Cuáles son los neumáticos de bicicleta que no necesitan inflarse y que son inspirados en la NASA

Se dice que la durabilidad es de por vida

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El neumático de bicicleta Metl
El neumático de bicicleta Metl podría ser el primer producto de consumo masivo que utiliza nitinol, una aleación de níquel y titanio. (The Smart Tire Company)

Con la promesa de dejar los habituales pinchazos en el pasado y ofrecer una durabilidad de por vida, se están desarrollando unos neumáticos para bicicletas inspirados en la tecnología utilizada en misiones espaciales de la NASA, específicamente en sus vehículos Rover que exploran las superficies de la Luna y Marte.

Esta rueda superelástica está basada en un material llamado NiTinol, una aleación de níquel y titanio que permite que tenga memoria y recupere su forma una y otra vez sin que haya daños permanentes cuando se va deformando al rodar por todo tipo de terrenos y obstáculos.

Dicho de otra manera, cuando se aplica presión el NiTinol se deforma temporalmente y luego vuelve a su forma original, soportando sin problema alguno una deformación completa.

Y pesar de su construcción de metal estos neumáticos no dejan de lado la importancia del agarre y es por ello que incorporan una banda de rodamiento integrada, la cual consiste en un recubrimiento del mismo con una especie de malla de un material llamado Polyurethanium que le permite circular por todo tipo de pavimento.

Un prototipo verde del neumático
Un prototipo verde del neumático METL con la banda de rodadura aplicada. Es posible observar la bobina de NiTinol a través del neumático transparente. (The Smart Tire Company)

Sin embargo, esta malla debe ser sustituida cada 13.000 kilómetros, aunque por un costo de apenas 10 dólares por llanta, las cuales sí deberían durar toda la vida útil de la bicicleta; algo que además reduce significativamente la cantidad de desechos porque disminuye la necesidad de reemplazarlas con regularidad.

Al menos así lo aseguran desde Smart Tire Company, compañía que desde 2020 trabaja en colaboración con la NASA e incluso utiliza la tecnología de neumáticos originalmente desarrollada por la agencia espacial estadounidense, con el objetivo de sacar al mercado su rueda METL.

Cuyo lanzamiento estimado está previsto para junio de 2024, aunque es probable que su valor, debido a sus materiales de construcción, sea muy elevado e inicialmente solo esté destinada a un nicho de mercado en el que los ciclistas gastan mucho dinero en sus bicis.

Qué es el NiTinol, el metal “con memoria”

Incluso con una deformación extrema,
Incluso con una deformación extrema, el neumático recupera el 100% de su forma a través de transiciones de fase a nivel molecular (The Smart Company)

El NitTnol, compuesto de níquel y titanio, tiene la capacidad de cambiar de forma gracias a una aleación de metal que puede recordar su estado original. En otras palabras, es un metal que puede ser rígido y resistente, pero a la vez, contar con la elasticidad para recuperar su forma.

Y aunque este material se usa frecuentemente en medicina, como cuando se construyen con él mallas metálicas para dilatar los vasos sanguíneos de los enfermos cardíacos, lo cierto es que se ha convertido en un desarrollo clave para las nuevas misiones espaciales, especialmente en la conquista de Marte.

De hecho, de este material fueron los neumáticos utilizados en las misiones Mars Rover, donde el rendimiento es un tema crítico debido a las grandes complejidades que implica la inclemencia del suelo marciano, que hace que la reparación de un pinchazo sea una tarea imposible mientras las ruedas de los rovers deben soportar temperaturas que pueden alcanzar los -100 °C.

Factores que han logrado sortear los neumáticos superelásticos fabricados con NiTinol, los cuales no tienen aire, son duraderos y nunca se desinflarán gracias a su aleación con memoria que es elástica como el caucho, pero fuerte como el titanio.

Y lo mejor de este material es que para moldearlo solo hay que devolverlo a la temperatura en la que se creó. Por ejemplo, si creamos un rodillo a 400°C y luego lo enfriamos con agua, podremos darle otra forma. Sin embargo, si volvemos a calentarlo hasta 400°C, volverá a la forma que se le dio originalmente, como un elástico que deja de estar en tensión.

A veces nos interesará usar una temperatura más alta o más baja y para ello simplemente hay que variar las proporciones de níquel y titanio.

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