible solucionarlo con un nuevo cable. Ya que estos son tan comunes es posible encontrar alguno en buenas condiciones en casi cualquier lugar.

Cable micro USB

Sin embargo, es preferible que estos sean de buena calidad pues en caso contrario es posible que no tengan la capacidad de transferir energía con la potencia o rapidez que se requiere para que el control puede funcionar correctamente.

Limpieza del puerto de carga

Otro de los inconvenientes que se puede presentar con el control del PlayStation 4 es la posibilidad de que el puerto de carga presente contaminación externa y algunas partículas de polvo se introduzcan en la ranura, impidiendo así que el cargador se vincule correctamente.

En estos casos es preferible limpiar el puerto con un poco de aire a presión (algunos tienen presentación en aerosol) o con un soplador eléctrico. Si ninguno de estos implementos es suficiente para desacerse por completo de las partículas de polvo, entonces es preferble usar un objeto delgado para eliminar el inconveniente.

Se tiene que evitar el soplar directamente en el puerto de carga usando la boca pues las partículas de saliva pueden introducirse en el puerto y potencialmente deteriorar sus componentes internos.

Reiniciar el control del PlayStation 4

En ocasiones los mandos pueden presentar un inconveniente con su configuración y se evita que carguen correctamente o en absoluto. El reinicio no se refiere únicamente a pulsar el botón con el logo de PlayStation en el centro del panel de control, sino en introducir un objeto delgado en un pequeño agujero disponible en la parte posterior del DualShock 4 y pulse el botón en su interior por aproximadamente 5 segundos.

El control DualShock 4 usa un cable micro USB pra cargarse. (LifeWire)

Esto permitirá que el usuario reinicie de forma forzada el control y este retorne a su configuración de fábrica. Una vez que se haya encendido nuevamente, se puede intentar cargar usando el cable micro USB.

Reemplazar el puerto de carga

En casos extremos en los que aún con todos los pasos antes mencionados el control sigue sin funcionar, entonces es probable que el puerto de carga tenga que ser reemplazado por uno nuevo. Este proceso implica abrir el control y separar el conector por uno nuevo.

Debido a que esto solo puede ser realizado con instrumentos adecuados y experiencia previa, es preferible que los usuarios con este problema acudan a un especialista.

Reemplazar la batería

Si un nuevo puerto de carga no es la solución para que el control vuelva a funcionar, entonces el problema puede estar alojado en la batería del mando de consola. Las baterías no son difíciles de reemplazar pero sí requieren de un proceso adecuado para evitar dañar la propia estructura del mando. Un especialista podría hacerlo en unos minutos.