Cómo están usando un videojuego para hacer una investigación científica con hormigas

Con Age of Empires 2 ayuda a que el estudio no tenga que usar animales reales para entender su comportamiento

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Age of Empires 2 refleja una teoría de guerra, que sirve para entender el comportamiento de las hormigas. (Xbox)
Age of Empires 2 refleja una teoría de guerra, que sirve para entender el comportamiento de las hormigas. (Xbox)

Age of Empires 2, uno de los juegos de estrategia en tiempo real más icónicos, ha tenido un nuevo uso: un estudio científico. Investigadores de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, en Australia, han recurrido a este videojuego para entender lo que sucede en las guerras entre hormigas.

El estudio se embarcó en la tarea de demostrar que las guerras entre estos animales pueden explicarse mediante las Leyes de Lanchester. Esta teoría sugiere que la potencia, representada por la fuerza de los combatientes, prevalece sobre la cantidad cuando el número de tropas en combate es reducido, mientras que la cantidad, en términos del número de soldados, se convierte en el factor decisivo cuando el número de tropas es más elevado.

Así sirve el videojuego para el estudio

La elección de Age of Empires 2 como herramienta para este estudio se justifica por la similitud entre las dinámicas del juego y las estrategias empleadas en las batallas entre colonias de hormigas. En el juego, los usuarios aprenden que un soldado de infantería tiene pocas posibilidades contra un poderoso caballero, pero si se enfrentan 10 caballeros contra 100 soldados, la situación cambia drásticamente. Esto proporciona un entorno virtual donde se pueden probar hipótesis sin causar daño real a las hormigas en la naturaleza.

Los investigadores se centraron en dos especies de hormigas para su estudio: las hormigas de la carne, autóctonas de Australia y fuertes pero con colonias pequeñas, y las hormigas argentinas, invasoras y considerablemente más pequeñas, pero que viven en colonias extremadamente pobladas. Estas diferencias entre las especies se asemejaban a la relación entre la potencia y la cantidad en el juego.

Age of Empires 2 refleja una teoría de guerra, que sirve para entender el comportamiento de las hormigas. (Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth)
Age of Empires 2 refleja una teoría de guerra, que sirve para entender el comportamiento de las hormigas. (Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth)

Las simulaciones en Age of Empires 2 arrojaron resultados tanto en escenarios de campo abierto como en lugares estrechos, a medida que aumentaba el número de enemigos, el porcentaje de caballeros derrotados tendía al 100%.

Sin embargo, en las peleas en escenarios estrechos, se requería un mayor número de soldados para obtener la victoria, lo que favorecía a los caballeros, paralelo a la ventaja que las hormigas de la carne autóctonas tenían en ciertas condiciones.

Una vez que las simulaciones en el mundo virtual de Age of Empires 2 concluyeron, los investigadores llevaron a cabo pruebas similares con hormigas reales, llegando a conclusiones que respaldaban sus hallazgos virtuales.

Las hormigas de la carne autóctonas de Australia tenían una ventaja táctica similar a la de los caballeros en el juego cuando se enfrentaban a las hormigas argentinas invasoras, especialmente en escenarios que favorecían enfrentamientos entre grupos menos numerosos.

Age of Empires 2 refleja una teoría de guerra, que sirve para entender el comportamiento de las hormigas. (Xbox)
Age of Empires 2 refleja una teoría de guerra, que sirve para entender el comportamiento de las hormigas. (Xbox)

Implicaciones de la Investigación

El estudio no solo da claridad sobre las complejas dinámicas de las guerras entre hormigas, sino que también plantea cuestiones importantes relacionadas con la intervención humana en los ecosistemas naturales y la propagación de especies invasoras.

De esta manera, la presencia y el comportamiento de las especies invasoras están relacionados con la actividad humana. Estos animales se desplazan y se asientan en áreas manipuladas por el hombre, lo que crea un entorno que suele asemejarse más al campo abierto que a las calles estrechas del juego. En este sentido, las hormigas argentinas invasoras pueden tener una ventaja táctica al pelear por el territorio en áreas alteradas por el hombre.

Sin embargo, el estudio también sugiere que si se manipula el área de combate de las hormigas para que se asemeje más a la naturaleza o se generen obstáculos artificiales para crear pasillos estrechos, las hormigas autóctonas pueden hacer valer su fuerza sobre el número de sus rivales invasores. Esto plantea la posibilidad de estrategias de manejo que podrían ayudar a preservar las especies autóctonas en ecosistemas afectados por la invasión de especies foráneas.

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