El Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, CPB por sus siglas en ingles, interceptó un voluminoso paquete procedente de Illinois con destino a Israel, el cual inicialmente parecía contener una parrilla. Pero tras ser sometido a un escáner de rayos X, se descubrió que llevaba varias piezas de rifle envueltas en papel de aluminio junto a un AirTag de Apple.
Un uso ilícito de este dispositivo de localización del tamaño de una moneda, que fue diseñado para encontrar en tiempo real elementos como llaves o mochilas, está ayudando a los contrabandistas de armas a vigilar sus envíos según confirmaron los inspectores del CPB citados por Forbes.
Sin embargo esta no es una estrategia nueva, debido a que los traficantes de drogas y armas llevan mucho tiempo utilizando localizadores GPS para controlar sus envíos, ya sea para asegurarse de que llegan a su destino o para detectar si se pierden.
Lo que cambió es que estos delincuentes dejaron atrás los rastreadores más antiguos que son voluminosos y poco fiables, para utilizar nuevas tecnologías como el AirTag, que se caracteriza por ser pequeño, ligero y eficaz.
No fue solo un envío
Según una orden judicial a la que la revista especializada tuvo acceso, el principal sospechoso del envío es Amin Betuni, un residente de Palos (Illinois), quien había comprado varias piezas de cañones AR-15 y Glock a un proveedor de armas online, con el objetivo de enviarlas hacia un contacto en Jerusalén, Israel. Además el paquete indicaba que había sido enviado por Betuni desde un terreno baldío próximo a su propiedad.
La patrulla fronteriza israelí, por su parte, informó de la interceptación de un paquete diferente que contenía piezas de armas también ocultas y un AirTag en el interior de una parrilla similar al del primer envío, y el cual tenía la residencia de Betuni como dirección de remitente.
Las autoridades israelíes también confiscaron otro envío de FedEx que contenía otros componentes de armas ocultos dentro de piezas de automóviles y según los investigadores, en ese paquete también se descubrió un AirTag.
Betuni fue detenido en julio pasado acusado en Estados Unidos de enviar piezas ilegales para Glock, las cuales convierten una pistola en un arma automática. Sin embargo, aún no ha sido acusado de enviar aparatos para armas a Israel ni a ninguna otra nación.
Y antes de ser arrestado, la policía irrumpió en la casa del sospechoso señalado de ser el principal responsable del envío, pero estaba vacía y no había nadie en su interior durante el allanamiento. Sin embargo, en el momento en el que se produjo la operación uno de sus AirTags se desvinculó misteriosamente de su cuenta de iCloud.
Situación que llevo a los agentes implicados en la operación sospechar que que estaban siendo observados por las cámaras de seguridad ubicadas en la residencia de Betuni, quien no habría actuado solo.
Usos malintencionados del AirTag
Apple no ha emitido ninguna comunicación oficial sobre este caso, sin embargo, durante los dos últimos años ha intentado limitar los usos malintencionados del AirTag. De hecho, hace poco tuvo que lanzar una actualización para que los usuarios pudiesen ser notificados de localizadores ocultos en su entorno.
Esto tras recibir decenas de quejas de usuarios que sufrían acoso y vigilancia por parte de terceros, las cuales obligaron a Cupertino a emitir un comunicado condenando “enérgicamente cualquier uso malintencionado” de sus productos.
La compañía de la manzana mordida también se alió con Google para desarrollar un estándar de seguridad para este tipo de localizadores que estará listo para este mismo año. Varios movimientos que dan una idea de la dimensión del problema.